Cofradias

"Yo entiendo a Sevilla con música, pero sin romper los cánones"

  • El pregonero de la Semana Santa, Rafael González-Serna, repasó en un desayuno en el restaurante La Raza las vivencias que ha atesorado durante la preparación del Pregón.

Tranquilo pero con la responsabilidad propia de quien debe anunciar la fiesta más bella de la ciudad. Rafael González-Serna, flamante pregonero de la Semana Santa, ya se encuentra en capilla. Tiene la satisfacción de haber escrito el texto que quería, sin apartarse un ápice de su personalidad y de su profesión. Está muy satisfecho con el resultado, como también lo está el arzobispo, monseñor Asenjo, al que ha leído el texto. Como expuso el día de su presentación, no se ha apartado ni un segundo de Dios. Será un texto eminentemente en verso el que se escuche el próximo domingo en el Teatro de la Maestranza. Ayer repasó las vivencias de los últimos meses y ofreció algunas claves de lo que ocurrirá el domingo durante un desayuno en el restaurante La Raza.

Mucho se ha hablado sobre las innovaciones que podría tener el Pregón de este año, pero González-Serna se encargó de disipar cualquier atisbo de revolución: "No voy a sacar mucho los pies del tiesto. El Pregón tiene unos cánones y no va a suceder nada que no haya pasado ya". Sí aseguró que, como no podía ser de otro modo, este Pregón será muy parecido a otros que ya ha dado: "Los pregoneros tienen que ser fieles a sí mismos y que su profesión se vea reflejada. Yo entiendo a Sevilla con música, pero sin romper los cánones del Pregón".

El Pregón será fundamentalmente en verso y buscará la conexión con el público desde el principio: "Lo que más me preocupaba cuando me puse a escribir era ver cómo empezaba. El primer impacto con el teatro va a ser caliente y fuerte. Una vez que conseguí esto, el Pregón empezó a brotar porque el esquema lo tenía muy claro y sólo tenía que escribir. Mi corazón se ha abierto y he encontrado lo que buscaba".

Además de sus amigos más íntimos, una de las personas que ya conoce el Pregón es el monseñor Asenjo. González-Serna reveló cuál fue la reacción del arzobispo cuando lo conoció: "No puso mala cara. Estábamos frente a frente. Cuando empecé a leérselo cogió un papel y un bolígrafo. Yo le dije el Pregón y él no tocó el bolígrafo".

Una de sus obligaciones como pregonero es la de acudir a un sinfín de actos cofradieros. Algunos los esperaba con ganas, otros le han sorprendido muy gratamente: "Hay muchísimos actos en los que te encuentras muy bien. Uno de los que esperaba, como macareno, era poder llevar a la Virgen de la Esperanza. Me gustó mucho el de la Esperanza de Triana y yo busqué el encuentro con el Cachorro. Fue una auténtica maravilla".

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