La segunda plaza del grupo B es para Rusia

Dinamarca: Landin; Larsen (1), Mortensen (2), Eggert (4, 2p)), Markussen (1), Lauge (3), Spellerberg (2) y Noddesbo. También jugaron Svan (3), Lindberg (2), René Toft (2), Mollgaard (3), Sondergaard (4), Henrik Toft (1), Mikkel Hansen (5) y Green (ps). Macedonia: Ristovski; Manaskov (2), Stoilov (1), Kiril Lazarov (5, 1p), Jonovski (1), Angelovski (1), Temelkov (1) y Mirkulovski (2). También jugaron Velko Markoski (1), Nikolav Markoski (3), Mojsovski (3), Dimovski (2), Georgievski (3), Filip Lazarov (5), Levov y Mitrevski (ps). Marcador: 1-0, 3-2, 4-7, 7-8, 11-11, 13-14 (descanso), 16-18, 19-22, 22-24, 27-25, 30-26 y 33-30 (final). Árbitros: Nanga Coulibal y Mamoudou Diabate (Costa de Marfil).

La selección rusa debía ganar para que no se le fuera la segunda plaza del Grupo B y cerró esta primera fase con una victoria por 36-24 ante Chile, que se marcha sin premio de Sevilla y del torneo al acabar última y con los cinco partidos disputados perdidos.

Después de que Dinamarca se asegurara la primera plaza del grupo en la penúltima jornada, la selección que entrena Oleg Kuleshov, tras empatar a 29 con Macedonia el pasado miércoles, necesitaba ganar y por la máxima diferencia posible para que no hubiera sorpresas de última hora y el cruce de octavos de final le fuese lo más favorable posible.

La selección chilena, por su parte, como ha sido la tónica de su participación en el Mundial, salió fuerte, con un gran derroche físico. No le valió para mandar en el marcador pero sí para tenerlo ajustado y para que el rival tuviera que esforzarse al máximo.