"Los gordos se divorcian menos que los delgados"
-¿Le costó mucho convencer al lector español?
-Tuve que convencer primero a mi editora, Clara Sabriá, que en octubre de 2009 se puso con mi dieta y en Navidad había perdido doce kilos. Entonces se decidió a publicar el libro.
-Dicen que en Francia salió sin pena ni gloria...
-Así fue, sin mucho ruido, pero después No consigo adelgazar llegó a vender más que Harry Potter.
-¿Son libros de autoayuda?
-Y de ayuda a los demás. El alcalde de Nueva York está muy sensibilizado por los índices de obesidad en su ciudad y extremó las medidas con las máquinas expendedoras de refrescos.
-Usted es médico, como monsieur Bovary...
-Ya quisiera haber escrito Madame Bovary.
-Dicen que de la pareja de cómicos, el Flaco (Oliver Hardy) cobraba mucho más que el Gordo (Stan Laurel)...
-No creo que fuera por eso. Sería más inteligente.
-¿Engordar o adelgazar es asunto de inteligencia?
-Depende del mundo donde vivamos. Después de la Segunda Guerra Mundial, los pobres son más gordos que los económicamente más pudientes. En Estados Unidos los negros y los hispanos son porcentualmente más pobres y también más gordos. Antes de la guerra ocurría a la inversa. En un mundo donde resulta difícil vivir, se consuelan con el consumo de azúcar.
-¿Cómo se logra un peso ideal?
-No es cuestión de nutrición, es una cuestión más mental. Se produce una asimilación de alimentos como factor de recompensa. Tiene mucho que ver con la serotonina, que va a una parte del sistema nervioso y se instala en el hipotálamo.
-¿Comer es una necesidad o un placer?
-Hay una serie de factores entre los que podemos mencionar la sexualidad, tener una casa, una familia, los amigos. Cuando la persona no consigue suficiente serotonina por esas vías, come para obtenerla por otros medios.
-Dice en La pastelería Dukan que el chocolate es un problema. El político Alfonso Guerra dice que es su único pecado...
-No creo que nadie peque con el chocolate. Es el más psicotrópico de los alimentos, el más mítico de todos. Una combinación de azúcar, materia grasa y cacao que genera una sustancia llamada fenietolamina que es excitante, estimulante.
-¿Qué le parece la dieta literaria de la magdalena de Proust?
-Cuando era joven, las comía, pero sin azúcar.
-Los franceses se cebaron con la mala fama del gazpacho...
-Dicen que era un alimento de la gente pobre que tenía mucho pan.
-¿Su autor favorito?
-Le voy a contar una historia real. Pasé mi infancia en Argelia. Un día estaba en la biblioteca de Argel y vi a un hombre cuyo rostro me resultaba muy familiar. Era Albert Camus. Fui corriendo a casa y volví con un ejemplar de El extranjero para que me lo firmara. Ya le habían dado el Nobel, pero en Argelia era muy poco conocido.
-¿Qué elegiría, Nobel de Medicina o de Literatura?
-Prefiero el de Literatura. Antes de empezar Medicina, estudié Filosofía.
-¿Cuántos lectores siguen la dieta Dukan?
-Por lectores, 34 millones en todo el mundo.
-¿Muchos enemigos?
-Normal cuando tienes un poco de éxito.
-¿Por qué engordó tanto Gerard Depardieu?
-Por un mal vivir, una gran sensibilidad y problemas de afrontar el futuro. Prefiere vivir más y rápidamente que vivir mucho. Es un actor inmenso y me consta que personas de su entorno le recomendaron que fuera a ver al doctor Dukan, pero nunca vino.
-¿Ha desaparecido la imagen del gordo honorable, tipo Churchill, Orson Welles o Lezama Lima?
-Orson Welles fue gordo toda su vida, pero hay casos enfermizos. Marlon Brando era uno de los hombres más atractivos de Hollywood y al final empezó a engordar por el alcohol y las drogas. Hay maneras de vivir y de no morir.
-Su receta de barra de cereales con mandarina y chocolate suena a un cuadro de Gauguin...
-Me gusta más Van Gogh.
-En Francia tituló uno de sus libros Ellos las prefieren redondas...
-Redondas quiere decir gordas, pero no demasiado. Es una forma de referirme a la felicidad. Yo tengo unas estadísticas muy personales, nada científicas, de las cuarenta mil personas que pasaron por mi consulta. Las personas que son gordos, no demasiado, se divorcian menos que las delgadas o muy delgadas.
-¿La lucha contra la obesidad es global?
-La Organización Mundial de la Salud está en esa lucha, pero poco puede hacer. Es evidente que una persona desgraciada consume más que una persona feliz. Y estamos en un mundo de consumo.
-¿La dieta de Freud?
-No. Freud y Lacan trabajan con el individuo, no sobre el colectivo, del que se han ocupado más Marcuse o Marx.
-¿El vino es un hándicap?
-Lo es si se quiere adelgazar rápidamente.
-¿Los ciclistas del Tour van a su consulta?
-Trabajo con dos tipos de deportistas, los boxeadores, que si ganan peso pierden la categoría, y los jinetes de caballos.
-Ya es tan popular en Francia como Zidane o Sarkozy...
-Los deportistas cuando interrumpen su actividad, toman peso, pero Zidane pesa siempre lo mismo. A Sarkozy no lo conozco. A Hollande sí. Perdió 17 kilos con mi dieta y ha dicho alguna vez que le debería pagar royalties por la propaganda de mi dieta.
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