"Es bueno que España no tenga plena autonomía en la política presupuestaria"

-El pasado 1 de enero Renta 4 comenzó a operar como entidad bancaria. ¿Qué supone en la práctica?

- Nos permite hacer todo lo que anteriormente hacíamos y además tener cuentas bancarias y capacidad de desarrollar negocio tanto de depósitos de efectivo como de préstamos de cualquier tipo. Aparte de eso, nos permite acceder a todos los mecanismos del mercado interbancario, incluidos estos famosos préstamos del BCE, y manejar tu balance con un criterio bancario. Dicho lo cual, vamos a seguir siendo una entidad muy especializada en lo que es gestión patrimonial y de activos financieros, intermediación de mercados de capitales y asesoramientos de empresas.

-¿Descartan entrar en la financiación al consumo o hiptoecas?

-Desde luego, en esta etapa y por muchos años, no.

-La transformación lastró sus beneficios de 2011, que cayeron un 23,7%, hasta los 4,6 millones.

-Así es. Es un proceso especialmente engorroso desde el punto de vista de tramitación y los formalismos legales asociados. Todo eso ha tenido un coste directo de 1,5 millones de euros.

-¿Han cuantificado el impacto del nuevo modelo de negocio en 2012?

-Esperamos que sea positivo, pero en el primer trimestre no se va a notar tanto. Todavía vamos a tener algún coste extra, no muy grande, en torno a 300.000 euros. Lo que sí tenemos claramente establecido es que la transformación en banco nos va a llevar a un claro incremento en el margen financiero. Nosotros tenemos tres fuentes de ingresos: comisiones -36,5 millones de euros en 2011-, el margen financiero -que el año pasado totalizó 3,6 millones de euros- y el resultado de operaciones financieras -2 millones en 2011-. Por el hecho de ser banco y de tener esa capacidad de manejo de balance mucho más abierta, el margen financiero de este año va a llegar a un entorno desiete millones.

-En 2011 se incrementó su cartera de clientes en un 14%. Pero su activo sólo creció un 7%. ¿Desciende el patrimonio medio del cliente?

-No. Tenga en cuenta el efecto de valoración de mercado, que el año pasado fue bastante negativo y la Bolsa cayó más de un 15%. Pero nosotros tuvimos una captación neta en el año de 633 millones de euros, que fue más del doble que en el año anterior. Y acabamos 2011 con 5.570 millones de euros de patrimonio administrado de clientes, 300 millones más que el año anterior, contando con el menor valor de mercado de los activos que tenemos. También hay que diferenciar la red propia de la de terceros. El número de clientes de la red de Renta 4 -que es lo que hay que conectar con el patrimonio- crece un 4,8% porque los otros son clientes de redes de terceros, cuyo patrimonio básico está en esa entidad de origen.

-Llama la atención la caída del 2,8% en las Sicav, el único dato negativo en sus magnitudes operativas.

-Efectivamente, pero está muy relacionado con lo que antes hemos comentado sobre la valoración. En nuestras Sicav hay un componente relativamente fuerte de acciones españolas. Sin embargo, tanto en Sicav como en fondos de inversión, hemos ganado cuota de mercado.

-Recientemente abrieron oficina en Santiago de Chile. ¿Qué perspectivas de negocio tienen?

-La intención era abordar el mercado tanto de Chile, como de Perú y Colombia. Luego surgió la oportunidad de adquirir el 70% de una gestora local especializada en gestión de patrimonio medio-alto. La compra se verificó en los últimos días de marzo y a partir de abril, estará integrada en nuestra cuenta de resultados. Francamente nuestra perspectiva es muy buena.

-¿Qué representa el negocio en Andalucía?

-El negocio de Andalucía representa en torno a un 7% del total del patrimonio de la red. Y en número de cuentas está un poco por encima: en el 9%.

-¿Es buen momento para invertir o en Bolsa o es mejor esperar ?

-Lo que venimos manteniendo desde hace tres o cuatro años, es que el mercado va a tener una digestión larga y complicada. Los momentos de turbulencia son momentos en los que se pueden comprar buenos valores a buenos precios.

-¿Cree que España está en riesgo de ser intervenida?

-Francamente, creo que el lenguaje de intervención o no intervención ha perdido todo su sentido. Es evidente que la economía española está siendo supervisada por la UE. Nosotros tenemos una dependencia financiera del exterior, tenemos que pedir dinero prestado a los ahorradores extranjeros y al BCE, como es público. Y cuando uno tiene que pedir dinero prestado, es imposible pretender que no vayas a tener un control. El que quiera negarlo, está negando una evidencia. No tenemos una plena autonomía en la gestión de nuestra política presupuestaria. Pero es que creo que es bueno que sea así porque estamos en una cosa llamada Europa. Y si estamos, tenemos que cumplir nuestros compromisos, como es lógico. Nadie tendría que rasgarse las vestiduras por tener supervisión. Y de ahí a la intervención o rescate, creo que hay un mundo. Hablar de rescate no tiene ningún sentido.

-¿Es creíble el objetivo de déficit?

-No sólo es creíble, sino que además es necesario. Y hay que ir incluso más allá. No hay que olvidar que la economía española no puede permitirse seguir endeudándose. Y todo déficit supone más deuda. Así que a lo que hay que aspirar es a tener superávit.