Del campo a la pista con besos, fiesta y rumores de verano entre Lamine Yamal y Nicki Nicole

La joven promesa del FC Barcelona, Lamine Yamal (18 años), y la cantante argentina Nicki Nicole (24 años) han desatado rumores de romance tras ser supuestamente vistos besándose en una discoteca en la costa española. La información fue publicada por el periodista Javi de Hoyos, quien afirmó que la fuente empleada es “muy fiable” y nunca falla en sus exclusivas.

De acuerdo con el periodista, el acercamiento entre ambos se produjo varios días después de la ostentosa fiesta de cumpleaños de Yamal, celebrada el 13 de julio en una mansión de Barcelona, donde no hubo beso pero sí “mucho tonteo” . La escena clave ocurrió el 24 de julio: ambos acudieron a una discoteca en la playa, se besaron y abandonaron el local alrededor de las 4:00 a.m.

El pediodista añadió detalles llamativos que alimentan el rumor: la coincidencia de una marca de labios en la mejilla del futbolista el mismo día, que él atribuyó a su madre, y que coincide con otra fotografía de Nicki besando a una amiga de manera similar. También se especula sobre un fondo de pantalla en el móvil de Yamal que podría presentar una imagen publicada por la cantante, según supuestos indicios visuales.

Posteriormente, y tras un llamado irónico lanzado por de Hoyos, Nicki Nicole publicó un video en sus redes sociales con la canción “The Boy Is Mine” (“El chico es mío”) y guiñó el ojo a la cámara, lo que el periodista interpretó como una posible “confirmación encubierta” del affaire.

Hasta la fecha, ni Yamal ni Nicki Nicole han emitido declaración pública negando o confirmando el supuesto vínculo sentimental.

Este episodio se produce en un momento donde la figura del futbolista se encuentra bajo intensa atención mediática, debido a su reciente mayoría de edad y la controversia generada por su celebración, que incluyó la contratación de personas con enanismo como entretenimiento y originó denuncias por presunta vulneración de la dignidad humana.

Asimismo, su mural urbano en Barcelona, realizado para conmemorar sus 18 años, fue vandalizado como protesta simbólica, incorporando representación irónica de los “siete enanitos”