"Tengo ganas de experimentar la sensación de la maternidad"

Rosa Clará y Carla han forjado una buena amistad.
Rosa Clará y Carla han forjado una buena amistad.
Ricardo Castillejo

21 de noviembre 2010 - 01:00

Posee una de las miradas más seductoras del panorama nacional dentro del que, poco a poco, se ha ido convirtiendo en uno de los rostros imprescindibles de nuestra crónica social. Así, Carla Goyanes -hija de Cari Lapique y el empresario Carlos Goyanes-, ha sido elegida por la diseñadora Rosa Clará como imagen del establecimiento que la catalana acaba de inaugurar en Zaragoza. Una acción comercial que nos ha servido para conocer mejor a esta chica de 27 años la cual, con mimo, prepara la que será una de las experiencias más importantes de su vida. Y es que, el próximo 16 de julio en Marbella, contraerá matrimonio con un hombre, Jorge Benguria, que ha sabido darle la estabilidad para decidir, a su lado, compartir su presente y, sobre todo, su futuro.

-¿Considera que la boda es el día por excelencia para cualquier mujer?

-Bueno, al menos el más ceremonioso, sí. Y uno de los que más ilusión te hacen, también.

-¿Ha soñado mucho con ese instante?

-Siempre he sido muy tradicional y claro que pensaba tener una familia y una persona con la que compartirla.

-¿Qué tal llevan los preparativos?

-La verdad es que muy bien. Intentando no equivocarnos ya que hemos cambiado de idea varias veces.

-¿Ah, sí? ¿En qué sentido?

-Pues uno de ellos, la fecha. Tuvimos que retrasarla un mes y, al modificar eso, había muchas cosas, como el sitio, que buscar de nuevo. Dentro de poquito, estará todo más controlado.

-Su hermana Caritina le está echando una mano, ¿no?

-Un mano no… ¡Una manaza! (risas). Me está ayudando muchísimo porque, por su empresa de catering, conoce cómo moverse en este mundo. Está enseñándome a coordinar, a buscar lo mejor a mejor precio…

-¿Y Jorge? ¿Le da libertad en este sentido?

-Mucha. Él no se mete. Nos deja a mí, a mi hermana y a mi madre que vayamos decidiendo. Por mi parte, me estoy centrando en el traje y en otros pequeños detalles que me preocupan. Lo que sí estamos haciendo juntos es pensar en el viaje de novios aunque, hay tantos sitios maravillosos que disfrutar que no nos ponemos de acuerdo todavía (risas).

-¿Será el vestido de Rosa Clará?

-Claro. Me encanta su forma de ser y me cae fenomenal. Es el alma de su firma y tiene unas ideas excelentes. Sabe descubrir tu personalidad y tus gustos y, en función de eso, crear el modelo que más te va. Por eso creo que es la profesional que más podría ayudarme.

-Bueno y, ¿se ve con niños?

-Sí. Me apasionan desde que tengo uso de razón. Ahora estoy tan feliz con mi sobrina que no quisiera ni imaginar lo que supondrá tener tu propio hijo. Tengo ganas de experimentar la sensación de la maternidad.

-Pero, ¿le apetece formar un clan numeroso o se conforma con uno?

-No, no. Si Dios quiere, dos o tres como mínimo (risas).

-Háblenos un poco de su novio… ¿Por qué se enamoró de él?

-Es un tío estupendo. ¡Imagínate cómo debe serlo para dar este paso! Posee todo lo que para mí es esencial aunque sí te digo que no le agrada demasiado que hable de él. Con lo que te he comentado, me parece que queda claro.

-De acuerdo, ¿cómo es entonces Carla Goyanes? Es un popular pero sabemos poco acerca suya…

-Pues, como aficiones, tengo la nieve y el campo, donde me escapo cada vez que tengo oportunidad. Ahora con el invierno, por ejemplo, adoro la sensación de la chimenea calentita… También me apasiona el cine. Voy a ver todo tipo de películas menos las de terror que, no sé por qué, cada vez me interesan menos.

-Lo mismo, cualquier día, nos sorprende en la pantalla…

-¡Qué va! No es una faceta con la que me identifique demasiado.

-Donde sí suele prodigarse es como modelo, ¿se cuida mucho físicamente?

-Procuro hacerlo pero no siempre lo consigo. Vamos, que lo hago de una manera intermitente porque no soy muy estricta en eso. Suelo estar pendiente de la piel, del pelo…

-¿No le han ofrecido, hablando de moda, diseñar alguna línea propia de ropa?

-No pero es algo que me motiva mucho. La fiesta, por comentarte algo, es un terreno para el que, cuando necesito vestirme, suelo pensar: "Si pudiera hacer esta idea realidad…". ¡Ojalá saliera algún proyecto en este sentido!

-¿Y por lo demás? ¿A qué tiene intención de dedicarse tras pasar por el altar?

-A lo mismo. Alternaré la publicidad con la inmobiliaria de mi padre.

-Por cierto, volviendo a lo de la boda, ¿ha recibido algún consejo de su mamá?

-Que esté tranquila y que todo irá fluyendo solo. Que los problemas se solucionarán con seguridad y que saldrá muy bien.

-¿Y en relación al amor?

-(Piensa) La verdad es que no (risas). Ella no se mete en eso pero, en cualquier caso, imagino que esperará a que esté casada para, si le pregunto, comentarme algo.

-Últimamente se ha despertado la polémica por decidir quién es la más elegante: Nati Abascal, Carmen Lomana, Cari Lapique…

-Bueno, yo no entro ahí. Mi madre y Nati sí son muy amigas pero, del resto, ni conozco, ni opino. No pertenecemos al mismo círculo.

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