Rosario Flores | Cantante

"A mí hay que verme en directo"

Rosario Flores.

Rosario Flores.

El 4 de noviembre del 63 trajo la eterna Lola Flores al mundo a Rosario, otra hija con el sello de calidad artístico incorporado en el ADN. Sus más de 30 años en la música le han valido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Tiene carrete porque no le pesan los 57 años, como sus fans podrán comprobar el 8 de agosto en Jerez en el Tio Pepe Festival, donde cantará Te lo digo todo y no te digo na, tema de su último disco.

–Con Antonio el Bailarín y Carmen Sevilla como padrinos estaba claro que iba a ser artista y no funcionaria de Correos, ¿no?

–Hombre, estaba cantado desde el primer momento.

–Va camino de los sesenta. ¿Cuándo piensa dejar de ser Rosarillo y convertirse en doña Charo?

–Voy camino de doña Rosario, pero no tengo conciencia de cómo se tiene que ser en función de los años. Me siento muy joven, tengo mucha energía y fuerza. Desde luego 57 años no son los 20, pero se está muy bien, ¿eh?

–Tras otorgarle la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2020, ¿debo tratarla de excelentísima?

–Así es... Excelentísima Rosario, mire qué bien suena.

–¿Se sienta ya en la mesa de los nobles en las cenas?

–De momento no. Me tienen que llamar para entregármela. Es muy especial porque es por toda tu carrera, lo que has cantado, viajado, un reconocimiento a ese esfuerzo desde que empecé en la música hace casi 30 años.

–Canta en Jerez el 8 de agosto en el Tío Pepe Festival. ¿Cómo la reciben en la casa de su madre?

–Imagínese, con los brazos abiertos y diciéndome "viva la madre que te parió, ole tu cara y tu cuerpo". A Jerez siempre voy con el gusanillo en el estómago porque, aparte de ser la tierra de mi madre, es donde más arte hay y me encanta mirarlos a los ojos porque soy una artista de escenario. A mí hay que verme en directo porque me comunico con la gente.

–El tema principal de su disco es Te lo digo todo y no te digo na. ¿Por qué todo y no to?

–Porque yo ya lo he dicho todo y tampoco ahora te digo na. Y no te digo na porque te lo he dicho todo. Quiero que la gente disfrute con mis canciones, si quieren bailar que se las pongan, si quieren llorar también, porque que la música es la mejor medicina para soltar las emociones.

–Hay mucha química en el videoclip con El Farru. ¿Se lo va a llevar de gira?

–Ojalá porque es un gran artista, pero él tiene su carrera. Aun así, tengo una sorpresilla. Yo muero con esa familia, los Farrucos son palabras mayores. A él le gusta el gipsy funky que hago y por eso conté con él para el vídeo. Me hizo una coreografía maravillosa.

–Jorge Drexler, Vanesa Martín, Amparanoia, Juan Magán, con estas colaboraciones tan dispares, ¿cómo define el disco?

–Lleno de fuerza, renovado, con una Rosario que sigue siendo ella, con su calentito y sus canciones sentías y un toquecito más actual.

–¿Qué es el arte?

–El aire, el respirar. No podría vivir de otra manera. Encima tuve unos padres que me lo enseñaron, fui a una escuela muy buena de arte, así que el arte para mí es mi vida, mi comida, mi respiración, el día a día.

–Estaba extremadamente delgada desde sus inicios, es casi una marca de fábrica suya. ¡Marcó tendencia!

–Fui la primera que salí con el ombligo al aire y siempre he tenido mi estilo. Estoy más madurita, pero mi esencia es la misma.

"Mi padre fue un gitano moderno, como mi madre, y los dos juntos eran una bomba explosiva"

–Dice una amiga que sus piernas son las más envidiadas de España, equiparables a las de Raffaella Carrà, que en paz descanse, o las de Tina Turner.

–Dígale que "ole y ole", me encanta el piropo. Siempre tuve un cuerpo muy bonito, he sido muy atleta y he hecho mucho ejercicio; en mi casa somos todos de constitución fuerte. Y he nadado mucho. Soy muy nerviosa y me he movido.

–Nada mucho en el mar. ¿Para cuándo un pique con David Meca?

–Ojú. Ahí no entro. Me gana por kilómetros.

–"Los flamencos tenemos muy buenas pieles y no nos arrugamos". ¿Los saraos dan más tersura que una cremita o que un spa?

–No sé, pero la gente de la música estamos todos muy jóvenes, será porque te da mucha fuerza y salud.

–¿La vida en Los Caños va más lenta que en Madrid?

–Cuando vengo, que siempre es después de trabajar, el descanso es de paraíso. Sólo con escuchar los pajaritos ya tengo suficiente.

–Aquello de "ni canta ni baila, pero no se la pierdan" dedicado a su madre parece una crítica pero es el mayor elogio posible.

–Eso dio la vuelta al mundo. Y, claro, no se la pierdan porque no había nadie igual a ella en el mundo.

–Ella es citada como pionera del feminismo pero hay que romper una lanza por su padre, que siendo un artistazo le dejó a Lola Flores todos los focos.

–Sí, señor. Era el músico y el artista de su familia, mi madre estaba loca por su age. A todos nos enseñó él, mi base musical es de mi padre. Fue un gitano moderno, como mi madre, y los dos eran una bomba explosiva. Sus hijos no podíamos ser otra cosa de lo que hemos sido.

–¿Qué conserva la dinastía Flores de Andalucía? Da la impresión de que están madrileñizados.

–En mi casa siempre hubo mucho de Andalucía: la señora que me cuidaba, las comidas... Me siento sureña. Pero nací y me crié en Madrid. Tengo las dos partes.

–Su hermano Antonio murió sin cumplir los 34. ¿Qué perdió la canción española con su desaparición?

–Un poeta impresionante y un pedazo de artista. No le quiero ni contar lo que hubiéramos hecho en la música si se hubiera quedado.

–Un lío gordo.

–No me imagino las canciones que habría hecho.

–¿Por quién apretaría antes el botón en La Voz Kids: Joselito o Marisol?

–Qué difícil, Dios mío. Esa Marisol, con esa cara y esa sonrisa era para comérsela, pero como no los ves. Joselito también cantaba de cine. No sé qué habría hecho, los dos eran grandes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios