Aznar y Rajoy arroparán a Casado en la convención nacional del PP en Valencia
Partido Popular
Los dos ex presidentes intervendrán en una de las mesas de debate del ‘cónclave’ entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre
Hace dos años y medio que no se ven las caras, la frialdad entre Mariano Rajoy y José María Aznar es palmaria y se evidencia cada una de las raras veces que coinciden en público los dos ex presidentes del Gobierno, que volverán a tener que cruzarse para arropar a Pablo Casado en la convención nacional del PP que se celebrará del 27 de septiembre al 3 de octubre en Valencia.
El secretario general, Teodoro García Egea, ha confirmado este miércoles que ambos tendrán voz en una de las mesas de debate que el partido prepara para relanzar el proyecto de Casado, y que abordarán muy diversas cuestiones, desde el feminismo hasta la regeneración democrática.
Aznar y Rajoy representan a las dos almas que conviven en el PP. El madrileño, la más neoliberal; el gallego, la más tecnócrata. Y nunca se han preocupado de disimular sus diferencias. Ya intervinieron en el cónclave popular de 2019, aunque lo hicieron en días diferentes para evitar coincidir y Casado se vio privado de la foto de familia, aunque Génova puso el foco en que lo relevante era el doble respaldo de pro al líder de los populares en un momento especialmente crítico por la fragmentación del centroderecha, que basculaba entonces entre el fulgurante ascenso de Ciudadanos y la irrupción de Vox.
Egea no ha desvelado si el PP ha invitado o no al ex líder de la formación naranja Albert Rivera a la convención, aunque ha difuminado la posibilidad de que asista señalando que “hay personas como Albert que pasaron por la política y que ahora están concentrados en otra actividad profesional”.
Rivera parece no querer involucrarse en demasía con el PP, para el que ya trabaja como abogado en varios recursos. También declinó el pasado julio participar en la convención de su antiguo partido, que fundó y dirigió durante trece años y que está inmerso en la lucha por la supervivencia después de su caída en picado tras rechazar en abril de 2019 la oferta del PSOE de gobernar en coalición y que acabó con Pablo Iglesias y otros cuatro miembros de Unidas Podemos sentados en el Consejo de Ministros tras la debacle electoral de Cs, que pasó de 57 a 10 escaños entre abril y noviembre en las sendas elecciones generales de ese año.
Tres años antes, tras un largo historial de desencuentros, Aznar había roto con Rajoy y renunciaba al cargo de presidente honorífico del PP.
La relación entre ambos nunca fue fácil, pero se recrudeció especialmente después de que la fundación de Aznar, FAES, aparato ideológico del PP durante más de 25 años, calificara al PP de acomplejado a rebufo del relato de sus adversarios.
La relación está tan sumamente deteriorada que Aznar y Rajoy han coincidido en algunos actos en los que ni siquiera se han mirado y Casado quiere ser el pegamento que los aglutine.
La victoria de Casado en el congreso del PP en 2018 fue leída como un giro a la derecha del delfín de Aznar, pero el mentor del jefe de la oposición también ha puesto distancia con su antaño protegido con críticas a su “manifiestamente mejorable” gestión.
Aznar también trata de recomponer la fractura con Vox que provocó Casado en la moción de censura que presentó contra Sánchez hace un año y en la que el líder del PP dinamitó los puentes con los de Santiago Abascal, pese a su maridaje en decenas de ayuntamientos y algunas autonomías, como la andaluza sin ir más lejos. Así, el ex presidente del Gobierno apuesta por la reconciliación con la formación ultraderechista para que en Moncloa vuelva a ondear la bandera conservadora.
En lo único en lo que Aznar y Rajoy han sido un todo uno ha sido en su declaración como testigos en el juicio celebrado el pasado marzo al ex tesorero del PP Luis Bárcenas sobre la caja B del partido. Ambos negaron categóricamente haber recibido sobresueldos con dinero de una contabilidad extracontable.
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