En el momento de la verdad, sólo cabe ganar

Sevilla/Llegó la hora de verdad para el Coosur Betis. El momento en que se puede jugar la temporada y buena parte de sus opciones de permanencia. Es ahora o nunca. El conjunto de Joan Plaza se la juega en San Sebastián ante el Gipuzkoa Básket (18:00), colista sólo con una victoria menos que los verdiblancos, en el primero de los próximos cuatro duelos ante rivales directos en un mes de abril en el que se puede acercarse al objetivo o quedar muy lejos del mismo.

Ganar, más que nunca, vale doble para el equipo sevillano, que dejaría al cuadro donostiarra a dos triunfos más el basketaverage (es decir, tres) con ocho encuentros por disputar, además de superar al Bilbao Básket, que descansa esta jornada, con el que iguala ahora a victorias y tiene perdido el average. Y quizá podría cazar a Fuenlabrada u Obradoiro, que cuentan con un partido ganado más en la clasificación y que juegan ante Burgos y Manresa, respectivamente este fin de semana.

Mucho en juego, por tanto, para los verdiblancos. Es el momento de los hombres. La hora de que Feldeine tire del carro de verdad, que Ouattara demuestre por qué es un fijo con la selección de Francia, que los bases béticos justifiquen su estatus en el mercado y que Ndoye sea el de los grandes días en la pintura. Y que todos sumen, claro: Pablo Almazán desde la defensa, Jerome Jordan haciendo su trabajo por dentro, Borg acertando por fuera y Kay, como siempre, haciendo de todo.

El 74-62 de la primera vuelta queda muy lejos y no sirve casi ni como referencia. El cuadro vasco ya era claro candidato al descenso tras ganar un solo partido en las 12 primeras jornadas, pero reaccionó con la entrada en el equipo de Carlson y dos triunfos inesperados ante el Tenerife y en Badalona para agarrarse a la permanencia. Con Radoncic como líder, los puntos por fuera del ex bético Dee y el trabajo interior de Okouo, al que Plaza dirigió en el Unicaja, el Gipuzkoa de Marcelo Nicola está vivo en la pelea por la salvación y que lo esté un poco menos dependerá del Betis.

El técnico heliopolitano cuenta con todos sus jugadores, toda vez que el susto de Pablo Almazán del miércoles se quedó en eso, en un susto, al igual que la ausencia ese día en el entrenamiento de Tisma, que está contando con demasiado protagonismo en los últimos choques, pese a que sus minutos no se compensan con tantos puntos como para que tenga tanto protagonismo de momento.

Llevar el ritmo del partido será clave para un Betis que debe poner todo el énfasis posible en la defensa y limitar la capacidad en ataque de un conjunto que con 73,4 puntos de media es el que menos anota de la liga. Estadísticamente no está mucho mejor el cuadro sevillano, con 77,4, pero es cierto que en los últimos duelos el Betis ha demostrado capacidad para sostener un intercambio de golpes anotando más de 80 puntos en cinco de los últimos siete partidos (excepto con el Real Madrid y el Andorra). Si el equipo es capaz de defender como el día ante el Andorra o el primer cuarto ante el Joventut todo será más fácil. Y ahí puede estar una de las claves del encuentro, un buen arranque para tomar impulso y no dudar de sus posibilidades con un inicio dubitativo. Que a Feldeine le entren los primeros tiros será importante en ello, ya que de lo contrario es de los que se obceca y deja de pensar en el colectivo para intentar salvar sus estadísticas.

Por dentro deberían los visitantes imponer su físico y centímetros, a pesar de los 2,16 metros de un Okouo que en los últimos 10 partidos promedia 12,5 puntos y 6,2 rebotes. Mejor hacerle faltas (56,2% desde la personal) que anote con facilidad bajo el aro. Está siendo el sostén del Gipuzkoa por dentro, ya que los 2,06 de Carlson le hacen jugar más por fuera siendo peligroso en el triple. Ahí Ndoye y Jerome Jordan no pueden descuidarse e imponer su presencia por dentro para tratar de desequilibrar el choque, ya que por fuera ninguno de los dos equipos destaca en sus números, aunque el Betis ha mejorado en esa faceta en las últimas semanas, ya que no baja del 42% en sus últimas tres citas y el equipo vasco cuenta con buenos tiradores como Dee, Faggiano, Magarity o un Pere Tomàs que puede regresar una vez que ha superado el Covid-19.

Muchos aspectos que decidirán un partido que debe moverse en un marcador ajustado y que puede decantarse en los detalles. En la primera vuelta los béticos vencieron por 12 puntos (74-62), pero los verdiblancos no deben pensar en el average particular. Eso sólo serían migajas a estas alturas de la temporada. En el momento de la verdad, sólo vale ganar.