"Quiero morir con las botas puestas"
Lluís Llongueras Estilista
Despedido por su hija de una de sus empresas, el peluquero ha reaparecido en la segunda edición de 'Secretos de boda', certamen donde ha realizado las que han sido sus primeras declaraciones al respecto
Mantiene una "nula" relación con los hijos de su primer matrimonio quienes, por su mayoría de acciones en la sociedad Peyma -sólo una de las muchas que posee el peluquero-, decidieron, hace pocos días, despedirlo. Así, con el escándalo en boca de todos, Lluís Llongueras, lejos de amilanarse, ha renacido cual Ave Fénix y se ha convertido en la presencia estelar de un evento, Secretos de boda -dedicado al sector de las novias-, celebrado este fin de semana en Valencia. Una ciudad en la que ha aprovechado para dar sus consejos a las futuras casamenteras y, de paso, para soltarse la melena, informativamente hablando, y tranquilizar a todos los que, ante esta experiencia, se han preocupado por su situación actual.
-Antes de nada, ¿qué tal en este certamen? ¿Cuáles son los consejos que les ha dado a las chicas?
-Pues que se asesoren con profesionales, para empezar. La mayoría podría estar el 90 por ciento más guapas y pierden, por sus malas decisiones, la posibilidad de estar divinas. Es mejor, por ejemplo, un semirecogido que un recogido completo pues, para eso, hay que tener la cara muy aniñada. Los vestidos suelen ser escotados, con lo que tienen la oportunidad perfecta para lucir sus melenas. En cuanto a ellos, no deben ir descuidados y, si pueden, depilarse para estar más juveniles y aseados.
-Es un momento un poco complicado para usted, ¿no?
-Bueno, debo seguir como hasta ahora. Yo soy el dueño de mi firma -y de 16 salones que le pertenecen- y, lo que ha pasado, es un pequeño incidente de una de mis sociedades que alguien ha filtrado. El resto de los establecimientos, o son míos, o tengo en ellos la mayoría de las acciones. Me considero alguien muy fuerte de carácter y, aunque tenga 74 años, estoy en el día a día.
-¿No piensa entonces en retirarse?
-¡No! ¡Imposible! ¡Quiero morir con las botas puestas! ¡Seguro! (…) Mi trabajo es mi vida, algo muy importante. Soy un "bicho" raro y entiendo más a los jóvenes y sus tendencias que a las señoras anticuadas. Mi mentalidad es actual.
-Habla de lo esencial que es para Lluis Llongueras su actividad pero no del afecto, de lo sentimental…
-¡Hombre! Mi mujer trabaja conmigo desde hace 39 años. Tuve un gerente que, por edad, se jubiló hace poco y ella ha continuado con su labor. La quiero, somos amigos, tenemos tres hijos en común. Es lo mejor de mi vida. Mi amor, mi compañera… Formamos una auténtica piña en todos los sentidos.
-¿Y por parte de sus empleados? ¿Ha habido algún comentario?
-Sí, muchos. Me han dicho cosas como 'que no te preocupes, jefe', 'sabemos que eres capaz de todo, sigue adelante'… Son gente con la que llevo coincidiendo desde hace bastante y que, es normal, me aprecian y, además, saben cómo soy.
-¿Por qué aspectos le gustaría que, su sello, fuera recordado?
-Por la seriedad. Todo el mundo respeta mi marca. He ayudado a miles de personas, de peluqueros que han aprendido a mi lado y con los que he intentado implicarme lo más posible. Ellos saben que me he dado por completo porque, la parte humana, es lo que queda.
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