Diego Ocampo es una persona de palabra. Comprometido con el Tizona y la apuesta por un proyecto para ir creciendo juntos, descartó regresar a al ACB como ayudante de Aíto García Reneses en el Girona para cumplir con su palabra en Burgos en LEB Plata. Ya rozó el ascenso la pasada campaña a LEB Oro y con ese objetivo encara el curso 2022-23, para el que se ha rodeado de personas de confianza y jóvenes promesas.

Uno de esos talentos por formar es el sevillano David Gómez, cedido por el Betis Baloncesto, quien se encuentra jugando el Europeo sub 18 de Turquía con España. El joven alcalareño hace las maletas para emprender una nueva aventura en su carrera y lo hará con un técnico que sabe lo que es trabajar con jóvenes que están por hacerse. "Lo he ido siguiendo y lo conozco de los años que he estado viviendo en Sevilla. Se nos presentó la opción y creo que será buena para nosotros y para él", apunta el técnico, que destacó su "versatilidad" como jugador: "Es difícil saber su posición y ahora, en estos momentos de su formación, da igual. Puede actuar tanto por fuera por su capacidad de tiro como por dentro, como está haciendo con la selección, por su envergadura. Ahora es cuestión de que conozca el juego, hacerlo con más velocidad. Su estatura le hacen ser un jugador peligroso buscando las ventajas ya sea yendo para fuera o para dentro".

El jugador debutó la pasada campaña de forma testimonial en ACB con Joan Plaza frente al Real Madrid, aunque se entrenó habitualmente todo el año con el primer equipo, recalando en el Morón de LEB Plata. Renovó con el club verdiblanco hasta 2026. Aun siendo la misma categoría, ahora hace las maletas para ir a un club nuevo y a una ciudad nueva con 18 años. "Es muy importante que sepa entender su situación. En Estados Unidos tendría cuatro años por delante para formarse deportiva y académicamente en una Universidad. Aquí en España con 18 años tienen que triunfar ante gente de 30. Tienen talento, pero hay cosas que se ganan jugando. Por eso hay que tener paciencia con él y él debe tener paciencia consigo mismo. Es un chico formado en un club ACB, que acaba el bachillerato y se encuentra solo en un equipo nuevo, con un entrenador nuevo y en un entorno nuevo. Entender este proceso es clave", indicó Ocampo, para quien el problema con los jóvenes es que "las expectativas son muy altas demasiado pronto". "Queremos que los niños vayan rápido y ése es el problema. David tiene posibilidades para llegar a ser un jugador ACB, pero requiere tiempo. Para eso existe un proceso”, repite el técnico.

Eloy Ramírez, en su etapa en el Morón.

No es el único sevillano que Ocampo tendrá a su lado, ya que ha incorporado como ayudante a Eloy Ramírez. El utrerano tiene experiencia en la categoría, algo que el gallego ha valorado para sumarlo al proyecto del Tizona: "Lo conozco de hace mucho tiempo, de mi época con Joan Plaza. Tiene un perfil que encajaba, porque conoce muy bien la liga, a los jugadores, la forma de competir... Será una pieza básica para mí y para el equipo, al que ayudará a jugar bien y a entender esta liga", señaló.

El preparador sevillano viene de dirigir al Morón en LEB Plata, aunque ya estuvo en Calpe, Cazorla o el Melilla de LEB Oro, en el que fue ayudante de Alejandro Alcoba dos campañas. "Se ha formado viendo muchos entrenamientos, con cursos y trabajando. Tiene interés por formarse y cuenta con la experiencia necesaria para ayudarnos", indicó Ocampo, consciente de la importancia del día a día en la LEB Plata: "Tanto la campaña pasada como la anterior acabaron subiendo los primeros de cada grupo. Prima mucho el día a día. Es muy importante cada partido. Es una liga muy exigente en la que tienes que respetar a todos los rivales, porque es complicado ganar fuera. La liga regular es muy importante y por eso la autoexigencia individual y colectiva debe ser máxima tanto en los entrenamientos como en los partidos".