Copa del Rey: siete finales, siete historias
El cuadro blanco, ganador de los dos últimos precedentes en finales, ganó cuatro títulos ante el Barça, por tres los azulgrana frente al Real Madrid

El Real Madrid y el Barcelona se ven las caras este sábado en La Cartuja en una nueva final de la Copa del Rey. El conjunto de Hansi Flick y los de Carlo Ancelotti pelearán por el primer gran título de la temporada en un nuevo clásico, el tercero de la temporada.
A día de hoy el favoritismo caen del lado culé. El equipo azulgrana atraviesa una mejor dinámica que su rival siendo el conjunto más goleador y líder de LaLiga, clasificado para semifinales de la Champions y, además, esta campaña sometió ya en dos ocasiones al Madrid: la primera en el Santiago Bernabéu, allá por el mes de octubre, con un marcador de 0-4. Y la segunda en el mes de enero en Arabia, en la final de la Supercopa de España, cuando el Barça salió campeón (4-2). Pero nunca hay que dar por muerto al Real Madrid. El cuadro blanco parece vagar sin rumbo esta temporada, eliminado en Europa y con un plantel que se agarra más a las individualidades de sus estrellas que a jugar como bloque. Los de Carlo Ancelotti se mantienen vivos en LaLiga y a un partido, en una final, siempre es peligroso. De hecho, sólo ha perdido 38 de las 109 que ha jugado a lo largo de su historia y precisamente el técnico italiano ya sabe lo que es ganarle al Barça en una final de Copa del Rey.
En los precedentes de todas las finales coperas que han disputado el Real Madrid y el Barcelona el balance es a favor del cuadro merengue. Hasta en siete ocasiones se han enfrentado saliendo como vencedor cuatro veces los blancos y tres los de azulgrana.
El esprint de Bale y Bartra
La última final en la que se enfrentaron fue en 2014, en Mestalla, cuando el RealMadrid derrotó al Barcelona con un gol de Bale, con Tata Martino y Carlo Ancelotti sentados en los banquillos. El encuentro dejó un clásico vibrante. Cristiano Ronaldo no disputó ningún minuto de la final por lesión, y el conjunto blanco le arrebató en la prórroga el primer título de la temporada al Barcelona gracias al tanto del galés, que arrancó una galopada desde la parte izquierda superando a Bartra, que tras anotar el gol del empate, no pudo frenar a Bale, quien batió por bajo a Pinto. Mestalla fue una fiesta merengue y Ancelotti, que no había sido capaz de ganar ninguno de los dos clásicos de esa temporada, le ganó la partida a Martino, quien fue cesado a finales de ese curso.
El cabezazo de Cristiano
Tres años más atrás, en la temporada 2010-11, la final midió al Barça de Pep Guardiola con el Real Madrid de José Mourinho, de nuevo en Mestalla y con varios clásicos en pocas semanas como el de Liga de Campeones. El entrenador luso planteó un Real Madrid duro con Pepe partiendo desde el centro del campo y eso desbarató los planes de Guardiola de elaborar las jugadas en campo contrario. La final se fue al tiempo extra y ahí apareció una figura clave para el madridismo: Cristiano Ronaldo.El futbolista portugués se elevó por encima de todos para cabecear un buen centro de Di María para batir a Pinto dándole la victoria y el título al conjunto blanco. El Real Madrid consiguió romper una racha de más de diez años sin levantar una Copa del Rey.
El legado de Cruyff
La campaña 1989-90, de nuevo en la capital del Turia (en el Luis Casanova) volvió a acoger una final de Copa del Rey. El Barcelona dirigido por Johan Cruyff logró asestar un golpe encima de la mesa llevándose el trofeo gracias a los tantos de Julio Salinas y Guillermo Amor ante un rival que jugó en inferioridad numérica por la expulsión de Hierro.
Schuster y maradona
En la misma década, en la temporada 1982-83, se volvió a vivir un clásico como final de Copa, esta vez con Zaragoza como sede. En esta ocasión, el partido fue emocionante y con un juego muy duro con Maradona de azulgrana.Eran años de una rivalidad más allá de lo futbolístico. En los minutos finales del encuentro Marcos Alonso desniveló la balanza a favor del equipo blaugrana. Víctor Muñoz adelantó a los culés y el empate corrió a cargo de Santillana. Tras el pitido final la alegría fue del bando catalán en una final que nos dejó una imagen para la historia. El futbolista alemán Bernd Schuster lo celebró con varios cortes de manga dirigidos a los jugadores madridistas. Con este triunfo el Barcelona consiguió su Copa del Rey número 20 de su historia.
Goleada como venganza
Antes, en la campaña 1973-74, ambos conjuntos volvieron a enfrentarse en lo que entonces se llamaba Copa el Generalísimo. Esa temporada la final tuvo lugar en el estadio Vicente Calderón y el Real Madrid consiguió su victoria más abultada en una final de Copa del Rey. El conjunto merengue, con Luis Molowny en el banquillo, se vengó del 0-5 del clásico de esa temporada y con un 4-0 a favor venció a un Barcelona sin Cruyff y Sotil en sus filas. Santillana, Aguilar, Rubiñán y Pirri fueron los encargados de materializar los goles.
La lluvia de botellas
La temporada 1967-68 deparó un clásico en la final que sería recordado por un acontecimiento producido al final del partido. Era un título a la carta y servido en bandeja de plata para que el conjunto blanco, que días atrás había cantado el alirón liguero, hiciera el doblete. Pero saltó la sorpresa. Un tanto en propia de Zunzunegui le permitió a Zaldúa, capitán blaugrana, levantar el título. El conjunto culé aguantó las embestidas blancas incluso un lanzamiento de botellas de vidrio que el público merengue obsequió al final.
Zamora y su ‘trofeo’
La primera final por el título copero que enfrentó al Real Madrid y al Barcelona fue la temporada 1935-36. El torneo llevaba entonces el nombre de Copa de Presidente de la República. En ese momento, el cuadro blanco no era denominado como Real Madrid, después de que se le arrebatara el apelativo de Real con la proclamación de la República. En el último partido de Ricardo Zamora, el mítico portero le dio la victoria al conjunto blanco con una gran parada a Escolá en el último suspiro del encuentro. El resultado final fue de 2-1 a favor de los merengues con los goles para el equipo madridista anotados por Eugenio y Lecue. Escolá sólo pudo recortar distancias para el cuadro catalán.
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