Y tú, ¿de quién eres?

Milan Piqué Mebarak, hijo de Gerard y Shakira, devuelve la moda de los nombres raros. Los Beckham y los 'Brandgelina' fueron los primeros.

Y tú, ¿de quién eres?
Y tú, ¿de quién eres?
Fátima Díaz

24 de enero 2013 - 01:00

Sus fotografías llenan los quioscos de medio mundo. Sus pasos son seguidos por decenas de paparazzi. Sus estilismos, copiados al milímetro. Los famosos, como famosos que son, están acostumbrados a llamar la atención y ser originales. Por eso, a la hora de poner nombre a sus bebés, también suelen hacer alarde de creatividad. Atrás quedaron los juanes, manolos y marías. Ahora lo que está de moda, con permiso del santoral, es que el nombre del pequeño evoque algo bonito. Y si es difícil de pronunciar, mejor.

Shakira y Gerard Piqué no podían ser menos. Por eso su pequeño Milan (con acento en la primera sílaba, como señaló ayer a la salida del hospital su papá futbolista) significa "querido, lleno de gracia y amoroso" en eslavo; en romano "antiguo, entusiasta y laborioso"; y en sánscrito (lengua clásica de la India), "unificación". Aunque no son losprimeros -ni serán los últimos- en poner a sus hijos nombres que nos hacen buscarlos en google y que cada uno pronuncia como quiere, y puede.

Los Brandgelina, sin duda, se llevan la palma. Con Maddox Chivan, Zaraha Marley, Pax Thien, Knox Leon, Vivienne Marcheline y Shiloh Nouvel hemos descubierto una de las debilidades de la pareja: ponerle a sus niños los nombres compuestos más extravagantes y misteriosos que se les pasa por la cabeza, muchos de ellos con reminiscencias tan variadas como los diferentes lugares de nacimiento de los pequeños.

Otras que también gustan de los nombres compuestos es Jessica Alba, pues sus hijas se llaman Honor Marie y Haven Garner, y Beyoncé, que puso a su bebé Blue Ivy. Aunque, para seguir la tendencia de clanes famosos con nombres rocambolescos, los Beckham. La preciosa Harper Seven (en honor al escritor inglés Harper Lee, autor de Cómo matar a un ruiseñor), puso el colofón a una familia integrada por Brooklyn (por la ciudad en la que fue concebido), Romeo (como el personaje de Shakespeare) y Cruz (que nació en España).

La lista de bebés famosos marcados por sus pintorescos nombres es interminable: Suri Cruise Holmes, Apple (la hija de Gwyneth Paltrow), Monroe y Moroccan Scott (los gemelos de Mariah Carey), Casper y Cosima (los niños de Claudia Schiffer), Sunday Rose (de Nicole Kidman), Bluebell Madonna (de Geri Halliwell, ex-Spice) y Kal-El (a cuyo excéntrico papá, el actor Nicolas Cage, no se le ocurrió otra cosa que ponerle el nombre criptoniano de Superman).

Dentro de nuestras fronteras esta moda también se está extendiendo últimamente. Su precursor fue Antonio Banderas, con Stella del Carmen. Pero, más recientemente, están Leo Messi con Thiago, David Bisbal y su hija Ella, Alejandro Sanz con Dylan y Paz Vega con sus Ava (por Ava Gardner) y Lenon (por el ex Beatle). También otro clan famoso, el de los Thyssen, pues Borja y Blanca Cuesta tienen tres hijos con nombres de otros tantos países: Sacha (de origen ruso), Eric (sueco) y Enzo (italiano). Un ejemplo de que poner nombre también es una cuestión de moda.

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