¿Se deben cobrar las papeletas de sitio en la Semana Santa de 2021?

Nazarenos con sus papeletas en la mano
Nazarenos con sus papeletas en la mano / M. G.

01 de noviembre 2020 - 06:00

Sevilla/ENTRAMOS no en los tiempos de economía de guerra, sino en los de economía de hermandad de Gloria, en acertada expresión de un conspicuo cofrade. Es cierto que las corporaciones de gloria están acostumbradas a sobrevivir como pocas en tiempos adversos. Tienen menos gastos, pero también muchos menos hermanos y apoyos externos. Salen adelante como pueden, con más voluntarismo que recursos propios. Así tendrán que hacerlo muchas de penitencia, sobre todo las que tienen préstamos hipotecarios. No hace mucho que las cofradías usaban flores de talco para el exorno de los pasos, que no se estropean y se pueden usar después en los altares.

Esperemos que no haya que llegar a esa situación, pero sí conviene tener claros algunos criterios para salir adelante, sobre todo porque hemos estado acostumbrados a la comodidad de las subvenciones, que se recibían incluso cuando la salida se suspendía por lluvia.

Hay que gastar menos, eliminar todas las partidas que se puedan. Y en ningún caso se debe apostar por una subida de las cuotas. El mayordomo que quiera optar por esta solución estaría incurriendo en el vicio de los malos ministros de hacienda. Lo más tentador será cobrar la papeleta de sitio a todos los hermanos con edad de hacer la estación de penitencia.

Muchas hermandades ya lo hacen, incluso cobran un importe menor a los que no la sacan. ¡Pero si en 2021 no hay Semana Santa no se debe cobrar! La situación es absolutamente excepcional. El cobro de la papeleta a todos los hermanos, la efectúen o no, se basa en la obligación de hacer la estación, tal como se recoge en las reglas. Pero cobrarla en 2021 no sería de recibo. Distinto es, como siempre, el hermano que desee colaborar con su cofradía y que quiera realizar el donativo.

No obliguen los mayordomos a que los hermanos tengan que pedir el reembolso. Ese truco es muy viejo y, por supuesto, carente de delicadeza. Y no es elegante, porque habrá muchos hermanos que no quieran pasar por necesitados. El acto de donar debe ser voluntario, absolutamente libre y sin dar nada por hecho previamente.

Recurran a los benefactores, las tómbolas, la convivencias con el ambigú solidario –en cuanto se puedan volver a celebrar reuniones– y, por supuesto, a las posibles subvenciones oficiales, como las que saca la Junta para la restauración del patrimonio. Llamen a las puertas e insistan a los posible donantes en los beneficios fiscales de las aportaciones. Los hermanos tendrán que arrimar el hombro en la medida de sus posibilidades. Sobre todo, habrá que acostumbrarse a vivir con menos. Y no pasa absolutamente nada. Pero no abusen de la buena fe, ni obliguen a nadie a dar el paso de decir que no puede pagar la papeleta. Hasta pueden hacer una campaña: Si puedes paga tu papeleta y deja abonada la de un hermano anónimo que no pueda. Seguro que muchos pagan dos papeletas y hasta tres. Pero que el donante lo haga motu proprio.

Recuerdo con afecto a aquel hermano mayor que insistía en la primera reunión con los nuevos hermanos en que si alguno no podía pagar la papeleta por cualquier motivo, solicitara una cita con él y se lo hiciera saber. “No habrá problema, ni nadie lo sabrá. Voy a estar un rato por la casa y por la iglesia. Me buscan y se soluciona”.

Consejo

La próxima asamblea de hermanos mayores se celebrará en el salón de actos de los salesianos de la Trinidad, con capacidad de sobra para que se mantenga la distancia entre los asistentes. El día elegido es el 25 de noviembre. Las cuentas, que centran el orden del día, estarán expuestas en la tesorería del 3 al 21 de noviembre. La memoria será enviada por correo electrónico a los señores hermanos mayores quince días antes de la sesión “para su conocimiento previo” , pero las cuentas, ¡ay las cuentas!, no las remiten. ¡Tadeo que te veo! El que quiera ver las cuentas que coja papel y lápiz, se ponga la mascarilla, pida la tarde libre y eche el ratito en San Gregorio. ¡Qué ejemplo de transparencia! ¿Para qué queremos ver la memoria, almas mías, si es un verdadero tostonazo de naderías? ¡Si la clave está en la pasta!

Gel hidroalcohólico

Dicen que el más original es el de fabricación propia. El hermano mayor de la Pastora de Santa Marina, Andrés Martín, tiene una fórmula muy elogiada. Hay que pedirle un botecito. Aseguran que el olor es muy, pero que muy bueno. Le pediremos un botecito.

San Onofre

Se les ha entregado un pase a los adoradores de los turnos de 00:00 a las 6:00 para que puedan desarrollar su labor sin problemas. Una labor verdaderamente encomiable. Prueben alguna vez a entrar en San Onofre de madrugada. No se arrepentirán.

Mensaje recibido

“¿No buscaba el Consejo de Cofradías una sede en condiciones y con espacio sobrado? ¡Qué mejor que la residencia de los jesuitas que se queda libre en verano! Los plenos de las hermandades podrían celebrarse en el salón del Cine Club Vida. Algunos serían verdaderamente de película...”.

El futuro

“Mira, querido Fiscal, a este Consejo le quedan dos Semana Santas. Una de ellas no se celebrará, por lo que realmente sólo le queda una. Yo creo que deberían repetir, pese al desastre que ya sabes. Y lo creo porque a ver quién se come el marrón de coger un Consejo en bancarrota y con unas cuentas heredadas de acuerdo con los nuevos calendarios económicos. Piénsalo bien, Fiscal, piénsalo...”.

El Lagarto de la Catedral: "¿De qué nuevo canónigo circula una simpatiquísima fotografía en la que aparece bailando sevillanas? La imagen tiene la tira de años, pero se reconoce al sacerdote perfectamente. No, no es el que ustedes creen. Pero también es muy, muy cofrade, y sí, cualquier año podría pronunciar el Pregón".

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