Moral va de cita en cita

Fernando Moral, en la rueda de prensa de la campaña 'Sevilla no se rinde'.

La desinteresada iniciativa nacida de la peña La Keka en las redes sociales con la etiqueta #TodosConElCBSevilla está siendo un éxito en cuanto a la repercusión mediática que ha adquirido la campaña para que el club de baloncesto siga en pie y no quede hecho cenizas en pocas semanas. Muchos ex integrantes de la plantilla -"Por convertirse en mi casa y por los momentos inolvidables", escribió ayer desde Málaga Tomas Satoransky-, jugadores, empleados, aficionados e incluso políticos se han sumado a la idea en pos de que la entidad no se volatilice.

Desde luego, la sociedad sevillana e incluso la andaluza tiene que hacer mucho ruido para que el proyecto no acabe hecho trizas y la respuesta de la gente está siendo satisfactoria, al menos en despertar algunas conciencias adormiladas.

Fernando Moral, sobre quien preguntábamos la semana pasada dónde se encontraba y qué estaba haciendo por el club, está teniendo una ajetreada semana al objeto de encontrar los ansiados inversores, compradores o patrocinadores que estén interesados en adquirir el CB Sevilla o cuanto menos hacerse cargo de la mayor parte del paquete accionarial.

El presidente, que lleva con extremado sigilo cualquier movimiento, igual que se llevó hace más de un año las negociaciones con Jefferson Capital Funding, tuvo un encuentro el pasado miércoles en nuestra ciudad con un grupo con algunos componentes sevillanos. No es éste el mismo que hace varias semanas se puso en contacto con el anterior propietario, que volverá a disponer de las acciones el 1 de julio por incumplimiento de contrato del aún dueño, Jeffrey Meythaler. En este segundo estaba integrado entre otros el hombre que pergeñó el nacimiento de la entidad hace 28 años, Miguel Ángel Pino.

No ha trascendido, dada la delicadeza del asunto que se está tratando, el resultado de la cita de Moral con estos inversores con parte de ciudad hispalense, aunque el presidente, en estos frenéticos días, viajará hoy a Barcelona para verse cara a cara con otros interesados que lanzarán otra propuesta de adquisición de la sociedad anónima deportiva.

Fernando Moral ya se había reunido con otras empresas sevillanas y también con representantes de las administraciones públicas, locales y provinciales, para buscar un aliado que eche una mano al club, aunque de aquellos encuentros pocas noticias positivas pueden contarse.

A 18 días para que llegue el poco esperado 30 de junio, el presidente del CB Sevilla se esfuerza por obtener una salida con la que salvaguardar el futuro de una entidad que si bien no fue explotada correctamente como marca en sus casi 30 años de vida, sí puede tener posibilidades de cara al futuro para los inversores trabajando en la línea adecuada y seguramente reduciendo aún más la partida presupuestaria.

Quien no tiene la solución económica es José Luis Galilea, aún director general y deportivo. El donostiarra dejó caer hace un par de meses por las oficinas del club que había cierto interés de un empresario qatarí para invertir en el CB Sevilla, pero ya ha hecho saber en San Pablo que aquella propuesta, a la que algunos en el club otorgaban escasa credibilidad, se ha caído. Así que habrá que confiar únicamente en Moral.