El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, defendió ayer el derecho a la vida "desde su concepción hasta su ocaso natural" y el derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos. Un día después de mantener sendos encuentros con el presidente y la vicepresidenta del Gobierno, Bertone pronunció una conferencia sobre los derechos humanos en la sede de la Conferencia Episcopal, en la que aprovechó para responder, punto por punto, a todas las políticas del Ejecutivo español con las que la Iglesia no está de acuerdo: aborto, matrimonio homosexual, libertad religiosa, la religión en la escuela y el laicismo. Además, defendió el derecho de la Iglesia a referirse a cuestiones morales de la sociedad.

Pese a todas esas discrepancias, Bertone admitió más tarde ante los periodistas que no percibió en sus conversaciones con Zapatero y De la Vega otro interés que el de "afirmar la defensa de los derechos fundamentales de la familia y la educación" y destacó que las palabras de su discurso deben ser entendidas en tono general hacia los países que pretenden "redefinir" los derechos fundamentales, pero no en alusión a España en concreto.

En una breve comparecencia ante los periodistas en la que se admitieron sólo tres preguntas pactadas de la televisión española, la italiana y el diario Abc, Bertone también aludió -en italiano y traducido por el obispo Juan Antonio Martínez Camino- a la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que pretende acometer el Gobierno y aseguró que "no es exacto" que pretenda equiparar todas las religiones del mismo modo.

Explicó que el propio Zapatero le comunicó que el nuevo texto legal tendrá en cuenta el diferente arraigo histórico, artístico y cultural de cada religión, y que se tendrán en cuenta los acuerdos con la Santa Sede.

Sin embargo, recordó que en el tema del aborto "estamos en posiciones distintas". El cardenal destacó que el miércoles intentó hacer comprender a las autoridades españolas que "si hay algo que es necesario es restringir, y no ampliar, es la posibilidad de realizar los abortos".

En cualquier caso Bertone aseguró que se va de España con la impresión de que ha sido una visita "provechosa" para el Vaticano y la Iglesia y el Estado español.

El secretario de Estado vaticano llegó a la Casa de la Iglesia entre fuertes medidas de seguridad y con una expectación mediática nada despreciable: más de 200 periodistas se habían acreditado para cubrir la visita del enviado de Benedicto XVI. Llegó acompañado por el Nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, y fue recibido por el presidente de los obispos, Antonio María Rouco Varela, y el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Martínez Camino. Antes de dar la palabra a Bertone, el cardenal Rouco destacó los "momentos de incertidumbre, práctica y también teórica", que, a su juicio, atraviesan el derecho a la vida, los derechos relativos al matrimonio y a la familia y el derecho a la libertad religiosa.

A la conferencia asistieron, entre otras autoridades, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo; el defensor del Pueblo, Enrique Múgica; la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría; el ex presidente del Supremo, Francisco José Hernando; el europarlamentario popular Jaime Mayor Oreja, y el ex presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, entre otros.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, subrayó la voluntad del Gobierno de "mantener un diálogo privilegiado" con el Vaticano, según declaró a los periodistas en Roma. Moratinos resaltó el "entendimiento" entre ambas partes y destacó la "coincidencia" en las prioridades exteriores, como "la lucha contra la pobreza" y "la utilización de la diplomacia para resolver temas como el de Oriente Medio". Asimismo, subrayó que España y el Vaticano se proponen "trabajar juntos" en Cuba.