España fletó 148 vuelos de repatriación en 2013 para deportar a 3.111 inmigrantes

Aumentan las expulsiones de extranjeros en situación irregular mientras se reducen las de delincuentes.

España fletó 148 vuelos de repatriación en 2013 para deportar a 3.111 inmigrantes
Europa Press, Madrid

17 de junio 2014 - 11:24

España fletó en solitario o en colaboración con la Agencia Europea de Control de la Frontera Exterior (Frontex) 148 vuelos de repatriación el año pasado con los que se deportó a 3.111 inmigrantes, en su mayoría a Marruecos vía Ceuta, según el informe anual del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), es decir, el Defensor del Pueblo.

En total, España participó en 18 vuelos conjuntos organizados por distintos países de Frontex con los que deportó a 445 personas a destinos como Lagos (Nigeria), Islamabad (Pakistán), Tirana (Albania), Tiflis (Georgia), Quito (Ecuador), Bogotá (Colombia) o Kiev (Ucrania). Asimismo, fletó mediante la Comisaría de Extranjería y Fronteras 15 vuelos internacionales en solitario, que llevaron a 648 inmigrantes a Nigeria, Senegal, Ghana, Mauritania, Colombia, Ecuador y República Dominicana en distintas fechas del año pasado. Todos salieron de Madrid y siete hicieron escala en Tenerife, Las Palmas y Málaga.

No obstante, el grupo mayor de vuelos fue el que organizó el Ministerio del Interior para deportar inmigrantes a Marruecos vía Ceuta. El año pasado se fletaron 89 aviones desde Madrid que tras hacer escala en Jerez, Algeciras o Barcelona acabaron en la ciudad autónoma. De este modo se expulsó a 1.807 inmigrantes. La misma práctica se siguió en Melilla. Interior fletó a lo largo del año 26 vuelos que deportaron a 210 personas por esta ciudad autónoma, tras salir de Madrid y hacer escala en Almería, Barcelona o Jerez, según el pormenor de datos que ofrece el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.

La Comisaría de Extranjería y Fronteras se sirve asimismo de barcos para ejecutar deportaciones, en concreto, las de los ciudadanos argelinos. 779 personas fueron trasladadas así en 79 barcos hasta el país magrebí, 198 en la ruta Alicante/Orán; 552 en la de Almería/Ghazaouet y 29 en la de Almería/Orán.

Una delegación del MNP viajó en uno de los vuelos de repatriación con destino Quito/Bogotá, que deportaba a 35 ecuatorianos y 56 colombianos. El informe detalla que no se produjeron incidentes, aunque indica algunas deficiencias, como la falta de reconocimiento médico de todos los repatriados, la ausencia de equipos de reanimación en el avión o la falta de un lugar adecuado para cachear a estas personas y esperar con ellas al embarque. El año pasado la Dirección General de Policía registró seis incidentes en vuelos de repatriación y tres en los barcos con destino a Argelia, todos por resistencia de la persona que iba a ser deportada, según apunta el informe.

El trabajo del MNP destaca que el año pasado se ejecutaron 13.986 repatriaciones de inmigrantes, de las que 5.002 fueron devoluciones de personas interceptadas en puestos fronterizos no habilitados. Además, se expulsó a 1.402 personas cuyo único delito fue la estancia irregular en España, un 6,13% más que en 2012, mientras se redujo un 13,93% la expulsión de delincuentes extranjeros, las llamadas "expulsiones cualificadas", hasta los 7.582 casos.

Por otra parte, un total de 9.002 inmigrantes fueron privados de libertad el año pasado en alguno de los siete Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que funcionan en España, y de ellos, el 47,51% acabaron en libertad porque las autoridades no consiguieron expulsarles del país, objetivo para el que están previstas estas instalaciones policiales de carácter no penitenciario.

El informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura da cuenta de las 60 visitas que realizó la institución a lugares de privación de libertad, entre los que figuran los CIE de Barcelona, Madrid, Murcia, Tarifa y Valencia y las salas de inadmitidos y solicitantes de asilo del aeropuerto de Barajas. Sobre los CIE, el informe revela que la Policía Nacional efectuó el año pasado 49.406 detenciones de inmigrantes por infracciones de la Ley de Extranjería, un 17,07% menos que el año anterior. Madrid encabeza la lista, con 13.607 detenciones de este tipo, seguida de Andalucía, 8.061, Cataluña, 5.975; Ceuta, 4.836; Comunidad Valenciana 3.882; Melilla 2.653 y País Vasco, 2.138. De estas más de 49.400 detenciones, 9.002 personas acabaron ingresando en un centro de internamiento, desde donde sólo se materializó la expulsión de 4.726, "a pesar de que con la medida de internamiento se pretende asegurar la repatriación efectiva del ciudadano extranjero", tal y como explica el MNP.

Destaca el caso del CIE de Las Palmas (Gran Canaria), desde donde sólo se expulsó a uno de cada cuatro internos el año pasado, cuando fueron 212 personas las recluídas. Por contra, el centro con más tasa de expulsiones es el de Tenerife, desde donde se deportó al 87,87 por ciento de los 99 internos, un 67% más que el año anterior. En el de Murcia, el 66,53% de los 1.013 inmigrantes retenidos, todos varones, acabaron deportados. En el de Valencia, donde se internó a 916 personas, de las que más de un centenar eran mujeres, la tasa de expulsión fue del 63,64%, un 17% menos que en 2012. Mientras, en el de Madrid, que retuvo a 2.694 personas (238 mujeres) a lo largo del año, el 59,35% acabaron en un vuelo de repatriación, y en Barcelona, con 1.584 internamientos, los expulsados fueron el 46,96 del total. Por último, en el CIE de Algeciras, la tasa de deportaciones rondó el 40%. Por allí pasaron en 2013 un total de 2.324 hombres y 160 mujeres.

En cuanto a las nacionalidades de los inmigrantes, varían en función del centro de internamiento, pero en términos generales, los grupos más amplios son marroquíes, argelinos, senegaleses, cameruneses y nigerianos. No obstante, por los CIE también pasaron personas procedentes de países en conflicto, como Malí, con 592 internos. Asimismo, figuran ciudadanos de Irak, Afganistán, Sierra Leona, República Centroafricana, Guinea, Somalia, Kenia, el Sáhara, Costa de Marfil e incluso europeos, como rumanos o polacos. Destaca que en Madrid consta como tal un apátrida, pese a que una persona sin patria no puede ser deportada a ningún lugar.

También sobre los CIE, el informe detalla que persisten muchas de las "deficiencias" apuntadas en trabajos anteriores, en especial, el servicio sanitario, gestionado por una empresa privada, sigue sin ser permanente y tampoco se han suscrito los conciertos necesarios para la atención de especialistas. Asimismo, los historiales médicos no están homologados con la normativa vigente, no se registran las demandas de asistencia ni las citas programadas, no se garantiza la intimidad de los pacientes, no se esfectúan sistemáticamente analíticas para detectar drogas o enfermedades infecciosas y el idioma "sigue siendo un obstáculo para la comunicación fluida entre los servicios sanitarios y los internos".

Sin embargo, también se dan otras deficiencias, como la ausencia generalizada de folletos informativos en distintos idiomas sobre el derecho de asilo, que no se fotografíen las lesiones que refieren los internos a efectos judiciales, que no se informe a los internos del momento de su expulsión o que sigan conviviendo delincuentes con personas en situación irregular en las mismas instalaciones.

Por otra parte, en cuanto a las salas del aeropuerto de Barajas donde los solicitantes de asilo esperan resolución y permanecen los extranjeros cuya entrada en España no ha sido autorizada, el MNP llama la atención sobre el incumplimiento del plazo máximo de retención, 72 horas según la ley salvo que un juez lo autorice. Al menos 162 personas en el año 2012 y 101 en 2013 permanecieron allí más de 72 horas, y en general, los solicitantes de asilo pasan más de tres días en estas salas. "Durante este período de tiempo, las personas que permanecen en la T4 satélite carecen de luz natural y, tanto estas como las que permanecen en la T1 no pueden salir al exterior", recuerda el informe. Además, detalla que las entrevistas con potenciales víctimas de trata no se realizan en un espacio adecuado, no se graban las entrevistas que se utilizan para determinar la inadmisión en territorio nacional, la asistencia médica no garantiza la intimidad del paciente y no hay cámaras que filmen los casos en los que los agentes consideran necesario "aislar" a alguno de los extranjeros.

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