Pasarela

A toda vela en barcos de película

  • Tripulación millonaria a bordo de lujos flotantes que navegan rumbo al paraíso

El agobio de los paparazzo no es lo mejor para pasar un verano relajado. Así piensan numerosos famosos españoles, quienes han decidido que lo mejor para perder de vista a los objetivos es perderse en el mar, y si ya es a bordo de un megayate con todo tipo de lujos, mejor que mejor. Si no que se lo digan al magnate inmobiliario Francisco Hernando, más conocido como El Pocero, quien aburrido de su magnífico barco Clarena, de tan sólo tres años de vida, viajó a Italia y encargo a los astilleros CRN un yate impresionante llamado Clarena II. Más que su precio, le importaba que incorporara dos detalles: la bandera española y un escudo heráldico de su apellido grabado en plata en la popa. Esta mansión náutica le ha costado al empresario 60 millones de euros, consta de 72 metros cuadrados y tiene capacidad para llevar a una tripulación compuesta por una treintena de personas.

Durante el invierno, en el espectacular Puerto de Sanxenxo se encuentra el barco del hombre más rico del país, Amancio Ortega, dueño de Inditex. Conocido por su tesoro en bruto, la marca textil Zara y por ser un hombre sencillo, Amancio deslumbra con allá donde va por su lujoso yate llamado Valoria, valorado en seis millones de euros.

La Baronesa Thyssen también se apunta al lujo náutico con su Mata Mua, el velero más chic de los puertos catalanes. Este verano Tita Cervera se ha comportado como una madre diez y ha prestado la embarcación a su hijo Borja, acompañado de su esposa y de su hijo Sacha, para que surquen las aguas ibicencas con esta joya, un barco antiguo de elegantes maderas y mucha clase, todo un lujo clasicista.

Los presidentes de fútbol tampoco se quedan cortos. Florentino Pérez, ex presidente del Real Madrid, navega bajo el mando de su glamuroso yate galáctico llamado Pitusa en honor a su esposa. Su valor ronda los 18 millones de euros, con base en Puerto Portals, el más cool de Mallorca.

Los lujos flotantes nunca han faltado tampoco en las realezas europeas. La española posee el Fortuna, valorado en torno a los 15 millones de euros y fruto de un polémico regalo al Rey por parte de unos empresarios de las Balerares. La última adquisición de la generación de los Fortuna es Patrimonio Nacional desde que comenzó su navío en el año 2000, está realizado en aluminio y cuenta con cinco camarotes dobles más los destinados a la tripulación.

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