La espera de los buitres

El futuro del PP andaluz

Moreno Bonilla contempla cómo sus compañeros cogen sitio para el funeral de la noche del 2-D. Si hay sorpresa y el resultado es positivo, todos dirán que estaban próximos al líder

Pablo Casado y Juan Manuel Moreno Bonilla
Pablo Casado y Juan Manuel Moreno Bonilla / Carlos Gil

Dicen que Juanma Moreno se agobió mucho en su primera etapa en la ciudad. Le pasó como a los arzobispos recién llegados, que se hartó de recibir muestras de desdén y hasta algún tortazo procedentes de lo que se conoce como la Sevilla Eterna. La cosa se tensionó tanto que hasta expresó en privado sus ganas de irse a vivir a Málaga. La verdad es que no tuvo mucha ayuda. Acaso la de Toni Martín, que es el sevillano más leal al político malagueño que tiene estética de Roberto Alcázar (sin Pedrín). Moreno se volvía loco al recibir un día de allí y otro de acá muestras de desaprobación de sus acciones. Elaboró una especie de plan de penetración en la sociedad sevillana, pero ya se sabe de la crueldad de la ciudad cuando se ponen las cartas boca arriba.

No hay cosa peor que proclamar que se quiere entrar en Sevilla. Ahora, precisamente estos días, es cuando Juanma Moreno puede ver en directo a esa Sevilla profunda. Porque todos estamos viendo cómo se disputan las plazas para la asistencia a su funeral político previsto para la misma noche del 2 de diciembre. Que si el batacazo será de órdago, que si el PP andaluz conseguirá menos diputados que Gabino Puche, que si ya le han preparado un salvavidas en el Senado para quitarlo de en medio cuanto antes...

No preparan el funeral los del PSOE con Susana Díaz sacándose las mejores fotos en el temporal, no lo preparan los de Ciudadanos haciéndole hoy el desplante a Susana que mañana se convertirá en el salto de la rana del pacto de gobierno, no lo preparan los de Podemos aliados con Maíllo, que al menos sabe latín, pero latín de verdad. El funeral se lo organizan los suyos con un descaro nunca visto en la confección de las listas y en los movimientos.

Me imagino a Juanma en el ascensor de la sede de la calle San Fernando mirando a Toni Martín y me acuerdo de aquello que cuentan del Rey Juan Carlos y Adolfo Suárez cuando se encontraban solos en el desafío de desactivar el régimen y montar la monarquía parlamentaria: “Aparte de ti y de mi, ¿quién cree en la reforma política, Adolfo?”. Pues estoy viendo la cara de Toni, con esa rectitud de nazareno disciplinado del Silencio, respondiéndole al jefe mientras aprieta el botón del ascensor: “Nosotros a mirar al frente, Juanma. Nos vamos a sacar la foto de la tortilla, pero sin tortilla, ya verás...”.

Qué bien saben organizar funerales en esta ciudad, Juanma. Sólo tienes que ver las escaramuzas. Aquí tenemos gente especializada en la preparación y asistencia a funerales. Ni plañideras ni dolientes de trajes oscuros faltarán. Estoy viendo a Zoido que llega con la melva para estar el tiempo justo y, en cuanto pueda, darse el piro al Parlamento Europeo, que eso de remar en las galeras del PP andaluz no es cosa buena. Vendrán todos los que se quejan de que no supiste defenderlos a su hora, cuando dicen que hacías a la Genovesa (dejando pasar el tiempo) lo que en Andalucía se hacía a lo Arenas (ordeno y mando). Por eso todos se quedaban frustrados por tu indecisión rayana en la indolencia, por no censurar todas las faltas de respeto que en otra época serían objeto de contestación inmediata.

Ten en cuenta, Juanma, que el sevillano siempre exige a los demás los cataplines que él no tiene. ¿Injusto? Sí, pero así es la vida. Vendrán los presidentes provinciales que apostaban por ti y se encontraron huérfanos cuando te ponías de perfil... Vendrán los militantes que te aceptaron disciplinadamente cuando Rajoy dijo aquella frase famosa el día de tu proclamación: “Juanma, tú lo has querido”. No aceptabas sus invitaciones para ir a los pueblos porque, dicen, tenías compromisos personales. Vendrán los técnicos de la sede que creían que serías un soplo de aire fresco… Pero el aire vino en forma de estructura para Andalucía procedente de... Burgos. Sí, ya se sabe que Burgos es lo más andaluz de Castilla. Dos pasos, Miércoles Santo. Sin música...

Vendrán, según cuentan, todos los que no te han visto dar un puñetazo en la mesa para defender a nadie, los que te han visto especular siempre con el resultado del corto plazo, con sumar un mes más, un día más… Vendrán todos los que no te han visto tomar una decisión nunca. Vendrán todos los que no se han sentido defendidos cuando trataban de hacer algo tan normal como contratar a un jefe de prensa. Vendrán todos los que te han visto los domingos en el Club de Golf mientras ellos recorrían mercadillos… Vendrán todos los que mantuviste en sus puestos cuando en la toma de posesión de Cospedal como ministra de Defensa decían a voz en grito: “¡Ahora vamos a por Juanma!”. Vendrán también todos los que alguna vez apostaron por ti o te defendieron en la primera hora y luego vieron a los mismos de siempre en los mismos sitios, vendrán todos a verte, Juanma… Pero ahora no hay Secretaría de Estado que llevarse a la boca. No hay ministerios, no hay empresas públicas. Vendrán todos los que te obedecieron ciegamente cuando dijiste que había que ir con Soraya en el congreso extraordinario del Marriot y ahora se tragan a Casado sin que digas ni mú.

Vendrán los que no te han visto poner paz en ninguna provincia, los que te veían frío en los primeros discursos. Nadie te lo dice, porque estás en la ciudad del silencio, de la cobardía de no decirle al rey que está desnudo, de los agradaores a sueldo...

Todos están pidiendo un buen sitio para esa noche de diciembre, cuando Sevilla busca los gozos de la Inmaculada y suenan las coplas de Miguel del Cid. Buscan un sitio que les permita estar cerca hasta por si se produce la sorpresa de un buen resultado y el funeral se torna en una fiesta repentina e inesperada. ¡Que está vivo, que esta vivo! Son días de crueldad combinada con conveniencia, de poner el intermitente hacia la Córdoba de Nieto para girar en la dirección contraria si surge una sorpresa. A la sede de San Fernando irán llegando todos. Y todos se irán colocan como pájaros de la película de Hitchcock, como buitres a la espera de su presa.

A la espera, Juanma, porque esta ciudad sabe esperar como nadie, guarda silencio como nadie y tiene una facilidad para olvidar como nadie. Serán tan crueles que se pondrán a hablar bien de Arenas, como la derecha actual elogia a Felipe como nunca para darle por saco como siempre a Zapatero y al de 84 diputados.

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