Dijsselbloem, nuevo presidente del Eurogrupo
España se abstiene en la decisión de los ministros de Finanzas de la eurozona en protesta por su "infrarrepresentación" en las instituciones comunitarias.
Los ministros de Finanzas de la eurozona aprobaron la elección de su colega holandés, Jeroen Dijsselbloem, como nuevo presidente del Eurogrupo en sustitución del luxemburgués Jean-Claude Juncker, aunque no contó con el respaldo de España. La candidatura ha logrado poner de acuerdo a los dos países con más influencia en el club del euro, Francia y Alemania, además de haber contado con otros respaldos como los de Finlandia e Irlanda. España no apoyó al ministro holandés porque "está infrarrepresentada en las instituciones comunitarias", dijo su ministro de Economía, Luis De Guindos. Por ese motivo, "lo que ha hecho España, como ocurrió con el consejero del Banco Central Europeo (BCE) ha sido no votar, no apoyar el nombramiento del presidente del Eurogrupo", señaló De Guindos a su llegada al consejo de ministros de Economía y Finanzas de hoy en la capital comunitaria. Agregó que Dijsselbloem le parece "una persona correcta. Una vez que está elegido, España, como no podía ser de otra forma, va a cooperar de forma próxima y absoluta porque estamos todos en el mismo barco".
Los 17 países que comparten la moneda única europea se reunieron el lunes en Bruselas para elegir al nuevo presidente del Eurogrupo, en sustitución del luxemburgués Jean-Claude Juncker, que desempeñó el cargo desde 2005, y para el que únicamente era candidato el político laborista holandés, de 46 años. Con el apoyo inicial de Alemania, y tras convencer a Francia, que había mostrado reticencias por el procedimiento y exigido una rigurosa presentación de su programa de trabajo, los Diecisiete dieron su apoyo a Holanda y su candidato, con la excepción de España. "No es quedarse solos. Más complicado hubiera sido una división interna, si hubiera habido dos candidatos. Eso no se ha producido", declaró el ministro español. De Guindos precisó: "ha habido un planteamiento en función de una situación que España considera que no es justa, que es su representación en las instituciones comunitarias, como pasó con el último nombramiento en el BCE".
En noviembre pasado por el mismo motivo, España no apoyó el nombramiento del luxemburgués Yves Mersch como nuevo miembro del Comité Ejecutivo del BCE. En julio de 2012 los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona y del conjunto de la Unión Europea (UE) recomendaron de forma oficial el nombramiento de Mersch para ocupar en los próximos ocho años el puesto que hasta entonces mantuvo el español José Manuel González-Páramo. España aspiraba a ocupar una silla en el comité del BCE por tercera ocasión tras catorce años de presencia en ese comité, desde que en 1998 accediera al cargo Domingo Solans, que fue sustituido por José Manuel González-Páramo en el periodo de 2004-2012.
Los ministros del Ecofin también decidieron en julio pasado que la dirección general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) fuera para el director del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el alemán Klaus Regling. Esa decisión dejó a un lado la candidatura de la española Belén Romana García, directora general del Tesoro en el último Gobierno de José María Aznar (1996-2004). "Estoy convencido de que esta situación se irá corrigiendo y de que España, tendrá, y va a ir teniendo, la representación que le corresponde a su peso y al esfuerzo y a las contribuciones que realiza", afirmó el ministro de Economía español. "España está haciendo una contribución de solidaridad muy importante. No es tanto un tema de un puesto concreto", dijo De Guindos, que subrayó que su Gobierno trabajará "para que cada vez haya más representación española en las instituciones".
Respecto al programa de trabajo que su colega holandés presentó para el cargo que ocupará durante los próximos dos años y medio, De Guindos comentó que "hizo una presentación correcta del equilibrio entre distintas sensibilidades. Seguro que será un presidente equilibrado". El nuevo presidente del Eurogrupo manifestó anoche, tras su elección, que De Guindos le felicitó y le tendió "la mano para trabajar juntos de forma positiva y profesional", un gesto que dijo que "agradeció mucho". El holandés subrayó la necesidad de promover un enfoque equilibrado entre disciplina presupuestaria y solidaridad, e indicó que "hay que dejar atrás el debate sobre la integridad del euro. Es más constructivo hablar de reforzarlo".
El ministro aleman de Finanzas, Wolfgang Schauble, reiteró su respaldo al holandés, al igual que hizo el titular galo, Pierre Moscovici, uno de los más reticentes inicialmente para dar su visto bueno a Dijsselbloem debido a su falta de experiencia en finanzas. "Espero que Dijsselbloem sepa recoger la herencia de Juncker. Trabajaremos todos juntos para que sea posible", afirmó Moscovici al inicio de la reunión. Destacó también que Jean-Claude Juncker "ha encarnado un modelo de presidencia equilibrada entre el norte y el sur de la Eurozona. Entre consolidación y crecimiento, entre las sensibilidades francesa y alemana, podríamos decir", dijo el ministro galo.
Dijsselbloem, con fama paciente a la hora de buscar consensos, sustituirá al primer ministro de Luxemburgo y responsable de las Finanzas del Gran Ducado, Jean-Claude Juncker, que desde 2005 ha presidido ese órgano de los diecisiete países que comparten la moneda única.
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