En medio de la polémica por la supuesta existencia de unos 'servicios secretos' a las órdenes del Gobierno de la Comunidad de Madrid, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, se destapó insinuando la posible implicación del Ministerio del Interior en los seguimientos realizados a varios altos cargos de los populares. Unas declaraciones que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, atajó poco después: "Saben muy bien a quién tienen que mirar desde Génova, que asuman responsabilidades". Además, desde la Dirección del PP se emitió un comunicado en el que se advirtió de que si se confirma el espionaje se derivarían responsabilidades judiciales y políticas.

González Pons consideró que quien está detrás de la investigación "no necesariamente tiene que ser" parte del PP, porque "estamos hablando también de fuerzas parapoliciales con vinculación a las fuerzas policiales, porque la comprobación de la propiedad de un vehículo a partir de una matrícula no se puede hacer sin la connivencia de Tráfico e Interior". "El Ministerio del Interior también tiene que empezar a dar alguna explicación y el fiscal a investigar", remachó el dirigente popular.

Poco después, el presidente del Gobierno, en rueda de prensa junto a su homólogo portugués, era interrogado sobre este asunto. "Los ciudadanos han podido leer y escuchar estos días cosas realmente asombrosas en torno a los presuntos espionajes que se producían en el ámbito de instituciones de Madrid", señaló Zapatero, antes de añadir, "pero vamos de asombro en asombro, ahora dicen desde la Dirección del PP que se mire al Ministerio del Interior". "No", zanjó el jefe del Ejecutivo.

"Saben muy bien a quién tienen que mirar desde Génova, que miren a quien tienen que mirar, que asuman responsabilidades, que tome decisiones la Dirección del partido. Y, por favor, un poco de rigor, un poco de rigor y de seriedad", aseveró Zapatero, que acusó a "algunos" de, en "su práctica política" hacer "chistes malos", cuando "estamos en un tema muy serio". En cualquier caso, la insinuación de González Pons no tuvo mucho efecto en sus propias filas, donde no se plantean llevar este asunto al Congreso de los Diputados.

Tampoco el propio consejero de Presidencia, Interior y Justicia, Francisco Granados, y que, según González Pons, "lo está pasando mal" porque "dice que se ha montado un gran montaje periodístico contra él", dio crédito a la implicación de Interior. "No tengo ninguna sospecha de que el Ministerio del Interior nada tiene que ver con ningún seguimiento ni al señor Manuel Cobo ni al señor Alfredo Prada, pero es que además no tengo ninguna constancia de que estos seguimientos se hayan producido", dijo el consejero.

Mientras, desde la Dirección del PP, el líder del partido, Mariano Rajoy, ha dado instrucciones a la secretaria general de la formación, María Dolores de Cospedal, para que se recabe toda la información sobre el caso, con el fin de aclarar lo ocurrido hasta "los últimos extremos" y se puedan adoptar "las medidas pertinentes". En un comunicado emitido por la tarde, los populares recalcan que "de confirmarse estas informaciones, nos encontraríamos ante unos hechos gravísimos y unas actuaciones inadmisibles en su naturaleza, independientemente de su origen".

"La práctica de escuchas o seguimientos ilegales repugnan al PP y a su presidente, como ha quedado acreditado en su larga trayectoria pública", continúa el comunicado, que añade que "los hechos publicados, de confirmarse, darían lugar a responsabilidades en el ámbito de la Justicia, de la que instamos una actuación inmediata". "Igualmente, se derivarían, en su caso, responsabilidades de carácter estrictamente político, que el PP exigiría con absoluta firmeza y determinación", concluye.