"Adolfo Suárez calculó muy bien el tiempo y fue valiente frente a los generales"

-¿Dónde estaba el Sábado Santo de 1977?

-En el cocherón de Picatoste, un compañero del Partido en Torredonjimeno. Llegó alguien que oyó en la radio la noticia de la legalización, entró jadeando y algunos se pusieron a llorar.

-¿Se lo esperaba?

-Yo participé como responsable del Partido en Jaén en las reuniones previas. Antes de que nos legalizara Suárez, que calculó el tiempo y fue valiente frente a la oposición de los generales, ya estábamos legalizados en los barrios, en los pueblos.

-¿Ha novelado la legalización?

-En El sueño de la libertad.

-¿Seguían teniendo poder los Solís en Jaén?

-Se presentaron a las primeras elecciones generales en Jaén aquel mismo año 1977. Quedaron por debajo del Partido Comunista, que estuvo a punto de sacar un diputado. Encabezaba la lista Armando López Salinas.

-Otro político novelista que hizo un libro con Alfonso Grosso.

-Grosso también fue del Partido.

-En 1977 llegan al Congreso Alberti y la Pasionaria...

-La legislatura cero. Yo entré de diputado en la legislatura uno. Y me cogió allí el 23-F.

-¿Son literarios Valderas, Centella, Willy Meyer, para que aparezcan en su última novela, Tiempo de ruido y soledad?

-Empieza con la muerte de Marcelino Camacho y termina con la designación de Rubalcaba. Continuará, como decían los tebeos antiguos. En la novela hay un encuentro entre Griñán y Valderas, que le saca lo de Rosa Aguilar.

-¿Arenas ha resucitado a IU?

-Arenas ha sido víctima de las contradicciones de su partido. Es la primera víctima de la reforma laboral. De la conversión de la política en ruido y simulacro.

-En 1977 legalizan el partido del poeta del 27 Rafael Alberti, pero el Nobel se lo dan a Aleixandre...

-Julio Anguita y yo fuimos a El Puerto a entregarle a Alberti el carnet de las Juventudes Comunistas. Fue maltratado con una frase que atribuían a Juan Ramón según la cual Hernández estaba en primera línea de la guerra y Alberti se paseaba por Madrid con su mono recién planchado y la pistola de madera.

-¿En quién piensa al recordar la legalización?

-En Domingo Malagón, nuestro falsificador. Hacía pasaportes y documentos falsos, no lo cogieron nunca. Un artista, un pintor que se quedó en revolucionario. Ha muerto en Parla con 93 años.

-La edad con que ha muerto Mingote...

-Es una generación que nos va a enterrar a todos.

-¿Había compañeros de viaje?

-Teníamos gente en todos lados, hasta en la Guardia Civil.

-¿Nunca cambió de partido?

-He tenido muchas mudanzas en mi vida, pero de casa. Soy como un titiritero.

-¿La clandestinidad es una forma de ficción?

-Conozco gente que vivió en clandestinidad media vida. Ves lo importante que es el colectivo.

-En su novela aparece Trillo, una de sus debilidades...

-Teníamos unos debates tremendo en el Congreso sobre el Yak 42. Yo en mis análisis utilizaba la correlación de fuerzas y él la correlación de sentimientos desde Shakespeare.

-Paul Preston cerca a Carrillo en El holocausto español por su papel en Paracuellos...

-Socialmente, eso no cala. Mis críticas a Carrillo son políticas. En las elecciones de 1982, cuando no cabíamos en un taxi, dijo que lo que tenía que haber hecho es pararse en el Palace y darle un abrazo a Felipe González. Y sus relaciones nunca fueron buenas. De hecho él nunca entró en el PSOE. Entró su gente y su familia.

-A su hijo, Lucas Alcaraz, lo han cesado como entrenador del Almería. ¿Influyó en su vocación?

-Creo que sí. Yo trabajé nueve años en Butano, era el único de Letras que sabía contabilidad, y fuimos campeones de España en los torneos de fútbol de empresa. Pero la vocación de mi hijo viene de su abuelo, el González de la mítica defensa del Granada Vicente, Millán, González, o de su tío, que jugó en el Zaragoza.

-¿Fue a Moscú o a Nueva York?

-Tengo ganas de conocer Nueva York, por Manhattan Transfer y los cuadros de Picasso. A Moscú sí fui varias veces. Fui con Simón Sánchez Montero al XXVIII Congreso del PCUS. Conocí a Fidel Castro. Yeltsin fue aplaudidísimo. Otra vez fui con Simón para restablecer las relaciones con Moscú que rompimos cuando invadieron Praga en 1968. Nos reunimos con Dobrinin y Zagladin.

-¿Qué académico de la Lengua propuso añadir la voz totalitario a la definición de comunista a la que se refiere en su novela?

-Un novelista muy conocido. Cambiaron al director de la Academia, parece que lo han parado.

-Volviendo a aquel Sábado Santo, ¿vio cofradías?

-No. Iba de niño con mi padre, que era mayordomo del Señor en el Huerto de los Olivos.