El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha asegurado que el precio del retrato de su antecesor en el cargo, José Bono, no es "una exageración" y se encuentra "en la línea" de lo que han costado los demás.

Preguntado por los periodistas cuando ha terminado la sesión plenaria, el presidente de la Cámara se ha referido a la próxima colocación del retrato de Bono, cuyo precio se ha situado en los 82.600 euros, aunque en un principio el coste se elevó a los 94.000.

También tiene presupuesto el de otro ex presidente, Manuel Marín. Serán unos 24.700 euros, un precio más bajo debido en gran parte a que su retrato será una fotografía y no una pintura, el formato que ha elegido Bono para continuar la costumbre de las semblanzas de los demás presidentes del Congreso. Posada, para quien el coste del de Bono no difiere en exceso del de otros retratos, ha explicado de paso el procedimiento: "Lo normal es que cada presidente elija un artista para que le haga un cuadro dentro de esa tónica que han tenido todos los presidentes".

Pero con una excepción, la del propio Marín, pues él se ha decantado por una fotografía de Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía, entre otros reconocimientos. El actual presidente del Congreso ha salido en defensa de la elección de Marín, ya que además conlleva un precio "más barato", pero acto seguido ha insistido en que cada cual elige el formato que le parece con total libertad.

Luego, según sus palabras, se presupuesta el retrato por la Mesa de la Cámara y se incluye la partida en las cuentas de la legislatura. Se trata de una tradición que "debe mantenerse", puesto que, a su juicio, resulta "mucho más importante la presencia del presidente en el cuadro que el valor del cuadro".