Todas las víctimas de Newtown recibieron más de un balazo
Las autoridades de Connecticut aseguran tener pruebas para hacerse "una imagen completa" del tiroteo Obama reitera la necesidad de una "acción significativa" para evitar más tragedias
El director de la Oficina Forense de Connecticut (EEUU), Wayne Carver, encargado de analizar los cuerpos de los muertos por el tiroteo del viernes en una escuela de Newtown, afirmó ayer que no ha visto "nada igual" en su carrera.
"No tengo los detalles de todos los fallecidos, pero algunos sufrían heridas devastadoras. Por supuesto, todos fallecieron por herida de bala (...) No creo que ninguno de mis colegas haya visto algo así antes tampoco", dijo Carver en la segunda rueda de prensa del día dedicada a la investigación de la masacre.
Un total de 27 personas, entre ellos 20 niños y el autor de los disparos, murieron durante el tiroteo que tuvo lugar en la escuela de primaria Sandy Hook de este pequeño pueblo del noreste de EEUU, del que un vecino indicó que "lo máximo que había pasado era el robo de algún coche".
El forense aseguró que todas las víctimas del tiroteo recibieron más de un impacto de bala, al tiempo que confirmó que el autor de los hechos mató a su madre en la casa en la que vivían antes de dirigirse a la escuela primaria Sandy Hook, donde perpetró la masacre.
Carver distribuyó entre la prensa la lista de fallecidos, con sus nombres y fechas de nacimiento, pero aún faltaban por examinar los cuerpos del autor de los hechos, Adam Lanza, y de su madre, Nancy, unos datos que probablemente se harán públicos hoy en otra conferencia de prensa.
Los niños eran Charlotte Bacon, Daniel Barden, Olivia Engel, Josephine Gay, Ana M. Márquez-Greene, Dylan Hockley, Madeleine Hsu, Catherine Hubbard, Chase Kowalski, Jesse Lewis, James Mattioli, Grace McDonnell, Emilie Parker, Jack Pinto, Noah Pozner, Caroline Previdi, Jessica Rekos, Avielle Richman, Benjamin Wheeler y Allison Wyatt. Los adultos fallecidos fueron Rachel Davino, Anne Marie Murphy, Lauren Russeau, Victoria Soto, Mary Scherlach y la directora del centro, Dawn Hochsprung.
El director forense de Connecticut, que aseguró que su prioridad fue analizar primero a los menores, explicó que los niños fallecidos en el tiroteo fueron identificados por sus familiares a través de fotografías, sin ver el cadáver directamente, para reducir el impacto.
"Intentamos hacer nuestro trabajo siendo lo más profesionales y fuertes que pudimos", dijo Carver, quien añadió que entre las víctimas se encontraron algunos con "heridas devastadoras".
Por otro lado, las autoridades de Connecticut dijeron ayer que habían obtenido suficientes pruebas para hacerse "una imagen completa" del tiroteo del viernes.
Los investigadores lograron en la escuela y en la casa del autor (que mató allí a su madre) "pruebas muy buenas" para esbozar "una imagen completa de lo que ocurrió", aseguró el teniente Paul Vance, de la Policía estatal de Connecticut, aunque rehusó entrar en detalles, ni tampoco quiso hablar sobre los posibles motivos del autor.
El portavoz policial indicó que los detectives seguirían trabajando un día o dos en la escuela antes de completar su trabajo. También dijo que la subdirectora de la escuela, la única persona que resultó con heridas, está evolucionando bien y será "clave" en la investigación.
Algunos testigos aseguraron que el autor entró en la escuela rompiendo un cristal. Vance explicó que se estableció que los empleados de la escuela "no le dejaron entrar voluntariamente", pero tampoco quiso ofrecer más detalles. Sí confirmó que todas las armas que tenía legalmente la madre del autor (dos pistolas y un rifle, todas ellas semiautomáticas) fueron encontradas en la escena de la masacre. Vance explicó que los policías y miembros de los servicios de emergencia que llegaron a la escuela "entraron por varios puntos" en el centro.
Las autoridades enviaron a Newtown un equipo especial de especialistas de un hospital de New Haven, también en Connecticut, para ayudar a los habitantes de esta ciudad a afrontar el enorme choque emocional que ha supuesto la matanza.
Y es que Newtown amaneció ayer con sus habitantes conmocionados por la pérdida, una tragedia que se proponen afrontar unidos aunque algunos admiten que "nada volverá a ser igual".
"Querría decirles a los niños que la vida no es así, que esto no ocurre normalmente, pero curarse va a costar mucho, y nunca lo lograremos del todo porque este lugar ha sido golpeado de una forma tan horrible que nada volverá a ser igual", dijo Marsha Moskowitc, antigua conductora del autobús escolar del colegio afectado.
Velas y flores en las inmediaciones de la escuela, una bandera confeccionada con los nombres de los fallecidos o carteles en tiendas y casas con mensajes como Abraza hoy a un profesor o Nuestros corazones están rotos ponían de manifiesto el dolor de la comunidad.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, reiteró ayer la necesidad de una "acción significativa" para evitar más tragedias como la masacre del viernes, un fatal incidente que ha reabierto el debate sobre la tenencia de armas. Obama reiteró así en su discurso de los sábados las declaraciones de la víspera después de que el país asistiera a la segunda mayor masacre de su historia.
EEUU es el país del mundo con más civiles en posesión de armas, con entre 270 y 300 millones en manos privadas según la ONU, una cifra que la Asociación Nacional del Rifle eleva a más de 300 millones.
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