Y en Andalucía citarás tres veces a Javié

La Caja Negra

El gallego avaló en público y de forma reiterada a Javier Arenas, presidente de honor del PP andaluz

Moreno y Feijóo, el pasado sábado en Torremolinos
Moreno y Feijóo, el pasado sábado en Torremolinos / M. G.

Hasta tres veces lo nombró. Y con una petalada sobre sus capacidades para haber sido un gran presidente de la Junta de Andalucía. El gallego Feijóo pisa el Sur y se preocupa muy mucho de darle el sitio a quien de Despeñaperros para arriba sigue siendo la referencia andaluza de los peperos. Sí, trufó su discurso de referencias a Javier Arenas, a quien muchos telefonean para saber cómo van las cosas por Andalucía, incluso para preguntarle por los hoteles buenos de Sevilla de cara al congreso nacional. Que Arenas tiene más vidas políticas que un gato nadie lo duda. Su capacidad para reinventarse no se discute, ni la vitola de político andaluz con más carrera de peso en Madrid junto a Felipe y Guerra.

El lince de Olvera se escapa una y otra vez de quienes llevan años anunciado su final. Javié se lleva muy bien con Feijóo. De hecho, el andaluz nunca ha descartado al gallego para el cargo más importante del partido. Feijóo lo avaló de manera clara el sábado en Málaga, una plaza que siempre ha sido agradable para Arenas, donde tiene uno de sus mejores productos en Bendodo. Ay, aquellos tiempos en que Javié resolvía los cambios en la cúpula del PP malagueño echándole el brazo por encima al joven Elías e impulsando de esa manera su carrera política.

El mitin andaluz de Feijóo en su campaña para ser presidente del PP fue en el Torremolinos recién reconquistado para el PP gracias a una moción de censura. Todo tuvo un aire setentero por aquello del diseño de los edificios y del paseo marítimo. En el auditorio Príncipe de Asturias se congregaron tres mil personas. Acudieron autobuses hasta de Jaén. Los chavales de la cercana sede de las Juventudes Socialistas llegaron a creer que estaban siendo invadidos.

Citados a las 17: 30, la cita no comenzó hasta las 18:30 con el desfile de rigor entre aplausos y la sintonía habitual y clásica del partido. La gente importante llega tarde. Nada de inventos. ¡El PP vuelve a ser reconocible! ¡Tachán… Ta chán… Tachantatachanta! Es innegable que Feijoó y Moreno gozan de un fuerte poder de convocatoria entre las bases. Se pasó lista y no faltó nadie. Todos los consejeros con mascarilla. Monseñor Aguirre dio instrucciones al respecto. Hubo gente sentada en el suelo. En primera fila, los gerifaltes autonómicos y un señor con traje que casi nadie conocía hasta que fue saludado con un aplauso y presentado como presidente del PP de Melilla. Los presidentes provinciales también en primera fila. Fueron de los que más aplaudieron, aunque algunos con “diapasón”, ese modo en el que alargas el arco del aplauso para hacerlo, pero que parece que te cuesta trabajo.

El formato elegido en el escenario era el de dos atriles colocados en paralelo. Es la forma en que Feijoó se asegura salir junto al barón de turno en la foto. Es la liturgia empleada en esos desayunos informativos con café de puchero y pastelitos insípidos que te dejan la mañana arruinada porque no puedes irte hasta las 11:30.

Moreno comenzó con el saludo de rigor a la alcaldesa de Torremolinos y a toda la cúpula regional. Tuvo un gesto para Elías Bendodo. “Gracias por tu trabajo, Elías”, le dijo. Sabe que su hombre al frente de la Consejería de Presidencia está en la baraja para secretaría general, aunque dos días después del acto, este lunes, el mismo Moreno descartó la posibilidad.

Después afirmó su sintonía “política y personal con Feijoó y lo puso como ejemplo de vencedor de elecciones: “Ya me contarás cómo es eso de gobernar con mayoría absoluta, que yo tengo que estar todo el día negociando con unos y con otros…”, afirmó el presidente andaluz.

Feijoó tomo la palabra durante cuarenta minutos. o se hizo largo. Estilo Rajoy. Empleó argumentos pausados e hilados con frases lapidarias. Con la parroquia entregada comenzó saludando a los diversos cargos y al “presidente de honor”, Javier Arenas (primera banderilla). El gallego no olvida a quien muchas veces ha sido su guía para interpretar las situaciones del partido. Feijóo dejó algunas perlas: “No me presento para ser presidente del PP, me presento para que el próximo presidente del Gobierno de España sea del PP…” Definió el estilo de partido que quiere: “Amplio, grande, unido, el PP de siempre, al que le convocan los españoles a gobernar cuando hay problemas”. “Aquí se viene aprendido, no a aprender”, siguió Feijoó con una enmienda ¿al pasado reciente de su propio partido?

Luego puso de ejemplo a Moreno como modelo de gestión y de liderazgo tranquilo. “Juanma, es mucho más difícil gobernar sin mayoría como tú. Tu mérito es enorme. Quiero que me invites a tu toma de posesión después de las elecciones. Y si me invitas, voy”. Luego definió al PP como un partido de centro “¿Y qué es la centralidad? La centralidad es ocuparse de la mayoría de los problemas que le ocupan a la mayoría de la gente”. Así cerró el círculo ideológico en el que entró pidiendo una bajada de impuestos inmediata. “Estoy preparado para lo que viene… No serán tiempos fáciles… Pero es la especialidad del PP”. En el aspecto orgánico definió a Juanma Moreno como “uno de los mejores presidentes del PP y de la Junta de Andalucía, como Javier Arenas” (segunda banderilla). Y no me he equivocado en la frase, Javier hubiera sido un magnífico presidente de la Junta de Andalucía”.

Su estilo lo afirma como de trabajo continuo y rápido “llevo varios días recorriendo España y Pedro Sánchez nos retuvo dos días a los presidentes autonómicos solo para la cumbre de Palma… El lleva otro ritmo”. De la política exterior refirió, cómo no, “el volantazo del Sahara” o “lo que pase en Ceuta y Melilla no pasa en Ceuta y Melilla, pasa en España”.

“Un PP donde primero nos preocupemos por ganar elecciones y ya después veremos los sitios…que sin ganar elecciones no hay sitios…” dijo con sorna el gallego. “Un PP donde se escuche la voz de la experiencia de magníficos presidentes como Teófila que la acabo de ver o de Javier Arenas…” (tercera banderilla). “O de un magnífico alcalde como Paco de la Torre”. Zoido, que estaba en segunda fila tragó saliva y siguió aplaudiendo, que no está la cosa para dejar de ir a Bruselas… “O el criterio de gente como Elías. ¡Cuidado con Elías!”, advirtió el gallego, que no da puntada sin hilo…

“Andalucía y Galicia son tierras muy parecidas. Nos cuesta estar lejos de ellas a los que hemos nacido en ellas. Nos gustan nuestras tradiciones y nuestra cultura. Yo ya lo he dicho, si no fuera gallego me gustaría ser andaluz”, finalizó Feijoó, levantando del asiento al auditorio. Después hubo bulla para los selfies y fotos varias. Feijoó no tuvo prisa y atendió a todo el mundo. En eso tiene paciencia. Se quedaba en Málaga esa noche. Cenó con Moreno (“Llamadme Juanma”). Al día siguiente Feijoó tenía que estar en Mérida con Monago, que ya veía la guadaña de Génova cerca y que ha salvado in extremis su liderazgo regional gracias a Feijóo.

Retornó la gente a sus casas. Los autobuses salieron y los que iban en coche pudieron elegir hasta tres autopistas para volver. No todo va a ser la SE 30 de Sevilla, por donde regresó el tres veces nombrado.

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