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Un superhéroe sin capa

  • Javi Varas silenció al Camp Nou con una actuación superlativa que culminó el espectacular trabajo del equipo · El punto sumado afianza el ideario de Marcelino.

Minuto 92, Iturralde pone el punto final a una actuación sibilina con un penalti que puede ser o no, pero que en el Camp Nou, a favor del Barcelona y con el mensaje orquestado por los medios afines a la entidad blaugrana sobre la ausencia de penas máximas a favor de los de Guardiola, se pita sí o sí, como diría Del Nido, con toda seguridad la persona que menos duda de la grandeza de su club. El Sevilla veía cómo su genial trabajo se iba al traste. Sin embargo, frente a Messi estaba Javi Varas, tildado de héroe en anteriores citas, pero que anoche dio un paso más, se puso la capa, y se convirtió en un superhéroe de cómic de Marvel para volar hacia su izquierda y repeler el disparo de Messi.

Era la guinda, el broche de oro o todos los tópicos que se quieran usar a una actuación simplemente espectacular. Porque Javi Varas anoche tapió su portería, parando los disparos de los jugadores del Barcelona, los rechazos y hasta los tiros de sus propios compañeros. Si quedaba alguna duda sobre la solvencia del canterano sevillista, anoche se encargó de despejarlas definitivamente y de pegar un puñetazo en la mesa. Aquí hay portero, mucho portero.

Porque todo el planteamiento, magnífico por cierto, que Marcelino puso sobre el tapete del coliseo barcelonista se hubiera ido al traste de no ser por Javi Varas. No se entienda con esta afirmación que el Sevilla fió todo al estado de forma del cancerbero, porque no fue así ni mucho menos. Ocurre que el Barcelona crea decenas de ocasiones, más o menos claras, pero ocasiones al fin y al cabo, que poco a poco van mermando a un sistema defensivo que respondió a ese desgaste con bravura, como Cáceres, Fazio, Escude, Fernando Navarro, Medel... hicieron a sabiendas que sus espaldas estaban cubiertas por un portero de Pino Montano que se ha agarrado a su sueño y no piensa soltarlo, juegue con o sin capa de superhéroe.

Sólo suma un punto. Un empate ante un rival superlativo y con unas consecuencias físicas que hoy tendrá que calibrar Marcelino en la ciudad deportiva del club. Pero tanto el entrenador asturiano como su cuerpo técnico y la totalidad de la plantilla estarán de acuerdo en que es un precio nimio en comparación con la dosis de moral con la que los sevillistas embarcaron anoche en El Prat.

Y a la sombra de Javi Varas, Marcelino. Un técnico del que se ha dicho que su equipo sobrevive gracias al portero y a la efectividad de sus delanteros, ya que el sistema defensivo seguía haciendo aguas, ya que al Sevilla le llegaban y le tiraban mucho más que en épocas anteriores. La respuesta ante todo este ideario podría basarse en los fríos números, cuatro goles en ocho jornadas jugadas, pero, por si no fuera suficiente, la lección de anoche de planteamiento, sistema de coberturas, lectura del choque y manejo de la plantilla fue sencillamente perfecta. Porque Marcelino dijo que no iba a salir con los suplentes ante el Barcelona, y cumplió con su palabra, ya que jugadores como Campaña, Fazio o incluso Armenteros, desde ayer no pueden ser calificados como suplentes, sino como un fondo de armario que demostró su validez allí donde prácticamente todo el que ha ido ha vuelto con la cara pintada y las orejas gachas tras una humillación más o menos contundente.

En la página web personal de Juande Ramos se puede leer en su inicio la siguiente frase: "Lo que le des al fútbol te lo devolverá multiplicado por mil". Javi Varas, Marcelino y toda la plantilla del Sevilla le dieron anoche mucho al fútbol, aunque éste le ha devuelto un solo punto, pero ¡qué punto!

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