"El Consejo no tiene que trasladar a su seno las batallas políticas"

El juez Miguel Carmona Ruano afirma que una de las grandes tareas del nuevo órgano de gobierno será el cambio de la oficina judicial para evitar que se repitan casos como el de Mari Luz

El magistrado Miguel Carmona, fotografiado en su despacho de la Audiencia de Sevilla.
El magistrado Miguel Carmona, fotografiado en su despacho de la Audiencia de Sevilla.
Jorge Muñoz / Sevilla

10 de septiembre 2008 - 05:05

El magistrado Miguel Carmona Ruano, candidato a vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), explicó ayer que formar parte del máximo órgano de gobierno de los jueces constituye una "responsabilidad y un reto importante" porque, según dijo, con el nuevo consejo se ha generado "una expectativa de cambio" para que la institución pueda acometer una reforma de la Justicia.

Miguel Carmona, que ha sido propuesto por el PSOE y que durante 16 fue presidente de la Audiencia de Sevilla, no está de acuerdo con las criticas sobre la politización del nuevo Consejo tras el acuerdo alcanzado entre los partidos políticos. "Lo que tiene que quedar claro es que el CGPJ no es un tribunal de Justicia; es un órgano constitucional de gobierno, que tiene un sistema concreto de designación".

Carmona añade que "el Consejo tiene una función política importante y tendrá que hacer política judicial, procurando el consenso entre los 20 vocales". Pero esa función de política judicial debe ser ajena a los partidos, en opinión de Carmona, que pertenece a la asociación progresista de Jueces para la Democracia (JpD), de la que llegó a ser su portavoz nacional. "Es deseable que este Consejo no se meta en charcos que no le corresponden. El Consejo General del Poder Judicial tiene que ser un órgano con autonomía de los demás poderes y no tiene que trasladar las batallas políticas a su seno. Creo que todos los vocales que vamos al nuevo Consejo tenemos claro que no tenemos que hacerlo", asevera Miguel Carmona.

Uno de los primeros asuntos trascendentes que el próximo Consejo abordará es la posible sanción al juez Rafael Tirado por los errores del caso Mari Luz, dado que la Fiscalía recurrirá ante este órgano la sanción que hoy le impondrá la Comisión Disciplinaria. Aunque el magistrado elude pronunciarse sobre el caso, precisamente porque en el futuro puede tener que resolver sobre el mismo como miembro del Pleno, sí que distingue tres aspectos: "El primero es que en el hecho criminal de la muerte será un tribunal el que determinará la culpabilidad. Segundo, los fallos del sistema judicial se pusieron de manifiesto no sólo por el caso Mari Luz. Y tercero, sobre las responsabilidades en las que haya podido incurrir el juez, la secretaria o los funcionarios, habrá que examinar las alegaciones de cada uno".

En cuanto al debate abierto sobre el cambio de modelo de responsabilidad disciplinaria de los jueces, Carmona dijo que actualmente "hay un sistema que tiene que asegurar que cuando un juez cometa una falta responda por ello y un juez responde en la medida que está contemplada en la ley. El CGPJ tiene que asegurar que no se ponga en entredicho la independencia judicial".

Cuando estalló el escándalo del caso Mari Luz, el ex presidente de la Audiencia de Sevilla afirmó que lo ocurrido ponía de manifiesto los fallos estructurales de un sistema judicial que "hace aguas por todas partes". El futuro vocal considera que una de las grandes tareas de la institución consiste en el "cambio de modelo de oficina judicial", aunque advirtió de que en esta materia hay "un reparto de funciones entre el Ministerio, las Comunidades Autónomas, y el CGPJ tiene que velar para que no haya compartimentos estanco".

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