El sistema de matriculación español cuenta con una normativa propia vigente desde el año 2000, año en el que se introdujo el aspecto que obliga a los vehículos a contar en sus matrículas con cuatro números y tres letras consonantes. Para este sistema, no se tiene en cuenta la letra Q, debido a su gran parecido en forma con la vocal O. 

Según las estimaciones, el número de coches que se encontrarán bajo esta normativa, desde su entrada en vigor, será de 80 millones de vehículos. Se prevé que cuando dé por concluido el nuevo cambio por parte de la DGT se alcanzarán los 40 millones de vehículos matriculados en España.

El nuevo cambio que afecta a tu matrícula del coche 

A la hora de adquirir un nuevo vehículo, uno de los detalles imprescindibles es la matrícula. Desde la unificación de un solo criterio para todo el territorio nacional en el año 2000, todos los coches cuentan con este sistema de matriculación. Anteriormente, este aspecto consistía en una o dos letras que indicaban nuestra provincia de origen.

Con la llegada del mes de septiembre también entran en vigor un nuevo cambio sustancial introducido por la Dirección General de Tráfico, DGT. Hasta ahora los vehículos matriculados en los tres últimos años cuentan con la letra L como primera letra de su matrícula. A continuación, los números del 0000 al 9999 son los que siguen a estas letras, completando nuestra identificación. La combinación de letras y cifras resulta en hasta 10.000 matrículas diferentes.

Con los nuevos cambios introducidos por la DGT ya no habrá más vehículos con la letra L. Actualmente se encuentran siendo matriculados con la combinación LZV los últimos vehículos, dado que en este mes empezarán los coches por la letra M. Este cambio es pionero desde hace tres años, cuando la letra vigente era la letra K. De esta forma, el primer vehículo matriculado en esta nueva tanda será el MBB000. Continuará hasta alcanzar la cifra de cuatro millones de vehículos, siendo el último coche matriculado con esta nueva combinación el MZZ9999.

No obstante, el único cambio visible a la hora de adquirir un nuevo vehículo será que desaparece la letra más longeva del sistema de matriculación establecido en el año 2000, la L. Entre las causas de la gran duración de esta letra se encuentra, entre otras, en la pandemia, período en el que menos vehículos se vendieron y, por tanto, se adquirieron. Anteriormente, el cargo de letra de matriculación más longeva recaía en la letra H, la cual permaneció durante cuatro años debido a la crisis económica vigente. Por su parte, la letra D es la que menor tiempo ha estado disponible para matriculación, ocupando tan solo un período de tan solo 20 meses. Las previsiones apuntan a la que la letra M no alcanzará la longevidad de la L, pero tampoco durará tan poco como la D.