Betis Baloncesto

Leyma Coruña - Betis Baloncesto: Las individualidades no pueden con el juego coral (92-78)

  • Compitió hasta bien entrado el último cuarto el conjunto bético,pero acabó sucumbiendo por su feble defensa y desorganizado ataque sin presencia interior

  • Es la decimotercera derrota dela temporada en 21 jornadas y el noveno puesto, que da acceso al 'play off' queda ahora a dos triunfos, como el descenso

De Bisschop trata de pasar el balón a Faggiano defendido por Jakovics.

De Bisschop trata de pasar el balón a Faggiano defendido por Jakovics. / Betis Baloncesto

Las individualidades de Joaquín Rodríguez y Polanco le permitieron al Betis Baloncesto sobrevivir ante el Leyma Coruña, pero el juego coral gallego acabó dándole un partido (92-78) en el que Bruno Savignani pagó su impotencia protestando al colegiado cuando debería hacerse mirar más su trabajo para que su equipo no viva sólo del acierto de uno u otro. Y es que cuando apenas sumas ocho triunfos en 21 jornadas el problema no puede estar tanto en el criterio del trío de árbitros sino en los errores propios, desde las malas decisiones en el banquillo a una defensa con poca intensidad, pasando por ataques previsibles por el nulo juego en la pintura y la escasa participación del base titular en la creación del juego.

Y eso que en el tercer cuarto apretó atrás el cuadro verdiblanco y llegó a igualar tras verse con una decena de puntos por abajo. Hasta tres ataques tuvo en ese acto para ponerse por delante, pero no aprovechó esos momentos claves y el equipo heliopolitano, que dio la cara y eso en la situación extradeportiva de la entidad es un hecho positivo a tener en cuenta, acabó entregando el encuentro a un rival más hecho, rodado y con fondo de armario que sabe a lo que juega y cómo jugarlo, a pesar delas bajas.

Sin defensa no hay baloncesto. Los grandes entrenadores entienden que desde la intensidad atrás, si no se cuenta con un talento descomunal en ataque, es lo que marca las diferencias y el Betis Baloncesto no cuenta ni con lo uno ni lo otro. Encajar 52 puntos al descanso dice poco de un conjunto que pretende alcanzarlos play off, por mucho que enfrente esté el máximo anotar de la categoría.

Demasiadas facilidades ofreció el conjunto de Bruno Savignani, que sigue aguantando el tirón en los encuentros gracias a las individualidades de algunos de sus jugadores como Polanco o Joaquín Rodríguez, pero que como equipo no ofrece sobre la cancha mano alguna de entrenador en un equipo poco trabajado que sigue dependiendo en exceso del acierto en el triple y no tiene plan B para cuando los tiros no entran.

Y eso que arrancó bien el choque el cuadro verdiblanco, con Polanco muy vertical entrando a canasta y De Bisschop sacando del choque de inicio a Huskic. Aguantaba el Betis el intercambio de canastas hasta la irrupción del ex cajista Burjanadze, que tenía ganas de enfrentarse al que fuese su club (no pudo hacerlo en la primera vuelta por lesión) y con seis puntos seguidos mantuvo a los suyos al final de un primer cuarto que Jakovics cerró con un triple sobre la bocina para poner el 24-22.

Pablo Almazán trata de zafarse de la defensa de Álex Galán. Pablo Almazán trata de zafarse de la defensa de Álex Galán.

Pablo Almazán trata de zafarse de la defensa de Álex Galán. / Betis Baloncesto

Aguantó el tirón el conjunto verdiblanco, esta vez de negro, pese al 2/7 en triples, pero ese desacierto terminaría pasando factura. Aunque sobre todo lo que marcó diferencias fue la floja defensa bética por dentro y la irrupción del pívot Atoumane acabó por abrir la brecha para los locales con su presencia interior. Ni Berzins ni Wembi podían igualar su físico e intensidad y entre él y Jakovics firmaron un parcial de 11-2 (desde el 30-30) para poner en jaque a los visitantes. Apostó por una zona blandita Savignani que no surtió efectos, porque Huskic cortó por el centro una vez para anotar con facilidad y otra vez De Bisschop mandó al pívot local a la línea de personal metiendo la mano fuera de sitio, lejos de su canasta.

Al descanso el 52-43 ponía las cosas bien para los de Diego Epifanio con la aparición también de Aleix Fon, otro que anotó con facilidad como todo su equipo como demuestra el 11/13 en tiros de dos puntos del Leyma Coruña en el primer tiempo, además del acierto exterior con los triples (7/15) que echaba de menos el Betis (5/15).

Cambió el panorama de vuelta de vestuarios y el conjunto sevillano imprimió una marcha más en defensa. En más de cinco minutos del tercer cuarto el Leyma Coruña sólo había anotado cuatro puntos (dos en rebote ofensivo y otros dos desde la personal), mientras que un Joaquín Rodríguez desatado lideraba la ofensiva hispalense. Hasta Pablo Almazán metía los triples. El escolta uruguayo puso el 56-56, pero Faggiano desaprovechó después la ocasión de poner por delante a los suyos. Con 61-60 fue Polanco el siguiente que dejó escapar esa oportunidad y con 66-65 fue el propio Joaquín Rodríguez, algo acelerado pese al gran partido que estaba realizando. Barrueta y Aleix Font sostenían con sus puntos a su equipo.

Con 71-66 entró el choque en los últimos 10 minutos y aguantó el tirón el Betis con Pablo Marín, Hanzlik y Dedovic en la pista, quien puso el 71-69 con un 2+1 tras la falta de Aris, que venía de fallar una canasta bajo el aro solo. Con el gancho y sin sus titulares, los heliopolitanos pusieron el 75-71 y Savignani sentó a Pablo Marín. Faggiano se supone que es el titular, pero pese a sus 10 puntos y 4 asistencias no es un base que marque diferencias y eso en la LEB Oro es una condena. El argentino se dejó robar la pelota por Jakovics mientras subía el balón y después pasó un bloqueo por atrás permitiendo que el base local enchufara un triple (77-71) que era el principio del fin de la resistencia visitante. Atoumane volvió a dominarla zona, Font a enchufar triples y Barreta a sumar para darle la tranquilidad al Leyma Coruña, que sumó un importante triunfo en sus aspiraciones de ascenso directo, las que debían ser de un Betis Baloncesto que no ha aprendido a estas alturas dela temporada que la defensa es la clave de un juego en el que se gana en equipo, no con individualidades.

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