El Gobierno español ha ofrecido a Mauritania aviones y helicópteros de la Guardia Civil que trabajan en el país africano en el control de la inmigración ilegal para participar en el dispositivo de búsqueda de los tres cooperantes secuestrados ayer e impedir que crucen la frontera.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, destacó desde Estoril, donde participa en la Cumbre Iberoamericana, la complejidad de controlar y rastrear el desierto en el que se ha producido el secuestro, pero hizo hincapié en el total compromiso de los gobiernos de Mauritania y de Mali, fronterizo con el primero.

De hecho, las autoridades malienses se han comprometido a permitir, si es necesario, que las fuerzas de seguridad mauritanas entren en su territorio "ejerciendo el derecho de persecución para lograr la liberación de nuestros nacionales", añadió Moratinos.

Tras calificar el secuestro de "desgraciado, dramático e inaceptable", el jefe de la diplomacia española destacó el dispositivo aéreo y terrestre de "rastreo, investigación y búsqueda" que ha puesto en marcha el Gobierno mauritano para evitar que los secuestradores se trasladen a otro país.

En una carretera

Según su relato de los hechos, el secuestro tuvo lugar en la carretera que une la capital mauritana, Nuakchot, con la localidad de Naudibu, por la que transitaba la caravana humanitaria de la ONG Barcelona Acció Solidària (BAS).

Sobre las 19.30 horas de Mauritania (misma hora GMT), al hacer un balance de seguridad, se percataron de que faltaba el último de los vehículos del convoy y, al volver sobre sus pasos, lo encontraron vacío y con las puertas abiertas.

Pudieron comprobar también la existencia de huellas de otro vehículo en dirección al desierto.

Son precisamente esas huellas, según Moratinos, las que llevaron al presidente mauritano, Mohamed Uld Abdelaziz, a informar al Gobierno español de que "todo parece indicar" que el autor del secuestro es el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), aunque no se pueda confirmar de manera definitiva.

El ministro recordó que, por el momento, nadie ha reivindicado la acción y los secuestradores no se han puesto en contacto ni con las autoridades ni con los familiares, silencio que atribuyó al dispositivo militar de seguridad desplegado.

En cuanto los miembros de la caravana se pusieron en contacto con la Embajada de España en Nuakchot, añadió Moratinos, comenzaron las gestiones del Gobierno español, encabezadas por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros de Exteriores y de Interior.

El resto de la expedición, en un hotel

El primer objetivo fue garantizar que el resto del convoy volvía en condiciones seguras a Nuakchot, donde los cooperantes pasaron la noche alojados en un hotel, e "iniciar todas las gestiones para la rápida liberación de los secuestrados".

Moratinos habló ayer por la noche con el presidente Mauritano, Mohamed Uld Abdelaziz, y, según señaló, éste le brindó toda su colaboración para rescatar a los cooperantes "lo más rápidamente posible", sin escatimar "ningún esfuerzo".

Cuando Moratinos pudo ponerse en contacto con el presidente de Mali, éste ya había hablado con Uld Abdelaziz.

Los tres gobiernos han puesto en marcha un mecanismo de cooperación permanente.

En ese contexto incluyó el ofrecimiento español de que aviones y helicópteros de reconocimiento de la Guardia Civil participen en el operativo de búsqueda y la autorización maliense para que las autoridades mauritanas penetren en su territorio si es necesario.

Según explicó, en estos momentos se trabaja con Mauritania, que es quien ha organizado el operativo, para analizar "el momento y la forma" del despliegue de los medios de la Guardia Civil, dedicados habitualmente a la vigilancia costera.

El secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, y el de Exteriores, Ángel Lossada, se encuentran fuera de España, pero, según explico Moratinos, están coordinando todas las actuaciones en marcha para facilitar esa cooperación.