El bipartidismo, única alternativa en Abla

En las elecciones del próximo 22 de mayo hay dos alternativas en el municipio de Abla. Los abulenses tendrán que elegir como futuro alcalde entre el socialista Antonio Manuel Ortiz Oliva o el popular Francisco Javier González Sánchez. Los dos nombres suenan por primera vez como cabeza de cartel, aunque coparon puestos de salida en las anteriores listas.

El PSOE busca en estos comicios que el pueblo vuelva a respaldar su proyecto que tendrá una línea continuista. En las pasadas elecciones el Partido Socialista ganó las elecciones con una amplia mayoría a los populares. Los socialistas contaron con el respaldo del 69,67% del electorado, lo que significó siete concejales.

En contrapartida, el Partido Popular sacó dos ediles (25,83% de los votos) con el proyecto que en 2007 encabezó Felix Ortiz Águila que, en esta ocasión, ocupa el puesto número dos de la lista popular.

El cabeza de lista del PSOE Antonio Manuel Ortiz Oliva lleva en gestión municipal desde 2003. Desde el pasado mes de diciembre ocupa el cargo de alcalde. Cogió el testigo del alcalde saliente, el actual delegado de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, José Manuel Ortiz.

El regidor abulense y también concejal de Medio Ambiente e Innovación se presenta rodeado se presenta con una candidatura que poco dista de la que su formación presentó hace cuatro años. La única novedad, la ausencia del actual delegado.

Por su parte, el Partido Popular si ha incorporado novedades a su candidatura que esta vez encabeza un joven de 34 años llamado Francisco Javier González. Este joven ha decidido rodearse de un grupo de cinco mujeres y seis hombres de toda índole social de la localidad y muy representativa de la vida social de Abla, según han destacado desde la propia agrupación popular.

En la lista no sólo aparecen simpatizantes del Partido Popular, sino también varios independientes. Sus nombres son María del Mar Herrerías, que ocupa el puesto número cinco y Moisés Sánchez que está en el séptimo puesto.

Así se presenta la campaña en Abla, un pueblo de la comarca del Río Nacimiento cuyos vecinos tienen dos opciones para elegir, ya que los pequeños partidos han desaparecido este año de la escena política.