Jesús Huerta | Presidente de Loterías y Apuestas del Estado
“Compartir un décimo con alguien es decirle que te importa”
Entrevista
La historia personal de Maïté Issa tiene buen material para un guión de película: hija de inmigrantes, francesa de nacimiento, radicada en Barcelona. Primero estudió Ciencias Políticas y no vio futuro, luego se centró en el Marketing, sin progresos. Una trasnacional importante, luego otra, salario estancado, jornada de 14 horas... En el punto más gris de su vida, viajó a Sri Lanka y allí tuvo una revelación espiritual. Fue, entonces, cuando no pudo parar de estudiar. Y así comenzó su transformación a la coach en desarrollo personal que es ahora, experta en manifestación y con especial énfasis en el empoderamiento de las mujeres.
Relatado por ella misma, ahora sus ingresos son de siete cifras, tiene el podcast número uno de habla hispana y se dedica a ayudar a miles de personas en todo el mundo a cambiar su vida a través del poder de la manifestación. Porque le funciona a ella, quiere que le funcione a los demás, y lo cuenta todo en su best-seller Tu éxito es inevitable (Editorial Grijalbo).
En esta entrevista, Maïté Issa que ha estado recientemente en Sevilla presentado su obra, nos explica cómo comenzar a manifestar lo que queramos en nuestra vida desde hoy mismo.
-Explícanos qué es exactamente la manifestación y qué es lo que podemos lograr con esta práctica.
Manifestar es simplemente el proceso mediante el cual hacemos tangible algo que solo existía en nuestra imaginación. Es el fenómeno que nos permite hacer visible lo invisible. Esta idea nos puede parece muy loca, muy esotérica o muy espiritual, pero en realidad es muy terrenal. Todo lo que existe en el plano físico ha empezado a partir de una idea, por eso todos estamos manifestando las 24 horas del día, porque la vida entera es esta cocreación entre nuestros pensamientos y lo que ocurre en la realidad física.
El problema es que, la mayoría de las veces, hemos sido programados desde la infancia para manifestar lo que no deseamos en vez de lo que sí deseamos. ¿Por qué? Porque nuestra mente consciente solo es responsable del 5 % de lo que creamos en nuestro entorno, entonces el otro 95 % de lo que vamos a crear en nuestra realidad es un fruto de nuestros programas subconscientes. Es como si nuestro cerebro fuera un ordenador o un teléfono y dependiendo de las aplicaciones que tenemos ahí instaladas vamos a poder tener unos resultados o no tenerlos.
'Yo quiero ser rico', 'quiero ser exitoso', 'quiero ser feliz', pero si en mi cerebro no tengo las aplicaciones que podemos llamar de "prosperidad" o "pareja feliz", por mucho que quiera no lo voy a poder manifestar, entendiendo por manifestar que es hacer que eso ocurra.
Tenemos, por tanto, que actualizar las aplicaciones en nuestro cerebro para empezar a manifestar más de lo que queremos y menos de lo que no deseamos.
-Según la práctica de la manifestación tú misma puedes crear los beneficios materiales que deseas, como la casa que quieres aunque en principio no te la pudieras permitir con lo que ganabas, ¿Cómo pasas los deseos que están en tu mente al plano de la realidad?
La manifestación es una reprogramación subconsciente para conectar con el campo de las posibilidades que los científicos llaman el campo cuántico, pero es más un estilo de vida que una sola práctica.
Hay muchas herramientas para reprogramar, pero lo más importante que hay que entender es que si tus dos mentes, la mente consciente y la mente subconsciente, no están de acuerdo, por mucho que tú quieras manifestar algo en tu vida, eso no ocurrirá.
Tomemos un ejemplo: si yo estoy deseando mucho tener una pareja muy feliz o manifestar mucho dinero, pero en mi programa tengo creencias subconscientes o patrones subconscientes que va en contra de este deseo, entonces el 95 % de mi mente va a hacer todo lo posible para que nunca lo consiga.
Si he tenido de la infancia, como ejemplo, donde mis padres no paraban de discutir, he podido integrar como patrón inconsciente que tener pareja es tener caos en mi vida, o tener pareja equivale a tener discusiones constantes o equivale a estar triste siempre. Tengo muchas alumnas que tenían este patrón antes de sanar sus creencias.
Igual para el dinero. Muchas de mis alumnas que han podido crear esa transformación tenían, al principio, creencias de que el dinero es malo, o que los ricos son malos porque lo escuchaban de sus padres.
Las creencias se crean por lo que vemos, por lo que escuchamos, por lo que experimentamos. Entonces es necesario, en primer lugar, hacer una limpieza interna de todo ello para, con posterioridad, estar en sintonía y atraer todo lo que queremos crear en nuestra vida.
-¿Qué puedes decirles a quienes les cuesta creer que esto solo se logra doblando las horas de trabajo, heredando o ganando la lotería?
Son justamente estas creencias las que te mantienen atrapada en la escasez, de estas creencias justamente es que está saliendo el 95 % de los resultados que estás viendo en tu vida. Está muy bien ser escépticos, porque el verdadero escéptico es el que se vuelve científico de su propia vida, que prueba antes de decidir si eso le funciona o no; y eso es exactamente lo que mis alumnas han podido hacer y lo que yo misma he hecho en mi vida.
Pero si te escondes detrás de esas ideas que piensas que son verdades, es como si dejaras que un niño o una niña de 8 años guiara tu vida con todas las creencias típicas que te implantaron tus padres, tus cuidadores o tu escuela cuando eras pequeña, cuando no tenías aún la capacidad de razonar, cuando no estaba aún creada tu corteza prefrontal, que es la parte de tu cerebro que te permite razonar y definir si algo es creíble para ti o no lo es.
Quiere decir que, cuando no nos abrimos a nuevas ideas y a nuevas formas de crear la realidad, estás decidiendo que un niño de 8 años siga creando tu vida con las creencias de otros, porque ni siquiera son tus propias creencias.
-Imaginamos que solo si trabajamos mucho, o a través de mucho sufrimiento y sacrificio, podemos lograr cosas tangibles, pero con la manifestación también puedes alcanzar otras metas como el amor de una pareja. ¿Cómo funciona la manifestación en algo así?
Puedes manifestar todo porque todo funciona de la misma manera. Puede ser la pareja, el dinero o muchas cosas más, lo que necesitas saber es cuáles son los patrones limitantes que tienes acerca de cada temática en específico.
Si es el amor, tenemos que ver qué es lo que has aprendido sobre tener pareja, qué es lo que crees que es verdad sobre el dinero en su caso. Lo que va a variar son las temáticas en las que debes trabajar para reprogramar tu cerebro y luego, evidentemente, las acciones que vas a tomar que son muy diferentes en cada una.
-Si podemos manifestar lo bueno, ¿es posible manifestar lo malo que nos suceda?
Puedes manifestar lo bueno, igual que podemos manifestar lo malo, porque estamos creando las 24 horas del día. Algunas personas se sienten incómodas en este punto porque puedes llegar a sentir que eres culpable de todo lo que te pasa en la vida pero, como la mayoría de lo que tú vas creando es subconsciente, no es algo que haces conscientemente, pues hasta que tengas las herramientas para reprogramar tu mente estás haciendo lo mejor que puedes.
Entonces lo importante y lo que es verdaderamente empoderador es decir que todo lo que te pasó en la vida no fue en realidad tu culpa, pero tu sanación sí es tu responsabilidad. Y la responsabilidad es libertad, porque implica que lo que no te gusta en tu vida a partir de ahora lo puedes cambiar.
-¿Hay alguna relación con el término "positividad tóxica"?
Muchas personas piensan que para manifestar o usar la Ley de la atracción tienen que estar "vibrando alto" todo el tiempo; es decir, sentirte bien las 24 horas del día. Esto no solamente es imposible sino que es nefasto, porque te vas a culpabilizar tanto y vas a tener tanta vergüenza cuando te sientes mal que, al final, te estás saboteando mucho más.
La mejor actitud a tener con las emociones es entender que todas son necesarias, todas son hermosas, todas tienen un mensaje para ti y cuando las sabes gestionar puedes vivir de manera sana con ellas. Esto es algo de lo que hablo mucho más en mi libro Tu éxito es inevitable, tú no estás programado para vivir siempre feliz. La expectativa de estar siempre feliz en realidad te hace infeliz, así que poder estar en paz con todo lo que te trae la vida es mucho más importante.
Reconocer cuando no estás bien en vez de fingir que estás bien, eso es lo que te permitirá estar en paz contigo y sentirte mejor en el largo plazo.
-En una manifestación exitosa, y en práctica consciente y constante, ¿Qué es lo que podemos esperar en cuanto a resultados?
El tiempo varía en función de las personas y en función de la grandeza, o de lo lejos que está tu manifestación en comparación con donde estás tú hoy y ahora.
Puedes conseguir cosas muy grandes en muy poco tiempo, pero todo depende de qué tan rápido y qué tan bien puedas reprogramar tus creencias limitantes relacionadas con esto que quieres manifestar y atreverte a tomar acción. Tanto la reprogramación como la acción son partes fundamentales de esa manifestación.
Lo importante no es en cuánto tiempo puedes manifestar, sino entender que ya estás manifestando. Si no aprendes esto, vas a seguir manifestando la misma vida por mucho más tiempo.
Hay que tenerlo claro para atrevernos a probar una nueva forma de crear la realidad, y los resultados que podemos esperar en la mayoría de los casos son mucho mejores de lo que pensábamos.
Podríamos hablar de Ana, una alumna que después de muchos años sin trabajo y de haber tenido que endeudarse para mantener a su familia, en seis meses ha manifestado 100.000 euros y una casa nueva para su familia; o de tantas personas que encontraron pareja, al amor de su vida, en plena pandemia, cuando era imposible conocer a alguien nuevo. Otra que se quedó embarazada a los 42 años cuando ya le habían dicho que no podía tener hijos, que no lo conseguiría, y que era incluso peligroso intentarlo, Tuvo un bebé sano al cabo de poco meses trabajando en su reprogramación.
Esos son solo ejemplos de muchos. Los resultados sí son muy rápidos, pero la manifestación final no es lo más importante, sino que toda la vida se vuelve más placentera porque recuperas esa confianza, esa autoestima, esa sensación de merecer, esa gratitud.
-Una de las primeras tareas es precisar el foco de los deseos que vamos a manifestar, háblanos de las dificultades en este punto: ¿por qué nos resulta tan difícil saber qué deseamos?
Sí, puede parecer difícil, pero es porque nuestro cerebro está programado para tener sesgos negativos y, por eso, tendemos a enfocarnos solamente en lo que no va, en lo que es peligroso, en donde puede ocurrir algo malo. Nuestro cerebro hace eso porque en la primera etapa de la humanidad necesitábamos estar todo el tiempo en alerta para defendernos de los peligros de la naturaleza, por ejemplo.
Lo que ocurre es que ahora seguimos teniendo parte de esa programación y, por lo tanto, la mayoría de las personas creen no saber lo que quieren, pero sí saben lo que no quieren.
Te puedo enseñar cómo darle la vuelta: escribe en un papel lo que no quieres. Por ejemplo: "No quiero este jefe que me habla mal" o "No quiero seguir trabajando en una oficina que está a más de dos horas de camino". Entonces le das la vuelta a esto y escribes lo mismo en positivo, en presente, y como si ya hubiera pasado. Siguiendo la misma línea: "Estoy muy agradecida por este jefe que me entiende", o "por ser mi propia jefa", o "por tener este trabajo en el que me siento muy valorada y muy cerca de mi casa".
Siempre es muy importante describir cuáles son las emociones que vas a sentir con esta nueva realidad, porque lo que sí sabes es cómo te quieres sentir: libre, satisfecha, agradecida, plena, valorada y tantas más.
-En tu experiencia con tantas personas que ayudas como coach, ¿has notado diferencias en lo que desea manifestar un hombre de lo que desea manifestar una mujer?
No he visto tanta diferencia porque, al final, todos queremos lo mismo. Yo hablo con mujeres porque nosotras, al haber crecido en una sociedad patriarcal, tenemos una parte de nuestras creencias específicamente relacionadas con el hecho de que hemos sido consideradas ciudadanas de segunda categoría durante siglos, milenios realmente.
Desde la democracia de la antigua Grecia, en el siglo V a.C., ya las mujeres no eran consideradas ciudadanas, imagínate entonces el nivel de creencias subconscientes que nosotras podemos llegar a tener, incluso transgeneracionales, que han pasado a lo largo de los años y a través de la cultura. Por ese motivo, las mujeres solemos padecer más del síndrome de impostora.
Las mujeres no acceden a un trabajo si no tienen 110 % de las habilidades que requieren, es decir, tienen que estar más cualificadas para un trabajo para atreverse a solicitarlo. En cambio, un hombre se va a atrever a acceder con un 60 % de las cualificaciones requeridas. Tenemos, en este sentido, mucho aún que sanar.
-Eres una fiel defensora del empoderamiento femenino, ¿Cómo puede ayudar la práctica de la Manifestación a que las mujeres evolucionen en su empoderamiento?
La manifestación permite a las mujeres que evolucionen en su empoderamiento, simplemente porque se trata de entender que eres la creadora de todo lo que deseas en tu vida y, por lo tanto, tienes una libertad tremenda de cambiar cualquier situación que no te gusta. Un gran trabajo de la manifestación es atreverse a sentir que eres merecedora, que es uno de los mayores bloqueos a la hora de manifestar.
Así, cuando aprendes a manifestar de forma consciente, ganas el sentirte merecedora, el saber quién eres, subir tu autoestima por las nubes, dejar de resignarte con las migajas que te dejan los demás, dejar de contentarte con "lo que toca" y buscar lo que realmente quieres.
Tengo muchas alumnas que han salido de relaciones tóxicas, incluso de violencia, gracias al amor propio que han ganado debido a su desarrollo personal con la manifestación, sin hablar de todas las que ahora se atreven a optar a puestos antes impensables, o se atreven a hacer su propio negocio, sintiendo que tienen una voz que aportar al mundo.
Siempre digo que los deseos que tenemos son solamente una excusa de nuestro ser superior, de nuestra alma, para que evolucionemos, porque es una motivación para convertirnos en quienes somos de verdad, porque somos mucho más grandes que lo que nos han dejado creer y ese es el gran regalo del empoderamiento. La manifestación es poder.
-Hablas de sanar a tu niña interior, pero la mayoría tratamos de evitar memorias o pensamientos que nos causan sufrimiento. ¿De qué se trata esto y cómo nos beneficia?
La niña (o el niño) interior es esa parte de nuestra psique que sigue viviendo dentro de todos nosotros y que ha integrado esos patrones limitantes que hoy nos siguen saboteando en la vida.
Si no llegamos a sanarla y a reprogramar esos patrones limitantes, nos mantenemos creando nuestra realidad desde la mente de esa niña herida de 8 años. Por eso es tan, tan importante hacer este trabajo de sanación interna de manera acompañada.
Yo lo hago con mis alumnas. Tenemos maneras de ir a menudo a esas ideas "olvidadas", que a veces no parecen tan traumáticas; en realidad pueden ser cosas pequeñas, como que alguna vez no te vinieron a buscar a la escuela porque tus padres se confundieron y te quedaste esperando una hora. Esto ha podido implantar dentro de ti la idea de que no eres merecedora de amor.
Y eso, a su vez, puede crear un reflejo en la manera de crear amistades, en la manera de confiar en los demás, en tu dificultad para crear relaciones sanas de pareja. Va así en todas las áreas de la vida. Entonces ahí debemos ir, y hay muchos ejercicios y terapias para hacerlo. Una de ellas es coger una fotografía de ti misma cuando eras niña y hablarle como te hubiera gustado que te hablaran.
-¿Cuáles son las principales lecciones que encontraremos en tu libro acerca de empoderamiento femenino?
Sería muy largo resumir, pero la principal lección es que eres creadora de tu vida y luego detallo cómo hacerlo. No hay nada más empoderador que crear la propia vida que quieres, la que deseas.
En segundo lugar, hablo mucho del miedo al juicio que nos bloquea y del miedo a tomar acción, de ese perfeccionismo que nos paraliza y cómo sanarlo; hablo de lo que llamo la "comparacionitis", que es nuestra tendencia a compararnos con los y las demás, cómo liberarnos de esta tendencia para realmente poder crear desde dentro lo que deseamos. Y también toco el tema de encontrar una visión. Para mí todo esto es empoderamiento.
-¿Nos podrías regalar una breve práctica o algún consejo para manifestar nuestros deseos?
Puedo dar una práctica que se realiza en dos pasos: primero escribe en un papel la realidad soñada en el área de tu vida en la que quieres trabajar como prioridad. Puede ser acerca del dinero, del trabajo o la pareja, o puede ser del ocio porque quieres más, eso también está bien.
Escribe esto de manera detallada en primera persona, como si ya hubiera acontecido. Realmente quiero que te lo pases bien mientras lo estás escribiendo, porque mientras escribes estás creando nuevas conexiones neuronales y estás creando esa creencia en tu mente de que, poco a poco, eso es posible. Le estás dando un foco a tu mente, a tu sistema de activación reticular, para que entienda que esto es importante para ti y que te enseñe maneras de conseguirlo.
Si te cuesta visualizar o meditar podrías volver a escribir este texto o un texto similar cada día, porque es más fácil concentrarte cuando escribes que cuando estás visualizando, o que cuando estás solo pensando. También puedes cerrar los ojos cada noche o cada mañana justo antes de despertar, que son los momentos en los que nuestras ondas cerebrales están más propicicias para la reprogramación cerebral, y visualizar lo que has escrito como si ya hubiera pasado.
Luego tienes que estar muy atenta a las oportunidades, atreverte a tomar acción. Aunque te dé miedo, esto es fundamental y hay que hacerlo cada día. No te arrepentirás.
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