El presidente del Congreso, José Bono, se mostró ayer partidario de que, ante el actual momento económico, la Cámara Baja tenga un criterio de "máxima austeridad" en su presupuesto de 2009, incluyendo el sueldo de los diputados, una propuesta que ha sido bien acogida no sólo en las filas socialistas sino también desde las populares.

Tanto el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, como la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, coincidieron en que la congelación salarial se entiende como una "subida cero".

Sáenz de Santamaría no dejó pasar la oportunidad para recordar que el líder de su partido, Mariano Rajoy, ya hizo esta propuesta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado mes de julio y éste lo rechazó. Asimismo, la portavoz del primer partido de la oposición informó de que el pasado martes el Grupo Popular registró un documento con la propuesta de este plan de austeridad en el que se vuelve a incluir esta medida, con lo que se muestran "satisfechos de que una iniciativa del PP cuente con el voto de Bono".

Los partidos nacionalistas presentes en el Congreso también recibieron positivamente la propuesta del presidente de la Cámara, aunque la matizaron.

Para CiU, es necesario poner en marcha otras iniciativas con el fin de mitigar los efectos de la situación económica.

El PNV incidió en que la congelación salarial es una medida "testimonial" en un contexto económico que exige el desarrollo de un plan "serio y riguroso".

El portavoz de ERC, Joan Ridao, abogó por medidas "más efectivas" que reactiven la economía y protejan a los más desfavorecidos.

La propuesta que lazó ayer el presidente de la Cámara Baja se formalizará el próximo 15 de septiembre en la reunión conjunta de las mesas del Congreso y del Senado cuando se inicie el estudio de los Presupuestos Generales del Estado de 2009.