Luis Carlos Rodríguez León, fiscal coordinador de Seguridad Vial

“La ordenanza de patinetes es manifiestamente mejorable”

  • Exigir seguro, matrícula y tener una unidad ciclista policial reforzarían la imagen de Sevilla

  • “BlaBlaCar es una adaptación a la nueva realidad más sostenible”

Luis Carlos Rodríguez León, en su despacho de la Fiscalía de Sevilla

Luis Carlos Rodríguez León, en su despacho de la Fiscalía de Sevilla

Luis Carlos Rodríguez León, fiscal delegado de Seguridad Vial en Sevilla, examina en esta entrevista la ordenanza de patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal que aprobó a finales de marzo el ayuntamiento de Sevilla. Hace hincapié en los aspectos que echa de menos y que potenciarían la imagen de Sevilla como ciudad moderna.

— ¿Qué le parece la nueva regulación de patinetes,  segway y demás vehículos de “movilidad personal” en Sevilla?

La ordenanza en líneas generales está bastante bien y es bastante coherente en muchas cosas. Pero no resuelve problemas que sí han resuelto otras ciudades y ahí es donde yo pienso que es manifiestamente mejorable: no exige seguro obligatorio, no existe una unidad de policía ciclista, los vehículos de movilidad personal no llevan matrícula visible y no se acredita un conocimiento mínimo de las normas de circulación. 

Creo que Sevilla tenía que haber esperado a que saliera la norma -parece ser definitiva- de la dirección general de Tráfico. Porque las dos instrucciones anteriores eran contradictorias y no venían a resolver el problema. La DGT ha ido muy retrasada y por eso diversos ayuntamientos importantes de toda España lo han  regulado vía ordenanza, y Sevilla tampoco podía esperar mucho más. 

— ¿Qué dice Sevilla sobre el seguro obligatorio?

No dice nada. No estamos hablando de ciudades especialmente grandes o importantes, hay ciudades pequeñas que lo han impuesto de forma obligatoria como Cáceres, Almuñécar o Pozuelo de Alarcón. Barcelona dice que el seguro es recomendable y  Madrid y Valencia determinan que no es necesario.

— ¿Por qué cree necesario el seguro obligatorio?

Es una protección para las posibles víctimas. Yo entiendo que el seguro debe ser obligatorio porque, sin él, cualquier persona que sufra un atropello o unas lesiones por este tipo de vehículos se ve en la necesidad de pleitear para  obtener una indemnización. Le obliga a ir a un juicio civil, pagar abogado, procurador, para que luego la persona que le haya causado las lesiones no tenga suficiente capacidad económica para pagar la indemnización. Si no la tiene, la víctima se va a quedar sin indemnización. Eso está cubierto con los seguros obligatorios. Además, si hubiera una compañía de seguros que sacara una línea de protección para este tipo de vehículos, posiblemente lo pondría a precios asequibles porque las incidencias son pocas.

— ¿El peatón es el más vulnerable?

Se podría haber dado mayor cobertura al peatón, que aquí es el más importante y el más vulnerable, y en Sevilla no se ha hecho.

"Es absurdo tener los mejores carriles bici pero sin control"

— ¿Por qué falta en Sevilla una unidad ciclista policial?

Se ha dictado una ordenanza de obligado cumplimiento que dice por dónde se debe circular y las características técnicas pero ¿dónde está la unidad de policía que va a controlar su cumplimiento? Porque un policía local que circula por una calle en automóvil no puede controlar lo que está pasando en el carril bici.

Hay otras ciudades -bastantes en España y muchas en el extranjero- que tienen unidades ciclistas o policías que patrullan en segway  y vehículos de movilidad personal por los carriles bici. Esto no es una novedad porque ya en Valladolid en los años 40 la Policía Municipal iba en bicicleta.

En Sevilla había un proyecto para crear una unidad de este tipo pero jamás he visto un policía en bicicleta. 

No podemos tener una de las mejores ciudades de España en cuanto a carriles bici sin controles del carril bici, es absurdo. ¿Quien va a controlar que la ordenanza se cumpla, si no hay policía circulando por las mismas vías por donde se permite la circulación de esos artefactos?

En zonas peatonales compartidas esa unidad ciclista debería estar ya en marcha, aunque solo fuera por la imagen de Sevilla como ciudad moderna, que vive de cara al turismo y que se ha potenciado de una forma tremenda en los últimos tiempos.

—¿Se debe exigir un conocimiento de las normas de circulación?

Esa es otra cuestión: Si no exigimos ninguna autorización administrativa, ¿cómo acreditamos un conocimiento mínimo básico de que la persona que va con un artefacto de esos conozca mínimamente las normas de circulación?

Sí que hay un cuadro de infracciones y de sanciones muy correcto pero primero tenemos que acreditar que el conductor sabe algo de cómo circular por la ciudad.

— ¿La matrícula debería ser visible?

Es una de las cuestiones mejorables. En Sevilla no se  exige matrícula, solo documentación y un número de bastidor, pero eso no se ve a simple vista. Históricamente la propia ciudad de Sevilla y la Diputación provincial requerían ya en los años 60 la utilización de placas de matrícula en las bicicletas. Pasa igual que con los coches y motos: si alguien da un golpe o comete una infracción pero no se le puede parar, si se coge la matrícula se sabe quién es el propietario. Una vez que se obtiene la documentación de los vehículos, no hay ningún impedimento para que al mismo tiempo se exija una matrícula. 

— ¿Que le parecen las opciones de movilidad compartida como BlaBlaCar?.

Forma parte de la movilidad sostenible de la que tanto se habla, de las alternativas al vehículo privado. La Unión Europea, en distintas directivas, promueve medidas dirigidas a una menor contaminación y mayor uso del transporte público. Me parece que es una fórmula alternativa que además está teniendo bastante éxito en algunas ciudades. 

— Las empresas de autobuses hablan de competencia desleal

Los criterios cambian y hay que adaptarse a las nuevas realidades, no podemos tener monopolio de conductas históricas en un medio de transporte concreto cuando la cuestión ha cambiado y se han inventado otros sistemas como este.

— El fiscal de sala de Seguridad Vidal ha anunciado que se van a investigar las llamadas de móvil de un conductor que haya sufrido un accidente

Eso ya lo estamos haciendo cuando un informe técnico, ya sea de la Policía Local o de la Guardia Civil, advierte que en un accidente grave puede haber alguna circunstancia que haga que el conductor haya perdido el control del vehículo, por ejemplo en un tramo recto con perfecta visibilidad y sin problemas atmosféricos. Cuando no tenemos explicación de lo que haya podido ocurrir, investigamos si la causa ha sido una falta de atención o un despiste por parte del conductor por cualquier razón, entre ellas el uso del móvil para hablar o enviar WhatsApp. 

Hemos comprobado que, efectivamente, en el periodo de tiempo crítico previo a un accidente ha habido conversaciones o mensajes escritos. La ley exige al conductor adaptar su forma de conducir a las circunstancias y no perder nunca la concentración, eso da pie a que ahora se pueda considerar un delito.

— ¿Cuántas condenas de cárcel se imponen por imprudencias al volante?

Actualmente la relación es de 20 a 1 entre trabajos en beneficio de la comunidad y penas de prisión. La Fiscalía Superior de Andalucía dictó en 2009 una Instrucción que estableció un rango: los trabajo en beneficio de la comunidad para el delincuente primario, las multas para quienes ya tenían alguna condena de tráfico y la prisión la reservábamos para el que tenía más de tres condenas. Y ese criterio lo han seguido manteniendo todas las secciones penales de la Audiencia Provincial: ante la nula rehabilitación del individuo, considerando que nada de lo anterior había hecho efecto, no cabía otra cosa que la pena de prisión.

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