Documentación y trazabilidad en la gestión de los residuos
Verinsur
La gestión de residuos es una actividad que cuenta con un amplio desarrollo normativo, tanto a nivel europeo, estatal, autonómico y local. Este hecho hace que, los productores de residuos, las instalaciones de tratamiento y los gestores que las explotan, deban cumplir diversos condicionantes, tanto desde el punto de vista de ubicación, de diseño, sobre cómo proceder, controles a los que deben ser sometidas, etc., así como de medidas de seguridad a cumplir.
La manipulación y la gestión de los residuos es una actividad que no debe tomarse a la ligera. A diferencia de las materias primas, la composición de los residuos suele ser muy heterogénea. De manera análoga a las fichas de producto que acompañan a una materia prima, los productores de residuos deben proporcionar al gestor información sobre el residuo que generan: descripción, las materias primas empleadas, el proceso productivo, cantidad generada anualmente, cómo se almacena, con qué frecuencia se pretende mover el residuo, etc.
Resaltar que, en los casos en que no se puede garantizar, por la información proporcionada, si el residuo es o no peligroso, al productor se le solicita una caracterización, por una empresa independiente y certificada por la administración con competencia medioambiental, en la que se indique qué naturaleza tiene el residuo: peligrosa o no peligrosa. Adicionalmente, si el residuo tiene como destino el vertedero, debe venir acompañado de una caracterización básica, cuyo contenido viene marcado por la legislación vigente, realizada por una entidad acreditada e independiente, y en la que se concluya si es admisible en vertedero y de qué tipo.
Es decir, para que la gestión del residuo sea la adecuada y segura, el productor debe conocer y proporcionar al gestor la información y documentación, suficiente y necesaria, entre las que se encuentran las mencionadas caracterizaciones que incluyen, entre otros aspectos, los resultados de las analíticas llevadas a cabo de los mismos.
Todos los residuos son, finalmente, codificados con un número de 6 dígitos, denominado código LER (Lista Europea de Residuos), que es un listado consensuado, en toda Europa, y que determina de qué residuo se trata.
Cuando el productor decide trasladar el residuo hasta las instalaciones del gestor autorizado seleccionado, se plasma parte de la información recopilada en un contrato de tratamiento y en un documento de identificación que acompañará al residuo durante el traslado. Este documento de identificación permitirá mantener su trazabilidad hasta el final de su gestión. En algunos casos, véase, cuando se traslada un residuo para eliminación en vertedero, su traslado debe notificarse previamente a la administración con competencia, para que, en caso de que lo estime conveniente, manifestar su oposición al traslado.
En las instalaciones de VERINSUR, adicionalmente al control documental que se hace de los residuos recepcionados (comprobar que cuenten con contrato de tratamiento en vigor, que hayan sido notificados, que cuenten con documento de identificación, que cuenten con caracterización básica, etc.), se muestrean y analizan, al objeto de verificar su correspondencia con la documentación aportada previamente y con la que acompaña al residuo. Estas comprobaciones se llevan a cabo para poder determinar, en el plazo de los 30 días establecidos por la normativa, si se admite o no en las instalaciones. En caso de rechazo, VERINSUR lo comunica, conforme a lo obligado legalmente, a la administración y al productor.
La información recopilada durante la gestión del residuo, anualmente, tanto los gestores de residuos como los productores, la incluyen en las pertinentes memorias que deben ser entregadas a la administración, antes del 1 de marzo de cada año.
Actualmente, este amplio desarrollo normativo, hace que la gestión de residuos sea una actividad bien regulada y documentada, lo que permite disponer de una vasta trazabilidad de la misma. En VERINSUR el proceso de admisión y de control de entrada de residuos conlleva la implicación de personal cualificado y especializado en el desarrollo de estas tareas, las cuales requieren de un elevado grado de especialización, que nos permite, adicionalmente, asesorar a nuestros clientes para contribuir a que el proceso de gestión se desarrolle de manera adecuada.
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