Laura Mintegi: "Rajoy puede acabar a corto plazo con la violencia en Euskadi"
La dirigente 'abertzale' afirma que la sociedad vasca se rebelaría ante cualquier amago de regreso de ETA.
La portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, cree que el Gobierno de Mariano Rajoy puede acabar "a corto plazo" con el ciclo violento vivido en Euskadi porque "ETA quiere entregar las armas", pero espera una interlocución para saber "a quién y en qué condiciones entregarlas", además de hablar de víctimas y presos.
La representante de la coalición soberanista EH Bildu, integrada por la izquierda abertzale, Aralar, EA y Alternatiba (escisión de EB), resume en una entrevista los pasos que a su juicio deben darse para "terminar con el último grupo armado que hay en Europa" y consolidar la paz en el País Vasco, tras más de 50 años de violencia.
En su opinión, la solución es "sencilla" si los gobiernos español y francés abandonan su "intransigencia" y establecen un calendario sobre víctimas, presos de ETA y entrega de las armas.
Los ejecutivos de Madrid y París "primero tienen que reconocer que tienen un problema político" con este conflicto, en el que ha habido más de mil muertos, y "con un proceso de paz que no está concluso".
A este problema "político" se le tienen que dar "soluciones políticas" y el Gobierno de Mariano Rajoy "no lo tiene tan difícil", según Mintegi, porque ETA "ha decidido unilateralmente cesar su actividad, ha dicho que quiere entregar las armas y quiere saber a quién entregárselas y en qué condiciones".
"Cualquier gobierno del mundo que tuviera un conflicto armado durante tantos años estaría encantado de poder encontrarse en esta situación y me parece una irresponsabilidad política enorme tener la política del avestruz y hacer oídos sordos a una solicitud de finalización de lucha armada", opina Mintegi.
La portavoz de EH Bildu cree que "esto se puede hacer en un plazo corto, de una manera ordenada" y además con el apoyo de "un 70% de la población del País Vasco, que ha pedido finalizar este conflicto sin vencedores ni vencidos y con una gran generosidad política" para lograr "una paz con memoria".
Mintegi recalca que "la paz nunca puede ser autista o desmemoriada", por ello reconoce que éste es "un proceso duro" por el "sufrimiento tan enorme que ha habido y sigue habiendo". Considera que en este proceso "todo el mundo se tiene que retratar" y asumir su parte de responsabilidad porque "por acción u omisión todo el país está involucrado" en la violencia, aunque unos hayan tenido más responsabilidad que otros.
La dirigente vasca aclarado, no obstante, que ha habido "muchos tipos de violencia", la "armada, la jurídica, la negación de derechos, la negación de torturas o de secuestros".
Mintegi estima que la garantía de que se acabe definitivamente con esta situación "es la propia sociedad vasca, que no va a permitir que empiece un proceso violento por parte de un grupo armado, pero tampoco va a permitir que ese ciclo violento no finalice por un Estado que se niega a ello".
Insiste en que la sociedad vasca está exigiendo en "manifestaciones masivas" que se acerque a los presos de ETA a cárceles próximas a sus lugares de origen y que se les aplique la ley en sus términos más estrictos. Asimismo, recuerda que si así se hace "más de la mitad" de los reclusos de la organización terrorista "tendrían que estar en la calle".
"La sociedad ha creado las primeras bases de la convivencia porque todo el mundo quiere vivir en paz. ¿Y qué falta? Finalizar. ¿Cómo se termina? Con víctimas, presos y entrega de armas. Y eso se hace reconociendo al de en frente y hablando, estableciendo plazos, procesos y haciendo un calendario. Eso es lo que falta por hacer", puntualiza Mintegi.
Ese proceso es, a su modo de ver, "realmente sencillo" pero choca con la "actitud intransigente de dos gobiernos que insisten en detener a políticos por su actividad política y en mantenerlos en la cárcel", como es el caso del ex portavoz abertzale Arnaldo Otegi y de otras personas, aunque Francia ya ha puesto en libertad a la ex dirigente francesa de Batasuna Aurore Martín.
Si se acaba con esa "intransigencia" y se pone en marcha un calendario de actuaciones, Mintegi cree que el problema podría solucionarse de manera definitiva.
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