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Economía

Claves sobre las pruebas de resistencia para bancos y cajas

  • Las pruebas miden, por una parte, la resistencia de los bancos en caso de que el desarrollo económico varíe en un 3 por ciento de forma negativa del pronóstico de la Comisión Europea para los próximos dos años.

Desde hace un par de meses venimos escuchando hablar de estas "pruebas de resistencia" a las que han sido sometidas las instituciones financieras, "tests de estrés" que lleva a cabo el Comité de Supervisores Financieros Europeos (CEBS), y que pretenden probar la reacción de los bancos ante determinadas circunstancias adversas. No dejan de ser una consecuencia directa de la crisis económica, que tuvo en la gran banca internacional algunos casos clamorosos de desplomes y quiebras, el más significativo el de Lehman Brothers. En efecto, la crisis financiera mostró que muchas instituciones no contaban con suficiente capital propio para hacer frente a una súbita falta de crédito.

Para evitar que eso se vuelva a repetir, las autoridades de control han querido someter a examen a los bancos con un mismo procedimiento, y a nivel europeo, para comprobar cómo responderían ante determinadas circunstancias. En el caso de España, las pruebas se han realizado a 91 entidades, 27 de ellas bancos y cajas españolas, entre los que se cuentan los más importantes como el Santander, el BBVA y el Popular. Hay, además, 14 entidades alemanas, entre ellas el Deutsche Bank, Commerzbank y el Hypo Real Estate, banco este último con el que se ha especulado en los últimos días que podría haber suspendido la prueba. En todos los casos se han tomado instituciones por orden de importancia decreciente que constituyan, por cifras de balance, al menos el 50 por ciento de la banca nacional. El resto de la lista la componen seis entidades griegas, cinco italianas, cuatro francesas, británicas, holandesas, portuguesas y suecas, tres danesas, dos de Austria, Bélgica, Chipre, Hungría, Irlanda, Luxemburgo y uno de Malta, Eslovenia, Polonia y Finlandia.

Las pruebas miden, por una parte, la resistencia de los bancos en caso de que el desarrollo económico varíe en un 3 por ciento de forma negativa del pronóstico de la Comisión Europea para los próximos dos años, que se ubica en un crecimiento del 1 por ciento para 2010 y del 1,7 para 2011. Por otra, se analiza la exposición a los bonos del Estado, en caso de que éstos se derrumben. Los bancos tuvieron que investigar por sí mismos los efectos sobre sus balances en caso de que ocurrieran estos hechos y presentar los resultados al CEBS. Esta idea de las pruebas de resistencia bancaria no es nueva. De hecho, los grandes bancos investigan de forma regular su posición de riesgo ante determinadas condiciones. Lo que es poco común es que se coordinen a nivel europeo, y es la primera vez que se hacen públicos, decisión que se tomó a pedido español tras las dudas que se levantaron sobre la sostenibilidad de su sistema bancario.

En el caso español, desde el primer momento hubo gran interés por divulgar los resultados de estas pruebas, e incluso se sospecha que su mero anuncio, y el hecho de que se contara que los bancos españoles encabezaban el ranking de solvencia de las entidades europeas, interrumpió algunas especulaciones que venían atacando por su eventual endeblez las finanzas privadas españolas. En efecto, las instituciones más relevantes, Santander, BBVA, Popular, han sacado buena nota en estos exámenes, pero también se avanzó que varias cajas españolas podrían suspender en estas pruebas de las que, en todo caso, se espera y confía que aporten oxígeno para salir a colocar deuda.

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