Ecuador de mayo, San Isidro Labrador por todo el día y amanece como domingo a la antigua usanza. Domingo que recuerda a cuando el fútbol se jugaba a la misma hora y el vértigo de los carruseles se acentuaba al sonar la alarma que aparejaba la noticia del gol. Goool en La Condomina como ejemplo más manoseado de aquellas tardes de radio en las que tanto había en juego, tanto como lo de esta tarde así que den las siete y media.

A dos jornadas del final liguero y despejadas las incógnitas de primera y última plazas queda mucha pedrea y hasta algún que otro premio gordo. Y de esta forma nos encontramos conque el fútbol según Sevilla aún tiene cuentas pendientes. Al equipo sevillista le falta un punto para confirmar esa posición Champions que tendría carácter de maracanazo en caso de no obtenerla. Demasiado tiempo en dicho territorio para que se le escape ahora, claro.

Tarde de emociones encontradas, con el sevillista esperando con ansia ese punto de seis que podría ser necesario mientras el bético reza porque su equipo no dé el barquinazo ante ese Granada tan mejorado bajo el mando de Aitor Karanka. Y es que en la acera verdiblanca se ve la cuarta plaza como un premio gordo y como una obligación no perder la quinta. Y en esas estaremos con la sombra de la inquietud que por abajo llega tintado con unas negruras asaz dramáticas.

Ser desalojado de un puesto en Primera es lo peor que puede pasar en este fútbol nuestro y son hasta cinco las aficiones que hoy vivirán sin vivir en sí mismas con el corazón repartido en varios escenarios. Con el casi desahuciado Alavés, mallorquinistas, cadistas, granadinistas y menos los getafenses estarán en vilo ante la posibilidad de perder el status de ser de la elite. Hoy dobla mayo su ecuador y hasta que sea noche cerrada muchas serán las tribulaciones.