La élite da una receta "ejemplar"

Un futbolista y una persona "ejemplar". Fue el calificativo usado por Antonio Álvarez, ex compañero suyo en el Granada, y por el periodista Joaquín Durán, su concuñado, para definir a Pedro Tomás Gómez Píriz, trianero de la quinta del 64 que se vistió la primera camiseta del Betis en el Camp Nou y que, posteriormente, encauzó sus genes deportivos por el terreno de la preparación física, desde la que también llegó al primer equipo de la entidad de la mano de paco Chaparro.

Sus conocimientos los plasmó ayer en El entrenamiento deportivo en el siglo XXI, su primer libro y en el que se vio arropado por numerosos ex compañeros y por los que componen la élite del centenario club de Heliópolis. Si se nombra a Luis del Sol, a Rafael Gordillo y a Julio Cardeñosa, pocos más habría que citar entre los más grandes que portaron en su pecho el escudo verdiblanco con sus trece barras.

Pero a Píriz también lo arroparon, en un día grande para él, Joaquín Parra, Julio (quien dentro de poco será más conocido como el padre de Carlos García), Antonio Reyes, Quico, Joaquín Petit, Juan Ureña, Demetrio, Cipri, Benito, Morilla... Todos futbolistas más o menos trascendentes en la historia heliopolitana y, por supuesto, no dejaron solo a Píriz David Gómez, el actual preparador físico del Betis, ni Nacho Oria, quien debería ser ya de una vez el primer responsable de la parcela en el Sevilla.

De la preparación física se pasó al Betis, a ese presente inquietante que asoma mañana mismo con la visita del Espanyol. Del Sol está como un pincel, con la faz y la memoria en perfecto estado de revista. Reyes lo llama míster y las palabras de quien lo fuera todo en el Betis son para tener en consideración. "Con los equipos sobre el papel superiores, el equipo juega bien del minuto uno al noventa, sale muy predispuesto, pero con los iguales o inferiores se relaja. Si saliese como ante Madrid o Barcelona, no habría problemas", argumenta el para muchos mejor futbolista de la historia del Betis y entrenador en diversas etapas.

"¿La receta? Esto se cura con humildad, con agresividad dentro del campo y con concentración. Espero y deseo que en estos dos partidos se tranquilicen, porque si coges la pendiente abajo los rivales te pierden el respeto y la afición comienza a aburrirse con el equipo", vaticina.

Uno de los primeros campeones con el Betis que pueden contarlo, ya que, desgraciadamente quedan pocos de los del 35, es Julio Cardeñosa, quien al igual que el del Empalme, jugó y entrenó a los verdiblancos. "Los tres partidos que vienen son cruciales, pero sobre todo los dos próximos en casa, ya que sacándolos el equipo tendrá la tranquilidad que necesita para llegar a los últimos partidos sin nervios ni problemas. Es cierto que el equipo arroja incertidumbre, pero en casa, con todo el Benito Villamarín a favor, va a dar la talla", sentencia el vallisoletano.

Rafael Gordillo está en su salsa. De acto en acto por la obligación adquirida como presidente de la Fundación, éste es de los que acude por devoción. "Y por amistad con Pedro, un gran profesional que con este libro ha puesto la guinda al pastel", dice sobre este cuarentón, profesor también en la Universidad, con el que coincidió en el Betis cuando el del Polígono era delegado y aquél hacía correr a la plantilla que al alimón ascendieron Del Sol y Paco Chaparro, el gran ausente al coincidir este acto en la Fundación Cruzcampo con una conferencia suya en Mairena del Aljarafe.

"Del Betis no me preguntes nada que no podemos hablar", solicita Gordillo señalando a Reyes, quien compartió con él secretaría técnica en los tiempos de Faruk Hadzibegic con Fernando Vázquez como entrenador, antes de dar paso al binomio citado anteriormente, inicios ya del siglo XXI sobre el que versa el libro objeto ayer de culto. "Mi receta para el equipo sería que tuviesen tranquilidad, tanto el cuerpo técnico como los futbolistas, ya que hay ciertos partidos en los que muestran una debilidad tremenda que da que pensar. La clave es ganar ya un partido y ser capaces de darle continuidad", apunta.

Parra escondía bien el balón, pero sólo eso. Habla muy claro. "Esta parte de la Liga es complicada y hay que ganar partidos porque los antecedentes te hacen dudar y estar intranquilo. Ojalá saque estos dos partidos", confiesa este otro bético ejemplar antes de que la cerveza, con moderación, una a béticos y algún que otro sevillista, como Juan Maraver.