Con toda una final europea a la vuelta de la esquina y los deberes hechos en la Liga, no es fácil buscarle aliciente al duelo en Getafe. Unai Emery, sin embargo, quiere que los suyos mantengan el nivel competitivo para llegar a tope para la cita en Turín y afirmó que antes de pensar en el Benfica queda algo que hacer en la competición doméstica. " El objetivo está ya logrado, pero la Real Sociedad aún tiene opciones matemáticas en la lucha por el quinto puesto, así que debemos mantenerlo".

Y es que el técnico vasco sabe que no es lo mismo entrar en la competición continental por la autopista que por vías secundarias, después de disputar esta temporada dos rondas preliminares antes de alcanzar la fase de grupos. "Ese quinto lugar da acceso a la Liga Europa sin previa. La Liga es la que te da la regularidad y estamos a dos partidos del final, pero, lógicamente, tenemos en medio la final europea donde se concentra un objetivo muy marcado y será complicado mantener la concentración. Sin embargo, equipo ha sabido compaginar con rendimiento las dos competiciones y procuraremos seguir en esa línea, apelando a la profesionalidad y al respeto por el Getafe y por todos los equipos que están en esa pelea de mantener la categoría. Así, sacaremos un once competitivo y con capacidad de respuesta para buscar la victoria", apuntó el entrenador vasco, quien expresó su descontento por disputar el choque el domingo: "Queríamos jugar antes para preparar la final con más tiempo, pero no pudo ser y salimos perjudicados".

Emery, que concentró a la plantilla el jueves en Marbella, indicó que el motivo era "salir de la Feria, estar juntos y fortalecer esa química interna para trabajar aspectos que van encaminados a Turín, porque no había más tiempo para trabajarlo. Ahora que estamos llegando a donde queríamos, es más fácil estar unidos, pero en los momentos difíciles también se hizo grupo y se sentó la base para que llegase todo esto", matizó el técnico nervionense, que se refirió a la ilusión generado en el sevillismo: "Ya hubo 30.000 aficionados en el primer partido en agosto con el Podgorica. Lo hemos conseguido y ahora tenemos un último objetivo, pero con la responsabilidad de dar una última alegría".