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Feria de Abril

Alivio relativo en el entorno del real

A pocos pasos del real, en Los Remedios, las idas y venidas para disfrutar la Feria son continuas, sin grandes agobios ni colapsos en la recta final de la fiesta primaveral. La crónica de los que trabajan para que los demás disfruten apunta a un alivio relativo en la afluencia del público y también en las recaudaciones que favorece la Feria en bares y restaurantes. Comer fuera del real pero lo más cerca posible del recinto es una alternativa que continúa en auge y bien lo saben los responsables de bares y restaurantes de Los Remedios. No obstante, este año como los anteriores desde que comenzó la crisis, las recaudaciones disminuyen. Aunque los beneficios continúan, también es cierto que se han moderado. No sólo por la afluencia de público, que es más discreta que otras Ferias, en los establecimientos hosteleros del entorno ferial. La reducción de los gastos también se percibe en la elección de las tapas y de los platos. Menos jamón o gambas y más motaditos o tortilla. La crisis no reduce las ganas de diversión pero los presupuestos son más ajustados.

Con 60 años ya cumplidos, el Bar Bugarín, que dirige Alfonso Bugarín con sus hijos, es un buen testigo de estas tendencias de consumo. "La crisis se nota en el ambiente, continúan llegando muchos clientes, algunos son de toda la vida, pero el consumo es más barato. Si antes se despachaban platos de gambas o de jamón, ahora piden más bocadillos". Una de las claves está en el esfuerzo de los negocios por ampliar la plantilla de trabajadores. Hay de todo. Algunos negocios han contratado a un par de camareros más, pero otros han optado por aumentar las jornadas de los que ya están trabajando o tirar de familiares para días puntuales de sobrecarga. La Feria, como la Semana Santa, está muy condicionada por las condiciones metereológicas, y algunos propietarios de estos negocios prefieren afrontar más cargas de trabajo que comprometerse a contratar a más personal, ya que los resultados dependen del capricho del tiempo.

En otro establecimiento consolidado en Los Remedios, el Bar La Maceta, todas las mesas están ocupadas a la hora del almuerzo y los platos no dejan de salir de la cocina, pero sin las bullas de otros años para pedir en la barra. Gabriel Romanco, que regenta este establecimiento, reseña que ya son 35 los años que cumplirá este negocio que fundó su padre un 29 de septiembre. "La Feria siempre es un alivio en los tiempos que corren, el trabajo se duplica esta semana", explica Romanco, que también ha percibido cierta reducción en el número de clientes este año.

El trasiego de trajes de flamenca no para por la calle Asunción en la hora de la sobremesa, lo que apunta a que son muchos los que prefieren almorzar en casa para después acudir a la Feria. El bolsillo da para lo justo. En la calle Virgen de Consolación, en otro establecimiento tradicional en Los Remedios, el Bar Consolación también se percibe que otros años la Feria ha estado más animada, en lo que a consumo se refiere. Curro Picón recuerda que ya son más de 60 las Ferias que se han visto en el Bar La Consolación. "Es un lugar de paso a la Feria y se nota". Los turnos son más largos esta semana, pero merece la pena.

A unos pasos, se encuentra Pepe Arias, conocido en el barrio como Pepote. Su taberna se llama La Peseta y durante 10 años se ha convertido en punto de encuentro de vecinos de Los Remedios. Todas las mesas están ocupadas, pero no hay que hacer cola para pedir una cerveza, como ocurre en la mayoría de los negocios del entorno.

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