Nada de la sociedad es ajeno a las cofradías. Ylas cofradías son parte sustancial de la sociedad, al menos de la sevillana. El tiempo de pandemia conlleva la obligación de uso de las mascarillas. ¿Y por qué no aprovechar para hacerlas con el escudo de la hermandad? Eso han hecho en la Esperanza de Triana, donde ya han vendido las primeras 200 mascarillas a doce euros la unidad. La recaudación va íntegra a las obras de caridad de la cofradía, que está teniendo una innumerable cantidad de peticiones de ayuda, como cuenta el hermano mayor, Sergio Sopeña.

Se llaman mascarillas solidarias, pero bien podrían ser mascarillas de la esperanza o del amor. La calidad está garantizada porque salen del taller de Javier Sobrino, el empresario de la calle Méndez Núñez que fue hermano mayor del Museo y que, cómo no, ha tenido un trato especial con la cofradía. Sobrino ha elaborado mascarillas de varios colores, todas con la heráldica oficial, y ya ha recibido el encargo de hacer 200 más. La hermandad agradece la labor del empresario en esta “bella iniciativa”.

En cuanto la nueva remesa esté lista, las mascarillas podrán ser adquiridas en las dependencias de la Mayordomía (4ª planta) en su horario habitual de apertura (de 18:00 a 21:00 horas). La Esperanza de Triana vuelve a ser noticia en la vertiente social, la que más necesita una España que, según los informes oficiales, se aproximará pronto a los seis millones de excluidos. Basta un paseo para apreciar las colas de gente a la espera de alimentos en Triana, el centro o el Tiro de Línea. Pregúntenle a la gente que trabaja en las Tres Mil, como Maruja Vilches, temerosas de que el personal se canse pronto de ayudar. No, la acción social o, mejor dicho, la caridad no se puede mover a impulsos de novelería o de modas. Por eso son tan importantes las hermandades, porque mantienen viva esa llama de ayuda al prójimo.

Un festival taurino, las mascarillas, las donaciones anónimas, los cepillos... Todo vale para ayudar a levantarse a esos cristos caídos que tienen nombre y apellidos. Triana con su Esperanza, leímos en aquel rótulo inolvidable, ¿verdad José Jorge? Pues ahora Triana con los necesitados.

Se pregunta el juez Calatayud qué sería de España con Cáritas cerrada durante sólo diez días. ¿Y Sevilla sin sus hermandades? La de alimentos que faltarían, recibos de la luz sin pagar, gafas nuevas para niños sin poder ser adquiridas, ropa por entregar de los roperos... Tiempo de mascarillas y de caridad.

El martes

El día 26 se celebra la asamblea en el Real Alcázar a la que están convocados todos los hermanos mayores para pronunciarse sobre la devolución del dinero de las sillas y palcos de la carrera oficial. Se dice que la institución ha pedido un informe al mismo despacho tributarista que ya asesoró a la entidad en 2002, cuando el Consejo quedó exento del IVA por su caracter social. Este bufete con sede en la Avenida de República Argentina intervino cuando fueron levantadas las actas por el impago del IVA de varios años. Los dirigentes cofradieros de entonces lo pasaron muy mal hasta que llegó la resolucuión del Tribunal Económico Administrativo difundida por este periódico hace una semana. La posibilidad que baraja ahora la institución que preside Francisco Vélez sería una devolución pero deduciendo los gastos que se han efectuado, incluidos los correspondientes a los empleados del Consejo. Y si hay abonados que usan la vía judicial para reclaman el 100% de lo pagado, entonces se arriesgarían seriamente a perder el derecho de renovación para 2021. Por cierto, que dicen que el bufete ha realizado el informe gratuitamente.

Un modelo similar

La empresa Pagés comenzó la devolución de los abonos en las taquillas de la plaza el pasado lunes. Ha reembolsado el precio íntegro. Ni siquera ha deducido los gastos en publicidad, que los hizo tanto para captar los abonos (¿recuerdan esa maravillosa capaña en televisión?) como para anunciar el horarios y las fechas de las devoluciones. Diligencia se llaman. ¡Bravo por Ramón Valencia!

Antonio Casado

Enviamos un fuerte y especial abrazo a Antonio Casado, conocido y prestigioso productor de televisión. Esta semana ha fallecido su abuela Pepita (1922-2020). Le rezaremos al Gran Poder, que es lo único que pide su familia por los años disfrutados junto a ella. Querido Antonio, algunos vamos a echar mucho de menos esas fotos de Navidad y de los cumpleaños que nos mandabas y que siempre reflejaban un rostro de bondad y de amor incomparables como el de Pepita. Siempre había que preguntarte por tu abuela, era un rito hermoso en nuestras conversaciones, porque hacías que todos la sintiñeramos próxima y cercana. La has honrado como nieto y ella ha tenido la enorme dicha de conocer a los hijos de sus hijos. ¡Y cuántos años, Antonio! ¡Cuantísimo ha disfrutado Pepita con tus producciones de Semana Santa, tantas veces dedicadas a ella! Hacías un vídeo precioso, con imágenes espléndidas y una música escogida y todo, absolutamente, estaba enfocado para su agrado. Esos planos del Señor tan especiales, algunos tomados con un dron, eran para ella. Algunos sabíamos el hermoso secreto. La fuerza del amor nos ha regalado preciosas secuencias de Semana Santa. Del amor de un nieto a una abuela. Descanse en paz una luchadora como Pepita, que siempre quiso ser simplemente Pepita. Y siéntete muy orgulloso y tranquilo, Antonio. 

¡No se confundan!

Es muy importante que ustedes distingan bien dos asuntos que no tienen nada que ver, pero que han coincidido en el tiempo. Una cosa es el 21% del IVA que el Consejo de Cofradías decidió cobrar por primer vez, pese a que tenía una resolución a su favor. Y otra es la devolución del dinero de las sillas por la suspensión de las procesiones.

El lagarto de la Catedral

"Querido y siempre inquieto Fiscal, ya sabrás que el Cabildo Catedral no ha podido aguantar más y ha tenido que recurrir al Erte como otras entidades y empresas. Creo que podrían haberlo hecho desde el principio, pero se empeñaron en hacer el esfuerzo y es de justicia reconocerlo"