La oposición siria aboga por el consenso para "iniciar el camino hacia la paz"

Representantes de la oposición en Siria, que celebran una reunión de consulta en Córdoba, mandaron ayer un mensaje de "consenso" para iniciar así "un camino hacia la paz" y lograr una solución al conflicto en el que está inmerso el país desde hace tres años y que se ha recrudecido en los últimos meses. De esta manera, Córdoba es el escenario de un encuentro en el que se pretende llegar a un acuerdo entre los diferentes grupos de la oposición para llevar un único mensaje a la Conferencia Ginebra II, que se celebrará en Suiza dentro de dos semanas y que puede ser definitiva para la resolución del conflicto. Las reuniones son claves para aunar la postura de los rebeldes, que se han enfrentado al poder de Bashar al-Asad y buscan derribar su régimen para iniciar la transición hacia una Siria democrática. La jornada de debate comenzó ayer a las 09:00 y se prolongará hasta hoy por la tarde. En la sesión de presentación el mensaje más transmitido fue el de consenso entre todas las ideologías y religiones para acabar con la guerra civil que vive el país. Así, hasta se tendió la mano al diálogo con los islamistas extremistas sirios, tal y como pidió en un escrito uno de los líderes de los cristianos ortodoxos, el padre Tannous. No obstante, matizó que el diálogo "sincero" sería con los grupos islamistas locales, no con extranjeros, y resaltó que "ellos también son nuestros hijos y tendremos que escucharlos". El padre Tannous confió en que su propuesta "sea tenida en cuenta". Este asunto es delicado, puesto que los grupos extremistas -que también ejercen la oposición al gobierno de al-Asad- no están respaldados por la comunidad internacional. De hecho, una de las imposiciones de España para la celebración de esta reunión fue vetar a elementos yihadistas. Además, aunque hubo contactos con el Frente Islámico, finalmente no han estado representados en Córdoba. En cualquier caso, la oferta de diálogo del padre Tannous se refería en exclusiva a los islamistas sirios, dejando fuera a otros extranjeros, como es el caso del ISIS.

El líder del Partido del Desarrollo Nacional, Mohamed Barmo, insistió ayer durante su intervención en que "el gran número de víctimas en Siria es lo que hace que hoy nos reunamos aquí" y, por eso, "tenemos que iniciar un camino de paz y crear una nueva patria y nación que esté construida a partir de principios básicos de democracia". Barmo aseguró que "tenemos que derribar un régimen autoritario, corrupto y de humillación" con el fin de "construir un nuevo gobierno con base a principios democráticos y pacíficos". El representante de la organización pidió "clemencia por los mártires, la cura de los heridos y la liberación de los presos" y ensalzó la revolución.

El líder suní Shaikh al-Yaqoubi lamentó al inicio de su intervención que "mientras que estamos reunidos en Córdoba, la sangre está siendo derramada en Siria" y por eso apostó por "llevar una solución a este problema". Así, confió en el "consenso a pesar de todas las opiniones diferentes que tengamos" para "salvar" al pueblo sirio en la revolución y consideró que "la guerra es una necesidad, no es una forma de hacer comercio, es una opción inevitable y hay que proceder de este modo". Los suníes, según apuntó, "rechazamos el uso de las armas para imponer una determinada creencia" y destacó que Siria "es un estado islámico que abarca todas las culturas". Para al-Yaqoubi, el pueblo sirio "no ha perdido mucho a pesar de todo lo que ha pasado, porque conserva su dignidad y fe" y aseguró que "ojalá" de estas reuniones "salgan soluciones concretas que ayuden a avanzar en la vía de la victoria, sea en el terreno o en el ámbito político".

El representante del Ejército Libre Sirio, Mohamad Fares, mostró su respaldo al pueblo "contra la injusticia" del régimen "criminal", que "inspiró temor a todos y recurre a todas la vías del terrorismo". Además acusó a al-Asad de haber utilizado "todos los medios para contrarrestar la revolución", incluso recurrir "al uso de armas químicas y provocar situaciones de hambruna". En este sentido apuntó que el régimen sirio "no ha conseguido ni conseguirá acabar con la revolución, porque la voluntad de nuestro pueblo es más fuerte por todos los medios utilizados por el régimen sirio". Fares fue uno de los más contundentes y también habló de consenso al pedir que a la comunidad internacional que "respalde al pueblo sirio y ayude a encontrar una solución al conflicto" que consiste, según ellos, en "derrocar al régimen sirio con todos sus símbolos y representantes". La resolución debe contar, apuntó, "con el consentimiento de los revolucionarios que actúan en el interior". El líder del Ejército Libre reconoció que "cualquier solución que no pase por el abandono del poder del régimen no va a tener éxito", por lo que insistió en que "una negociación que no tenga en cuenta este objetivo será una pérdida de tiempo".

Además de los cuatro grupos de la oposición siria, en la jornada de inauguración también intervino el director general para el Mediterráneo, África, Magreb y Oriente Próximo del Gobierno de España, Manuel Gómez-Acebo, quien defendió que "se debe poner fin al círculo vicioso de violencia cuanto antes" en Siria, pues, a su juicio, "seguir por la vía de las armas ofrece nulas posibilidades de éxito y aleja las perspectivas de construir una Siria unida, democrática, estable y en paz". Además confió en que "el espíritu de diálogo" y el encuentro sea "fructífero y con conclusiones útiles" para "superar el trauma en el que esta sumida desde hace tres años". Gómez-Acebo insistió en la postura del Gobierno de consenso y destacó que España "vivió hace años su propia transición política, que fue posible gracias a la cohesión de las fuerzas políticas que lograron dejar de lado sus diferencias para agruparse en plataformas conjuntas". El encuentro continuará durante la jornada de hoy y está previsto que durante la tarde se conozcan las conclusiones del mismo.