Honores para el Morón y sudores para el Betis Baloncesto (63-76)

El cuadro verdiblanco sufre para ganar al colista, que estuvo 15 puntos arriba en el segundo cuarto, pero despertó a tiempo para reaccionar tras el descanso

Las fotos del Morón-Betis Baloncesto

Cvetkovic lanza un triple ante la defensa de Javi Marín.
Cvetkovic lanza un triple ante la defensa de Javi Marín. / Betis Baloncesto

Sevilla/Veinte minutos jugando al baloncesto con cabeza fueron suficientes para que el Betis Baloncesto levantara un complicado encuentro ante un batallador Morón, colista y descendido, que cayó con todos los honores y poniendo contra las cuerdas a un rival que acabó con sudores fríos antes de ganar por 63-76 un duelo clave en las cuentas que echa pensando en los play off. Y quizá estaba pensando en esas eliminatorias antes de tiempo. Quizá pensó el equipo que ganaría por inercia, sin esfuerzo, sin interés, y casi se lleva un buen susto que debe servir para activar a más de uno cara a lo que viene.

Radoncic se unió a Benite en la lista de bajas por un problema muscular. No debe ir a mayores e incluso sin él el cuadro verdiblanco es superior al aruncitano, pero en el deporte profesional sin ganas no se va a ninguna parte y la apatía bética, además de su falta de puntería exterior, casi sale muy cara.

Con esa típica luz de primavera cuando el sol se está poniendo entrando por las cristaleras del Pabellón Alameda arrancó el encuentro, un partido especial para los locales, que pusieron todas las ganas sobre la pista de regalarle a su animosa afición una victoria. Y las ganas dieron para igualar la teórica mayor calidad sobre la pista de un conjunto visitante que no se enteró en todo el primer tiempo de que el partido había comenzado. Creían los de Gonzalo García de Vitoria que el colista, ya descendido, les pondría una alfombra roja hacia la canasta y no podían estar más equivocados. Los béticos no se habían despertado de la siesta y mientras se obcecaban en lanzar triples con nulo acierto, la efectividad aruncitana desde el perímetro hacía disfrutar a su hinchada. No estuvo nunca por delante en el marcador el Betis en la primera parte, lo que dice mucho de su puesta en escena.

En un choque con mucho ritmo y ataques cortos, los triples de Parejo empezaron a abrir brecha. Si entran en una lado, ¿por qué no en el otro?, parecían preguntarse los béticos ofuscados. Y lo seguían intentando. Y seguían fallando. Burgos y Javi Marín se unían a la fiesta local. Jiménez, también, mientras un Dallo que no está para jugar al baloncesto acumulaba errores, como Cvetkovic, al que por muchas ganas que le pusiera le faltaba acierto. El 27-12 era un sonrojo para el Betis, aunque el base serbio, después de 10 fallos, por fin abrió la lata con el primer triple heliopolitano para cerrar el primer acto con 27-15.

No querían entender los verdiblancos que su partido estaba en sacar rédito de su mayor físico con los Kasibabu, Tunde, De Bisschop y Álex Suárez. Ni siquiera con el dominio en el rebote los béticos aprovechaban para anotar y un 2+1 de M’Madi puso el 30-15 al principio del segundo acto. A partir de ese momento el Betis elevó un poco, un poquito sólo, la intensidad en defensa negándole tiros liberados al rival, que había acabado los primeros 10 minutos con un 7/12 en triples por el 1/11 hispalense. Canasta a canasta, casi sin querer, aprovechando las segundas oportunidades que obtenía con los rebotes ofensivos el cuadro verdiblanco se vio a cuatro puntos (34-30) cuando Jelinek anotó el segundo triple de su equipo (2/16). Pero todavía tuvo arrestos el Morón para llegar al descanso mandando, con Norris Jr.sSumando, Da Silva machacando ante Tunde y Jelinek limando la desventaja para tomar el camino a los vestuarios con 39-32 habiendo cometido sólo cinco faltas los de García de Vitoria. Un dato que dice mucho de cómo entró en el partido el Betis tanto como el 2/20 en triples.

El ofuscamiento heliopolitano es para hacérselo mirar. Porque el equipo puede y sabe jugar a otra cosa y no supo entender en la primera mitad del encuentro que el camino era otro. Ante un equipo como el Morón había margen para la reacción, pero seguramente no lo haya en el play off o en la Final Four si vuelve a repetirse.

El paso por los vestuarios y la bronca de su técnico le sentó bien a los béticos, que por fin entendieron que este encuentro se ganaba por dentro, desde la superioridad física ante un rival sin pívots, por mucho que Dani García rotaba a los suyos para que no perdieran energía en esa pelea desigual. Hughes abrió el segundo tiempo con su segunda canasta, Tunde aprovechó el pick and roll con Renfroe para anotar y un pase de quarterback del base para darle a los visitantes su primera ventaja en el encuentro (39-40). Todavía no se entregó el Morón con Rafa García y M’Madi asumiendo protagonismo (48-46), pero el Morón dejó de anotar por fuera también (apenas dos triples en los segundos 20 minutos) y los interiores béticos empezaron a marcar diferencias para cerrar el tercer cuarto con 51-55.

La gasolina se acabó en los locales, que con un parcial de 2-12 entregaron el encuentro (55-67) no sin dejar de luchar hasta el final con el premio final para los jóvenes canteranos Pol Rubio y Jiménez Jurado de tener unos segundos en pista y del aplauso de una afición entregada que despidió a su equipo con honores pese a la derrota y el descenso. No es para menos. En el Betis el partido debe servir para entender que en esta Primera FEB no se vence a nadie sin intensidad ni ganas.

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