El Fiscal
El sueño cumplido de un arzobispo
Puerta de los Palos
Sevilla/QUÉ le gusta a Sevilla un nuevo alcalde y un nuevo arzobispo. Y le gusta mucho más sentirlos próximos. La Catedral vivió una de las grandes ceremonias de la novelería hispalense: recibir al nuevo prelado. Estuvieron casi todas las fuerzas vivas. Echamos en falta la presencia del presidente de la Junta de Andalucía. Moreno debió estar. Sevilla es archidiócesis histórica, además de seguir siendo capital de Andalucía (de momento). En la ceremonia en el templo metropolitano estaban el nuncio, el presidente de la Conferencia Episcopal y el cardenal de Madrid, amén de otros príncipes y obispos de la Iglesia andaluza.
Pero vayamos a todo lo bueno que hubo ayer en la Catedral, porque la ceremonia fue limpia, preciosa, emotiva y medida. Se calculó que la procesión de entrada no fuera un muermo, para lo cual se redujeron los participantes; la homilía de don José Ángel fue de once minutos con cinco previos para los saludos de rigor, la Salve final fue como Dios manda (en latín), aunque se echó en falta la oración de conclusión en la misma lengua. Don José Ángel reclamó la “sinodalidad” de la Iglesia, cosa que sólo le hemos oído al padre Calero, el salesiano que en Gloria esté. Esperemos que la “sinodalidad” de Saiz consista en una Iglesia de todos: los obispos y los laicos.
¡Qué pedazo de homilía del nuevo prelado! Enriquecida por denuncias sobre asuntos de actualidad y conceptos cristológicos, bien estructurada y sin andarse por las ramas. Saiz se reveló como un arzobispo con fuerza. Un acierto la retransmisión de Trece TV y muy, pero que muy buena la que hizo Cope Sevilla gracias a los periodistas Inmaculada Jiménez y Pedro Domínguez con la aportación de Joaquín de la Peña, experto en liturgia. La retransmisión de una ceremonia de estas características no es nada fácil y no está al alcance de cualquier profesional.
Tras la ceremonia se celebró un almuerzo en los salones del Hotel los Seises. El comedor de gala del Palacio Arzobispal, donde estuvo en varias ocasiones nada menos que Juan Pablo II, no tiene suficiente aforo para el alto clero que ayer se reunió en Sevilla.
¿Cuál será el primer objetivo de Saiz? Ayer se lo preguntaban muchos laicos. Pues debe conseguir que los sacerdotes se impliquen mucho más en la atención a los laicos, que faciliten la administración de los sacramentos, que olviden las ambiciones de promoción personal... De hecho, Saiz visitará la Casa Sacerdotal muy pronto como testimonio de apoyo a los presbíteros mayores. Y mañana lunes estará en el Polígono Sur. El comienzo es bueno. Y tiene dos grandes asesores muy próximos: el vicario Teodoro León y Luis Rueda. De ayer nos quedamos también con el repertorio musical elegido por don Herminio. Precioso el haber escogido el himno del congreso eucarístico de 1993 de tan gratos recuerdos. Lumen gentium. ¡Y qué hermoso el texto de las Letras Apostólicas! Como con los buenos encajes, qué pocos aprecian tanta belleza. Hasta incluían un homenaje a San Isidoro.
También te puede interesar
El Fiscal
El sueño cumplido de un arzobispo
El Fiscal
La Magna tiene que salir muy bien
El Fiscal
La hermosa lección de un centenario
Lo último
Delito de lesiones agravadas con instrumento peligroso
Condenado a tres años y medio de cárcel por agredir con una raedera a un compañero en la cabeza