Algo empieza a cambiar (4-1)

Liga bbva

Convincente El Sevilla goleó al Levante con tres tantos de Luis Fabiano y dejó síntomas prometedores a los suyos Fundamental Zokora ha subido en varios puntos su intensidad y eso ayuda a todos a crecer.

Luis Fabiano, el gran artífice de la victoria en Nervión.  Foto: Antonio Pizarro
Luis Fabiano, el gran artífice de la victoria en Nervión. Foto: Antonio Pizarro
Francisco José Ortega / Sevilla

Sevilla, 22 de enero 2011 - 20:05

El Sevilla manifiesta síntomas de mejoría. No sólo se trata de golear ayer al Levante, que ya es trascendente, por supuesto que sí, sino que los hombres de Gregorio Manzano llevan varios partidos, incluido el de la pasada semana frente al Espanyol, enseñando un nivel bastante superior a antaño. Es un Sevilla que, ahora, es capaz de mostrar una buena cara con independencia de los hombres que el entrenador elija y también del sistema por el que opte, algo en lo que tiene mucho que ver la recuperación de elementos con los que puede contar el técnico a la hora de barajar los cromos.

Utilizando el argot educativo de los tiempos que corren, los blanquirrojos progresan adecuadamente y en una cita propicia para manejarse con la mandanga, por la frialdad del ambiente, se encargaron de golear al Levante y de dejar un poso de esperanza a quienes profesan su fe balompédica. Porque sin tirar cohetes, que no es cuestión de hacerlo por tan poquita cosa, este Sevilla comienza a jugar bien al fútbol, es decir, a transmitirle al rival desde el minuto 1 que va a salir derrotado con independencia de los caminos que éste obligue a elegir para llevarlo a cabo.

El conjunto de Manzano transmitió ayer esa sensación, como también lo hizo días antes en la Copa frente al Villarreal, y en ello tiene muchísimo que ver el paso adelante que ha efectuado un futbolista fundamental como es Didier Zokora. Seguro que el acaparador de titulares en este Sevilla-Levante será Luis Fabiano y no será injusto que sea así, por supuesto que no, pero el trabajo del medio centro marfileño ha subido muchos puntos en intensidad y eso también contribuye a que los nervionenses sean más consistentes. El robo del balón del primer gol, por ejemplo, ejemplifica todo lo anterior y fue fundamental, porque se encargó de decantar la balanza a favor de los anfitriones.

Está claro que Zokora jamás será un pivote táctico, apenas irá a una cobertura y siempre tendrá problemas para mantener su posición, pero sí puede dar otras cosas que no venía poniendo sobre el campo. Cuando quiere es intenso, muy intenso, roba, corre, contagia e incluso suple sus carencias con el balón en los pies para dársela al compatriota más cercano, Romaric por supuesto, o al central capaz de desplazar el esférico con calidad, Escudé faltaría más. Ayer se convirtió en una pieza clave para que Luis Fabiano, y todos en conjunto, se pudieran encargar del resto.

Porque tampoco es cuestión de singularizar en exceso. El Sevilla comienza a funcionar mucho mejor porque ya tiene más elementos disponibles en su plantilla. Es Sergio Sánchez, fresco como una lechuga para aportar seguridad en el centro de la defensa; es Jesús Navas, que va adquiriendo poquito a poco un nivel físico mucho más elevado; es Luis Fabiano, ausente por lesión durante muchas jornadas; es Perotti, que en el segundo periodo ya comenzó a dejar pinceladas de su clase en el desborde y el centro; es Negredo, cada vez más integrado en el trabajo global; es Fernando Navarro, con un trabajo oscuro que luce más cuando toda la maquinaria funciona sin ruidos extraños; es Fazio, que, por muy testimonial que fuera su aportación, ya es una buena noticia que pueda jugar al fútbol sin dolores... Con todo lo anterior, no es extraño que el Sevilla dejara una prometedora imagen sobre el césped en el día en el que el salvador de todo, Kanoute, podía descansar plácidamente en el banquillo.

Porque el Sevilla fue el que se encargó de minimizar al Levante. Fueron más méritos de los blancos que deméritos del adversario, por mucho que hubiera un poquito de todo. El equipo de Manzano, esta vez con un 4-4-2 en el que se notó una barbaridad el trabajo de la pareja de medios centro y que los extremos se iban al medio para que todo fuera mucho más equilibrado, debió ponerse con ventaja desde muy prontito. Primero fue un cabezazo de Luis Fabiano con todo a favor y después una exquisitez de Negredo, pero tampoco pasaba nada, el gol iba a llegar y lo hizo a través de la conexión Jesús Navas-Luis Fabiano. Después ya vendría todo lo demás hasta consumarse esta goleada que, por encima del resultado, demuestra que algo empieza a cambiar en este Sevilla. Para bien; para muy bien.

stats