Economía

Menús de 9 euros para los acusados de las tarjetas opacas de Caja Madrid

  • Unos pocos preferentistas han deseado el "suicidio" a Rato, además de piropear al juez Elpidio Silva, inhabilitado por divulgar los correos de Miguel Blesa, al grito de "don Elpidio es lo mejor, ustedes son lo peor".

La cuarta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por el uso de tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid ha transcurrido sin grandes emociones, excepto para algunos acusados que han tenido que almorzar en los modestísimos bares que circundan la sede judicial y ofrecen menús del día a 9 euros. Apenas media docena de preferentistas esperaba  a los 65 acusados que se sientan en el banquillo, a los que se han sumado los 37 imputados del caso Gürtel" cuyo juicio ha arrancado  con la exposición de las cuestiones previas.

Así, el evicepresidente del Gobierno y ex director gerente del FMI Rodrigo Rato; el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa o el expresidente de la patronal madrileña Arturo Fernández han coincidido en la entrada con Luis Bárcenas o Alfonso Pérez El Bigotes, aunque los mayores improperios los han recibido los usuarios de las tarjetas black.

Unos pocos preferentistas han deseado el "suicidio" a Rato, además de piropear al juez Elpidio Silva, inhabilitado por divulgar los correos de Miguel Blesa, al grito de "don Elpidio es lo mejor, ustedes son lo peor".

Rato ha entrado sin apenas hablar con nadie, mientras que Arturo Fernández se ha detenido a saludar a algunos de los imputados en Gürtel, como el propio Francisco Correa, que da nombre a la causa, y que destacaba entre el resto por su coleta y porque era el único que no vestía de azul marino o negro.

Blesa, que ha pasado más desapercibido que en las primeras jornadas, ha demostrado que es perfectamente consciente de su situación, ya que se le ha caído al suelo una moneda de un euro, y cuando se la ha devuelto un periodista, le ha dado las gracias pues "no estamos para tirar nada". El primero en declarar ha sido el ex director gerente del FMI, que ha estado relajado en su declaración aunque las aparentes dudas o confusiones del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, que en algunos momentos parecía confundir Caja Madrid y Bankia, han conseguido exasperarle.

A continuación ha declarado el ex director general de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, el que más tiempo ha estado en el estrado, ya que, al contrario que Rato hoy y Blesa el viernes, ha respondido no sólo a las preguntas del fiscal y de su abogado, sino a las de las acusaciones de Bankia, BFA y el FROB, y las acusaciones populares, la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) y la CGT.

Barcoj ha hecho gala de un fino sentido del humor y ha revelado que, aunque entre los gastos que se le achacan figuran supuestamente visitas a casinos y salas de juego, en su viaje a Las Vegas "no gastó ni un cuarto de dólar". En algunos momentos Barcoj ha acusado el cansancio tras una declaración que se ha prolongado durante más de dos horas, y con cierta incoherencia ha dicho que "qué gracia tiene disponer de un dinero que se carga contra tu propio salario", en referencia a los gastos de su tarjeta.

Durante un receso, una letrada ha paseado una bandeja con sandwiches, pero eso no ha evitado que, a mediodía, los usuarios de las tarjetas opacas y sus representantes legales salieran en tromba para ocupar las terrazas de las escasas tabernas de este polígono industrial, que no dan abasto para atender tanta demanda. Todos menos el expresidente de Viajes Marsans Gerardo Díaz Ferrán, ingresado desde 2012 en la cárcel de Soto del Real (Madrid) por el vaciamiento de la empresa turística y que ha permanecido durante la pausa para comer en los calabozos habilitados en esta sede judicial.

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