Susana Díaz fue la primera en intervenir en el comité federal justo después de que Sánchez terminase de hablar. Aseguró que está de acuerdo con la consulta de las alianzas a la militancia, pero disintió de casi todo lo demás. Según algunos de los asistentes, la presidenta andaluza dijo que no quería que se "mirase a la izquierda y a la derecha". "No admitiría el voto de los independentistas, si ése es el peaje, no me valdría", aseguró. Susana Díaz es de los que se opone a que Pedro Sánchez sea presidente con la abstención de ERC y DiL y a que forme coalición con Podemos.

Pero aún fue más dura con Pablo Iglesias y con la posibilidad de formar este Gobierno de coalición. "Él ha dicho que nombrará sus ministros, él ha dicho que habrá dos Gobiernos, si es así, ese Gobierno yo no lo veo", resumió. La primera propuesta de los morados pasaba por un Gobierno de ambos partidos donde Iglesias fuera el vicepresidente y hubiese de cinco a seis ministros, entre ellos Interior, Defensa y Exteriores.

Estas manifestaciones son las más duras que Susana Díaz ha hecho en contra del Gobierno que puede terminar armando Pedro Sánchez. Es más, hasta ahora no había dado su opinión en público.

El comité no lo era, pero es fácil que trasciendan extramuros las manifestaciones.

Básicamente, se opone al pacto con Podemos y a la abstención nacionalista. De Pablo Iglesias, al que se refirió como Pablo Manuel, dijo que llevaba días tirando octavillas desde una avioneta a los militantes socialistas para confundirlos, para intoxicarlos y, para ello, había criticado a Felipe González. "Hoy he echado de menos que nadie defienda aquí a Felipe". El enfado de la presidenta fue más que evidente.

El presidente de Asturias, Javier Fernández, aseguró en el comité que habían de estar preparados para la repetición de unas elecciones, es el escenario que manejan también los andaluces. Primero, porque supondría que no habría acuerdo con Podemos y segundo, porque serviría para desbancar a Sánchez en el congreso de mayo. Sin embargo, el presidente de Extremadura, que intervino después, manifestó que debían de hacer todo lo posible para que no se repitiese. Fue una de las intervenciones más aplaudidas. El papel de Fernández Vara ha sido fundamental para que Sánchez siguiese adelante con sus planes.