"Esto es un palito más a la burra, para que no deje de andar", comentan Antonio Romero y Rafael Ruiz, el dúo musical Los del Río. Un matrimonio artístico que el año que viene cumplirá 60 años en los escenarios y que este verano festeja el 25 aniversario del éxito de la canción Macarena, un hit mundial que les llegó cuando llevaban tres décadas cantando y creando escuela.
Las velas del cumpleaños las pone Airbnb, la conocida plataforma de alquiler vacacional, y los músicos de Dos Hermanas soplarán en una hacienda sevillana, donde compartirán techo y convivirán dos noches con cuatro huéspedes. Una experiencia para reír, cantar, cocinar y desvelar todos los secretos de un milagro musical que, sin duda, seguirá cumpliendo años y también dando alegría de y para vivir a mucha gente.
Los del Río confiesan que Macarena les ha dado de sobra para retirarse. La canción sigue sonando y seguirá haciendo caja porque ya se han hecho, según la SGAE, casi 5.000 versiones, "cada una con su pellizquito". Una de las últimas salió justo antes de la pandemia con Tyga, un rapero estadounidense que los artistas presentan como el nuevo Michael Jackson y que sólo en la primera semana del lanzamiento sumó millones de visualizaciones en redes sociales. Un pelotazo.
Pero ellos no tienen otra intención que seguir al pie del cañón porque están "en pleno auge de movimiento" y porque sus vidas y sus familias giran en torno al espectáculo. En el escenario se juntan 15 personas, tres de ellos, el trío Machukamba, compuesto por el hijo de Antonio y su mujer y la hija de Rafael, que hace los coros y tiene algún protagonismo más en el show. Una oportunidad para que el público disfrute también de gente nueva y que los conecta con sus orígenes, un arraigo que nunca han perdido a pesar de haberse convertido en un fenómeno internacional.
"Viva la Macarena", vitorea Rafael Ruiz cuando alguien les hace la pregunta del millón, la del secreto del éxito. "Eso habría que preguntárselo a la gente de todo el mundo", confiesan explicando cómo Macarena ha ido siempre por delante de ellos pues cuando llegaban a algún país para promocionarla el márketing ya estaba hecho, con letra, música y coreografía incluidas. Y esto garantiza de antemano el éxito de la experiencia en la que han dado la mano a Airbnb, donde están más que convencidos de que son los anfitriones perfectos para cualquier tipo de huésped con quien compartir el ayy más famoso de la historia de la música.
Esta singular estancia pretende contagiar alegría y optimismo, la mejor vacuna en estos tiempos. Pero, anécdotas aparte, hará que Los del Río se conviertan una vez más en los mejores embajadores de Dos Hermanas, Sevilla, Andalucía y España en el mundo. De lo más local a lo global, porque ahí radica la sencillez que, sin otro misterio, está detrás del éxito de la canción. "Don Manuel Alejandro, el gran compositor, fue uno de los primeros en felicitarnos cuando Macarena se convirtió en el fenómeno que es y nos dijo que habíamos logrado la difícil sencillez", recuerda Antonio Romero que, como buen hijo de la tierra de María Santísima, no duda tampoco en ver detrás de este éxito la manita de la Virgen: la Macarena, que se hizo universal en las voces de estos dos nazarenos, la del Rocío o la de Valme, advocación mariana muy venerada en la Dos Hermanas de Los del Río.
El milagro llegó "cuando tenía que llegar", apunta Rafael Ruiz. Lo hizo cuando llevaban 30 años trabajando en fiestas de sociedad de las casas más importantes del mundo. En una de ellas nació la inspiración, la del empresario venezolano Gustavo Cisneros, en la que Los del Río estaban actuando para sus invitados, entre ellos el entonces presidente del país, Carlos Andrés Pérez, cuando una joven bailaora venezolana se arrancó por rumbas sorprendiendo con su arte y belleza al personal. Fue entonces cuando Antonio la jaleó cantando eso de "Dale a tu cuerpo alegría, Magdalena, que tu cuerpo es para darle alegría y cosa buena". El público se volvió loco, Magdalena, que en realidad se llamaba Diana Patricia, se convirtió en Macarena. Y ahí quedó una anécdota que luego la artista intentó rentabilizar sin éxito.
Si Airbnb busca vender experiencias, Los del Río tienen de sobra. Entre ellas la que vivieron en el Madison Square Garden, donde se reunió toda la música latina, desde Chayanne, Ricky Martin, Enrique Iglesias... en una gala que se cerró con Macarena y 500 banderas españolas ondeando en el escenario de Manhattan. O en el Amsterdam Arena, donde en 1998 el primer gol que el Real Madrid le marcó a la Juventus antes de hacerse con su ansiada séptima Champions fue el de poner en pie a todo el estadio, italianos incluidos, al ritmo de Macarena y su novio Vitorino.
Dos noches en la hacienda pueden dar para mucho. Anécdotas tienen hasta con el Papa y el entonces Príncipe Felipe en la Zarzuela. Con todas las medidas de seguridad se ha habilitado una zona de karaoke con instrumentos por si alguno de los huéspedes se quiere arrancar después de escuchar un largo capítulo de la historia de la música en España.
El Guajiro y un examen de artista
Los del Río pisaron cuando eran unos adolescentes en escenarios como el de la peña El Pozo de las Penas de Los Palacios, la localidad vecina de Dos Hermanas. Y, a pesar de batir varios récord en la Billboard, la gran lista de éxitos musicales más vendidos en Estados Unidos que entonces les sonaba a marca de galletas, tienen siempre una mención para aquellos artistas con quienes comenzaron, algunos flamencos locales y saeteros como El Rere o El Silverio de Los Palacios. Un gesto de grandeza.
En 1963 en El Guajiro, el escenario de referencia de Sevilla, conocieron a Matilde Coral y Rafael El Negro, Enrique Montoya o Farruco, "cuando no teníamos ni carné de identidad". Tenían entonces 15 años y conocieron a Lola Flores, con quien fueron a una fiesta en Jerez para 400 mexicanos vestidos de charros. También a Luis Amador, el padre de Raimundo y los Pata Negra. Y también a Manuel Molina que, antes de formar el dúo con Lole Montoya, estuvo de guitarrista con ellos y los acompañó un tercer domingo de octubre al Teatro San Fernando para que se examinaran de artistas. La prueba para obtener el carné profesional la hicieron un día de la romería de Valme. "Y en cuanto acabé me fui para Sevilla donde me esperaba mi amigo Carrasquito con un caballo en la cuadra para irme a Bellavista, las cosas que se hacen a esa edad", recuerda Antonio Romero.
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