Ya no cabe duda. España se encuentra al borde de la recesión. Así lo confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyas cifras atribuyen al frenazo del consumo y el desplome de la inversión el retroceso, en un 0,2%, experimentado por el PIB durante el tercer trimestre del ejercicio. Ese descenso, el primero en 15 años, propició que el repunte de la economía en términos interanuales -respecto al mismo periodo de 2007- se situara en un 0,9%, la mitad que en el segundo trimestre. En ese margen de tiempo, se destruyeron, además, 145.700 empleos, algo que no ocurría desde 1994.

De acuerdo con las cifras del INE, la desaceleración registrada por el PIB entre el tercer trimestre del pasado año y el de 2008 obedeció a que la demanda interna sólo avanzó un 0,1%, frente al 1,5% de mayo-junio. Tamaña ralentización no pudo verse compensada por la mejora, en medio punto, de la contribución del sector exterior. Los principales artífices de esa pérdida de fuelle de la demanda doméstica fueron los hogares, entre los que se dejó notar el peso creciente del paro.

En cuanto a la inversión, la caída fue del 3,2%, lastrada, fundamentalmenre, por la construcción, donde descendió un 6,4%.

Según la mayoría de las previsiones, la situación de debilidad de la economía española se repetirá o incluso empeorará en los próximos meses, hasta, al menos, la mitad de 2009. De hecho, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consideró ayer que las estimaciones sobre las que el Gobierno elaboró los Presupuestos de 2009 -prevén un alza del PIB del 1,6% este año y del 1% el que viene- "han quedado desfasadas". Tanto es así, que no descartó que la recesión llegue este año y pidió al Ejecutivo prudencia en el gasto. En este sentido, alertó de que el déficit público podría rozar también en 2008 el 3% del PIB, cuando justo el día anterior el secretario de Estado de Economía, David Vegara, señaló que eso no ocurriría hasta 2009. Precisamente, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, coincidió ayer con Fernández Ordóñez en sus previsiones para la recesión y el déficit, mientras que lo hizo con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al defender la "austeridad" que mantiene el Ejecutivo y que los Presupuestos "no están desfasados".